Beso en las rocas. Rodrigo De Paul

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Voten y comenten mucho.

—josefina, te pido por favor que no me pongas una conferencia. Estoy demasiado cansada —digo mirándola, y acomodando el afinador en la funda—.

—tini, te prometo que son unos minutos y listo.

Suspiro y me concentro en mi guitarra.

Estamos en córdoba, más precisamente en villa maría.

Hoy en la noche es el show y estamos teniendo unos desacuerdos con Jose.

No tengo ganas de hacer una conferencia con periodistas luego del show, lo único que quiero es poder terminar y subirme al avión para dormir un rato.

Vengo de un par de shows seguidos y necesito relajar un poco, hoy fue un día muy largo y por más que intente seguir mi cuerpo me pide un descanso.

Hago los últimos ejercicios de bocalización y respiro para que aflojen las cuerdas bocales.

Me terminan de retocar y me levanto para caminar algo por este lugar.

Mi celular que está arriba de la mesa, se ilumina con la entrada de unos nuevos mensajes; lo agarro para ver quién es, y al leer que es Rodrigo, abro a sus mensajes.

Amor ☺️

—¡mucha suerte mi amor!.
—la vas a romper toda.
—avísame si lo van a transmitir así lo veo.
—te extraño, y te mando muchos besos.

—graaciaas bombon.
—no creo que transmitan mi show, pero le voy a decir a alguno de los chicos que transmitan en privado solo para vos.
—¡no me digas eso maldito! Que soy capaz de cancelar los que me quedan para ir a verte.
—te quiero, hablamos en un rato.

Salgo de su chat y miro la hora en la pantalla.

—tini, proba el volumen en tu oído —me dice el sonidista, lo miro y me pasa los auriculares junto al micrófono—.

Los pruebo y mientras los ajustamos al volumen perfecto.

—listo, está bien.

—¿segura? —pregunta mirando los números que aparecen en la computadora,— sí, segura, cualquier cosa yo te aviso, pero así esta genial.

Se aleja y me coloco junto a los bailarines para hacer la ronda que hacemos siempre, nos reímos y hablamos de cualquier boludez que se nos ocurre.

—que dios nos ayude a dar un buen show, que nos cuide y que la gente lo disfrute tanto como nosotros, —digo, mientras estamos todos tomados de las manos y a punto de salir—.

—otro show más, ahora a ducharse y nos vemos en el avión —pronuncio con una sonrisa, me escuchan y luego de unos aplausos cada uno va a su lugar—.

Jose me alcanza un té de limón y jengibre, le agradezco y mientras vamos caminando voy tomándolo y hablando con ella.

Al final no pude escapar de la conferencia y ahora estamos yendo, entro y tengo que parpadear por la cantidad de flashes. Sonrió y me acomodo a donde me dicen, mire para donde mire, tengo cámaras que no dejan de apuntarme.

Me siento un poco mareada por la cantidad de luces que veo.

Hablo un poco de lo que se viene para este año y no puedo evitar ser cuestionada por Rodrigo, les digo que somos amigos y que le tengo un gran aprecio. No me creen pero me importa una mierda, nadie más que nosotros sabemos cuándo lo vamos a querer contar.

Es mi relación y por lo tanto mi vida personal, y la verdad es que no tengo ni las ganas ni la cabeza en este momento como para decir algo que no quiero.