—JOSEFINA, POR UNA VEZ EN TU VIDA TE PIDO QUE ME RESOLVÁS ALGO, —medio que grito al celular,— si no podés decile a mi papá, pero hagan algo.
—ok Martina, ya veo que hago —me responde bastante alterada como yo—.
—dale, gracias y me avisas cualquier cosa.
Corto la llamada y suspiro en señal de frustración.
Miren que yo amo a mi equipo, pero a veces me dan unas ganas enormes de mandarlos a la mierda. No puede ser que todo tenga que resolver papá.
Abecés me pregunto ¿para qué tengo a tanta gente que trabaja conmigo? Si al final con papá nos encargamos de todo.
Resulta que cuando estaba volviendo del aeropuerto me entró una llamada de Josefina, era para preguntarme que es lo que hacían si se llegaba a filtrar que yo estoy en Madrid.
Medio que discutimos porque yo le dije que eso son cosas que tiene que saber el equipo de relaciones públicas, que para algo están trabajando, lo que terminó generando más cosas por las cual pelear.
Asi que por ahora no quiero pensar en eso y prefiero disfrutar estos días que tengo con Rodrigo.
Y hablando de Rodrigo, creo que ya debe estar por llegar.
Según me escribió hace un ratito, me dijo que ya estaba en camino que fuese poniendo el agua, asi que yo supongo que le debe faltar poco.
Con el agua ya en el termo y las cosas listas, me dejo caer en el sillón a esperarlo.
—voy —digo levantándome del sillón y caminando hasta la puerta—.
Cuando abro la puerta veo a mi novio con una sonrisa y me acerco para dejar un beso en su boca.
—hola, amor, ¡que calor que hace! —me dice acomodándome el pelo atrás de la oreja—.
—pasá —le menciono girándome y dejando la puerta abierta para que pase—.
Lo veo dejar la bolsa con cosas arriba de la mesa y el bolso al costado de mi sillón.
Para girarse y caminar hasta donde estoy, llega y le sonrío.
Sin ningún esfuerzo me toma de la cintura y enredo mis piernas en sus caderas para no caerme.
—¿sabías que te extrañe mucho mucho? —interroga rosando sus labios con los míos,— por favor no te vayás más —agrega dejando un besito en mi cachete—.
¡dios Estoy muerta! hijo de puta ¿tan tierno tenés que ser?.
Paso mis brazos por sus hombros y escondo mi cabeza en su cuello dejando un sonoro beso.
—yo también te extrañe mi amor, y me hiciste mucha falta —le digo jugando con su pelo, y llevando por fin mis labios a su boca—.
Lo beso como si mi vida dependiera de eso y Rodrigo me lo sigue con las mismas ganas, se deja caer en el sillón conmigo, me acomodo mejor y nos terminamos separando por la falta de aire.
Rodrigo vuelve atacar mis labios y me pega más contra él, siento sus manos pasar por mi espalda mientras que las mías se apoyan en sus brazos.
Deja un recorrido de besos desde mi boca hasta mi cuello, lo que me tiene suspirando y llevando mi cabeza hacia atrás para darle más acceso. En algún momento su remera desaparece y mi pupéra también, mis manos tienen vida propia y las suyas igual.
Me deja recostada con el arriba mío, y siento como sus besos llegan hasta mi pecho, lo que me saca un que otro gemido bastante alto; lo que parece que le gusta porque su respiración se vuelve peor que la mía.
ESTÁS LEYENDO
Beso en las rocas. Rodrigo De Paul
Fanfikceella una artista internacional, y el un futbolista profesional. te amo y te quiero conmigo Tini, vos solo decime que sí y que los envidiosos se vayan Pal carajo!.