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miro la hora en mi celular y suspiro al ver que aún falta media hora más para poder llamarlo.

Los ojos se me cierran solos, pero hago el esfuerzo por no dormirme, estoy demasiado cansada y sé que en cuanto ponga la cabeza en mi almohada me voy a quedar desmayada.

Llevo una seguidillas de shows y el cansancio se hace más notorio día a día, porque además del cansancio físico también viene de la mano el cansancio emocional.

Desde que volví de España no he parado un puto segundo y al confirmar mi noviazgo con Rodri tengo más odio de lo normal, entrar a mis redes se ha vuelto una total pesadilla.

Pero la gente que me apoya está tan firme como al principio, y mi última canción es un éxito, es número 1 en todas las plataformas y no para de sonar en todos lados.

Marco el ritmo de la canción en mi guitarra y espero a que se haga la hora, cuando mi teléfono marca las 00:00 lo llamo y espero a que me responda.

—que los cumplas feliz, que los cumplas feliz, que los cumplas Rodrigo, que los cumplas feliz —canto y sonríe con los ojos llenos de lágrimas,— feliz cumpleaños mi amor, te quiero mucho, y te extraño —agrego y hago a un lado la guitarra—.

—gracias mi vida, sos increíble —me dice con la voz algo cortada por el llanto,— yo te quiero más y no veo la hora de verte.

—¿Qué se siente ser más viejito? —lo jodo y me rio por la cara de ofendido que me pone—.

—no te hagás la viva, que vos vas por el mismo camino —me rio y me encojo de hombros—.

—a no se no se, a mí aun me faltan dos añitos más para ser como vos —sonrío y me pone los ojos en blanco,— pero yo te quiero igual, aunque seas un viejito —se ríe y me saca el dedo medio—.

—qué bueno que seas tan buena reina —levanto mis manos y lo veo sonreír,— ¿Cómo estuvo ese show?.

—uh, hermoso, pero estoy muy cansada y te prometo que necesito dormir como una semana entera —le cuento y me tiro en la cama,— ¿Cómo estuvo ese entrenamiento?.

—fue bastante tranqui, como viajamos hoy, leo no quiso cansarnos mucho.

—pobrecito mi gordito —hago puchero y me sonríe,— ¿a qué hora viajan?.

—no me hagas eso que te quiero comer a besos —me mira con ojos entrecerrados y suspira,— viajamos en la tarde —se abre la puerta de su cuarto y veo entrar a varios jugadores—.

Sin que Rodri se lo espere, lo abrazan y le cantan el feliz cumpleaños de una manera muy particular, lo zamarrean para todos lados y Rodrigo intenta salir de ese quilombo que tienen.

—gracias manga de putos, los amo jedes de mierda —lo sueltan y es Leandro paredes quien se da cuenta que yo estoy en la pantalla—.

—eh, culiao porque no decis que esta la tini en el celular —lo dice y todas las caras se giran hacia el celular—.

—hola, un gusto en conocerte —saludan y Rodrigo está muy colorado—.

—buenas noches chicos, —saludo y se sientan todos en la cama donde esta Rodri—.

—¡qué bonito! A mi maridito le cantaron el feliz cumpleaños —se burla Gio, al notar la guitarra a mi costado—.

—chupala gato —responde Rodri, y se le ríen,— no sea atrevido que esta la señorita —Messi señala la pantalla y sonríe—.

—eso gil, hacele caso al capitán —Otamendi se ríe y le cruza un brazo por los hombros—.

—perdón mi amor, pero es que estos son unos cavernícolas —a coro los chicos gritan uuuuhhh, y me rio,— tranqui, que mi hermano puede ser peor —digo y todos sonríen con una cara de inocentes que me da más risa—.

Beso en las rocas. Rodrigo De Paul Donde viven las historias. Descúbrelo ahora