Intensity | Draco M.✔️

C. XXXVIII

Intensity

Draco Malfoy

Mi vida se ha convertido en un desastre, de hecho siempre lo fue pero logré encontrado a alguien que me había ayudado a poner las cosas en orden, ese alguien no era cualquiera era Deva Selwyn la mujer que más he amado en toda mi vida algo exagerado dirás, pero hablo en serio o quizás no supongo que al final de cuentas solo muy jóvenes para saberlo ¿Cierto?

Lo único que tengo claro es que nunca había amado tanto a alguna chica como la amé a ella, no miento cuando digo que llegué a imaginarme a ella siendo la madre de mis hijos, como sería el día que le dijera que quería que sea mi esposa.

Los amores adolescentes casi nunca terminan bien por más que me hubiera gustado que el nuestro lo hubiera hecho no fue así y no lo será.

Todo cambió completamente para mí cuando recibí la carta de mi padre mientras estaba en casa de Deva, habían sido las mejores semanas de mi vida, le caía bien a mi suegro que no sabía que era mi suegro, pasaba mucho tiempo con Deva, dormíamos juntos todos los días. Mi padre arruinó todo porque según la carta ya era momento de volver a casa.

Cuando regresé a mi casa, mis padres estaban serios más de lo común, como si hubieran discutido algo había sucedido.

- ¿Todo está bien? - Pregunté aquel día mientras los elfos domésticos metían mi bolso a casa.

- Tenemos que hablar.

Después de eso vino la peor charla de toda mi vida, se podría decir que aquella conversación me arruinó la vida, siempre voy a culpar a lo que ocurrió ese día como culpable de todo en general en especial de que perdiera a Deva.

Voldemort había regresado y ellos me convirtieron en mortifago, ahora tenía que encontrar la forma de que todos los mortifagos entraran a Hogwarts, todo se arruinó y aquella marca en mi brazo me recordaba el porqué.

Juro que de verdad quería contestar aquellas cartas de Deva, simplemente olvidé hacerlo porque mis padres escogieron nuestra casa como punto de encuentro, saber que ella me deseaba feliz navidad y que fui su primer pensamiento del día me alegro.

El día en el que la deje plantada, estaba reparando el armario evanescente fue todo un desastre no logré hacer casi nada y cuando regresaba a mi habitación recordé que había quedado con ella, la culpa casi me mata cuando la vi llorando era un idiota, soy un idiota.

Comencé a evitarla porque no quería tener que contarle y que por miedo se alejara de mí, no quería perderla, pero por ese miedo la perdí, si tan solo no la hubiera sido tan idiota de evitarla no hubiéramos terminado discutiendo en el pasillo y Parkinson no nos habría visto, Deva sería mi novia, mi Linda aún.

El día en el que me dijo que teníamos que terminar le rogué que no fuera así que podíamos seguir estando a escondidas, por un momento casi accede pero dijo que no, me dijo que no, la perdí, perdí a la persona más importante para mí, lo perdí todo.

Luego de eso habían pasado algunas semanas, no intenté acercarme a Deva de nuevo, ya la había lastimado lo suficiente, todo lo que estaba pasando era como si ella también lo estuviera haciendo porque la estaba haciendo sufrir de la misma manera en la que yo lo estaba haciendo.

Era momento de dejarla ir ya no quiero perjudicarla más arruine su amistad con una de sus mejores amigas, ahora la estaba haciendo sufrir con mi humor y comportamiento de mierda, la estaba apagando, nos estábamos apagando juntos y ella no debía pasar eso, yo era el que estaba metido en toda esta mierda no ella.

- ¡Draco! Te estoy hablando.

Había olvidado por completo que estaba con Astoria en la sala común, me había sumergido tanto en la falta que me hacía Deva que había olvidado todo por completo.

- Si discúlpame Tori ¿Qué decías?

- Que si puedo sentarme contigo en la cena.

Se estaba acercando mucho a mi, normalmente la habría rechazado apartándome de ella, pero vi una oportunidad quizás si comenzaba a hacerle caso a Astoria, Deva lograría arreglar su amistad y su vida en general, ya no le estorbaría más.

Sin pesarlo rompí la distancia y la bese, al principio se sorprendió pero me devolvió el beso todos en la sala común se pusieron a nuestro alrededor y comenzaron a gritar estupideces.

Sus labios se sentían diferentes obvio eran diferentes no eran los de Deva como me estaba imaginando en ese momento, no era Deva y nunca lo sería, ella nunca volvería a permitirme probar sus labios.

- Me gustas y mucho Draco, desde hace tiempo ya.

Tragué saliva porque ella no me gustaba ni en lo más mínimo, si era una chica atractiva y hermosa pero no era a quien amaba, no era Deva, no podía sentir nada por Astoria.

- ¿Serías mi novia?

Que estúpido sone, porque normalmente cuando preguntas eso se supone que tu corazón tiene que latir a mil y una sonrisa enorme tiene que estar en tu rostro, pero ese no era mi caso, si había estado una vez así cuando Deva se convirtió en mi novia.

Astoria asintió, volviendo a besarme todo aplaudían y gritaban emocionados.

Yo solo podía ver a la multitud, encontré a Deva entre ellos con los ojos llenos de lágrimas había vuelto a lastimarla...

Ese día perdí a mi mundo entero frente a mis ojos sin poder hacer nada.

-917 palabras-

★★★

Hello Lindas.
Perdón por esto, pero ya saben porque Draco actuaba así.
No se olviden de votar y dejar sus opiniones.
-T