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La puta madre tengo mucho sueño, mi celular no para de sonar y pretendo ignorarlo para seguir durmiendo pero vuelve a sonar y me levanto a buscarlo; lo encuentro en la cartera y miro la pantalla para ver quién es, cuando leo que es papá contesto.

-Buen día pa, ¿Cómo estás? ¿Qué pasa?.

-Buen día amor, no pasa nada. Solo quería saber ¿Cómo estás?.

-Bien papi, con una resaca fuerte, pero bien. Digo riendo.

-Bueno hija, cuídate mucho. No te olvides que mañana tenés las fotos con Adidas y después tenés el día libre.

-Uh gracias pa, me re olvide. Te amo y dale mis saludos a Fran y mamá.

-Dale flaca les digo, te amo y cualquier cosa me avisas.

Cuando corta dejo el celu en la mesa de luz y voy al baño, no puede ser la cara de moribunda que tengo. Estoy por desayunar y me acuerdo que Lola se comió todas las medialunas, me pongo algo más pasable para salir a comprar.

Vengo colgada cantando bajito y no me doy cuenta que hay alguien más hablando con la gente de seguridad del edificio, paso directo al ascensor y escucho que una voz de niño chiquito me nombra; me giro para ver quién es y veo que es una nena de más o menos 4 o 5 años no sabría decir bien. La saludo con la mano y me sonríe tímidamente, estoy por volver a seguir caminando cuando el muchacho que está con la nena se voltea y es Rodrigo con otro bebe en brazos. Le levanto la mano en forma de saludo y el me hace señas de que me acerque, lo miro algo desconcertada y con pasos algo inseguros me acerco.

-Hola Rodri ¿Cómo va? Pregunto sonriendo.

-Buen día Tini, bien y ¿vos? Te presento a mis hijos. Francesca y Bautista. Los miro y los saludo con la mano.

-Bien con resaca no más, no sabía que tenías hijos. ¡son hermosos! Digo mirándolo.

-Papá, ella es Titi la que baila así, dice haciendo el pasito de fresa. Al darse cuenta que la estoy mirando le da vergüenza y se esconde atrás de Rodrigo.

-Sí, mi amor, es ella. Veni no seas tímida. Dice sonriendo y aguantándose la risa.

-Dolobu no le hagas pasar vergüenza. Digo retándolo y estirando la mano para llamar a Fran.

-Bue che, uno ya no puede hacer nada. Dice ofendido.

-Hola bonita, bailas muy bien. Digo sonriendo y tomándole la manito. Ella al escucharme me mira y se gira a su papá y le dice.

-Viste papi, que Bailo bien.

-¡Sos la mejor mi vida! Responde con una sonrisa enorme y chocando los 5 con ella.

-¿Para qué me llamaste? Pregunto mirando al nene más chiquito.

-ha, te llamé para pedirte ayuda, tengo que subir una banda de bolsas y no puedo solo ¿me das una mano, o las dos?.

-¡Sos un tarado! Y si dale te ayudo.

-Están en el auto las bolsas, ahora las entro yo, pero te ¿podes quedar con los nenes? Mientras subo todo.

-Sí dale, yo los cuido. Pero hace frio acá ¿te parece si vamos subiendo?.

-Si si, porfa.

-Dame las llaves Así voy a tu piso.

-Tengo las llaves con las del auto, ¿los podes tener en tu piso?.

-Claro, no pasa una. Respondo buscando las llaves en mi bolcillo.

Rodrigo me pasa al nene y se agacha para decirle a Fran que venga conmigo y que el ahora viene, ella me mira algo desconfiada y le estiro la mano para que se acerque; me la agarra despacito y empezamos a caminar.

Beso en las rocas. Rodrigo De Paul Donde viven las historias. Descúbrelo ahora