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voten y comenten mucho, me ayudan una banda.

Escuchen los temazos que está sacando martina, hacen 12 años que la sigo y es hermoso el trabajo que esta haciendo. Convertir el dolor en arte, no cualquiera lo hace!
Cuidemos nuestras palabras, nadie es mejor que nadie y no sabemos el daño que podemos causar.

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Maldita foto sale por el parlante, mientras trato que el delineado me salga igual en los dos ojos. Salimos a bailar con unos amigos en un boliche bastante privado, la posta es que no tenía muchas ganas de salir pero me terminaron convenciendo y bue, acá estoy maquillándome para esperar a los chicos en casa, hacemos la previa acá y nos vamos.

Algunos pibes los conozco desde el colegio, pero sé que vienen con más gente que ni idea quienes son, a de más también vienen las chicas y algunos de los del espacio. Le dije a Belu, una de mis amigas que se venga ya no más porque necesito una cuartada para volverme temprano, no tengo muchas ganas de seguir la joda luego del baile.

El celular se ilumina con una llamada entrante de Rodri, me parece raro porque a esta hora él ya está durmiendo, aunque acá en buenos aires son apenas las 22hs en Madrid son las 03am. Pero me acuerdo que es domingo y me dijo que tenían una cena en el club luego del partido.

—mi amooor —saludo dejando la brocha en el tocador—.

—hola bonita —responde y sonrió como boluda porque tiene ese efecto en mí,— ¿Qué hacés?.

—me estoy terminando de maquillar —pongo el altavoz para seguir pintándome las pestañas—.

—a, ¿salís?.

—sí, vamos a bailar un rato —me paso la barra por los labios,— ¿vos que hacés?.

—si estas ocupada hablamos mañana, es que se te escucha rara la voz —termino de delinear la boca y respondo—.

—no seas tonto, puedo hablar con vos y terminar esta cosa al mismo tiempo —se ríe por lo bajo y sonrío mirándome en el espejo—.

—y yo, ya me estoy por acostar —una carcajada abandona sus labios y me rio con él,— ¿muy de viejo? ¿no?.

—un poco amor —lo jodo sabiendo que probablemente haga eso, es un abuelo cuando quiere—.

—ya toy grande pa esas cosas —me rio y prendo la cámara para verlo—.

—igual no me puedo burlar mucho, yo tengo ganas de hacer lo mismo —comento mientras lo veo lavarse los dientes—.

—es que terminé re cansado y los pibes me invitaron a salir pero les dije que no. Tengo alto sueño y hoy en la tarde llegan los chicos —camina hasta el cuarto y tengo un pequeño momento de silencio cuando queda en bóxer—.

—¡MALOOOO!ahora quiero quedarme con vos y hacer noche de serie —se acuesta y me sonríe de esa manera que tanto me gusta,— ¿los lleva tu vieja?.

—no, los trae su mamá, tengo que pagarle la estadía a ella pero no me importa —apaga las luces y solo veo su cara,— ¿queres que use mis tácticas para que te quedes conmigo?.

—chi —sonrío porque no es la primera vez que lo hace,— aunque ya estoy lista —me arrepiento al segundo y sus ojos se cierran—.

—dale titi, no seas mala y quédate a ver series conmigo —hace pucheros y juro que si sigue me quedo,— te extraño mucho y es feo dormir solito —agrega mordiéndose el labio inferior porque sabe que amo que haga eso—.

—mi amor, basta que ahora me quiero quedar —me quejo y sonríe porque sabe que soy una pollera de mierda y que soy capaz de no ir—.

—bueno, andá, Salí, pasala lindo y divertíte —sonrío tirándome en la cama,— pero cuando volvás avísame porfa —pide llevando una mano a su cara—.

Beso en las rocas. Rodrigo De Paul Donde viven las historias. Descúbrelo ahora