Parte 2/3
Voten y comenten mucho, me ayudan un montón.
Nos vemos en el próximo.
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—tini, veni, te llama leo —Camila me dice acercándose hasta la mesa—. Asiento y me levanto caminando con ella, Rodrigo no me ha visto todavía, se fue para otro lado con Messi y un par más. Entramos a una tipo cocina donde Leandro paredes nos está esperando, al verme se ríe y me mira aguantando la sonrisa burlesca. Le sonrío encogiéndome de hombros, estoy segura que lo hace para joderme y después joderlo a Rodri,, pero yo puedo ser peor que él. —bienvenida tini —me saluda con la mano y atrae a Camila rodeando su cintura—. —hola leo, gracias —les sonrío sacando mi celular del bolcillo, tengo una llamada perdida de mi amorcito—. —ahora te llevo con Rodri, perate que le vamo a hacer una joda. Hasta el capi se prestó —se ríe por lo bajo e imito su acción—. —pobrecito, no sean malos —niego divertida y Camila sonríe—. —acostúmbrate, son así todo el tiempo —se queja, pero se ríe cuando Leandro le besa el cachete,— dos nenes parecen. —y bue, esto no pasa seguido, tenemos que joderlo con algo. Levanto los hombros totalmente rendida con la situación, al parecer son un grupo bastante unido. Y si soy sincera, prefiero esto, al menos tengo chances de entablar un vínculo con algunos. Un total alivio, no me sentiría cómoda si fuese al revés. Observo entretenidamente, las familias que conversan entre ellas, y a los niños jugando todos juntos. Camila le dice que lo espera afuera con los niños y Leandro asiente dejando un beso en su boca, le entrega el termo junto con el mate y la hierba. Luego de un ratito, Leandro mira su celular y me hace señas para que lo siga. Caminamos por un pasillo vidriado donde se puede ver a toda la gente disfrutando en el pastito, tranquilamente te podés perder con lo grande que es este lugar. Tiene muchísimos pasillos y escaleras, supongo que debe estar todo dividido por secciones, es demasiado grande como para no utilizarlo. —le vamo a decir que le hemo llamado a una amiga para que venga a verlo —frunzo el ceño y leo se me ríe en la cara,— calmaa, que no hacemos eso, tamos todos casados y con hijos. Esas cosas las haces cuando sos un pendejo inmaduro —aclara divertido, asiento sin más y seguimos caminando—. —me pa que Rodrigo no se junta más con ustedes —digo cruzando los brazos—. —¿Por qué? Somos unos angelitos —sonríe apenas,— te juro que Rodri está re enganchado con vos, yo lo conocí cuando él todavía estaba con la ex, y te juro que nunca le vi esa sonrisa. Es otro Rodrigo, este nos gusta más. Le sonrío, cada vez que alguien me dice esas cosas no sé qué decir, desconozco su situación en su relación pasada, solo se lo que Rodrigo me ha contado, pero nada más. No me gusta meterme en cosas del pasado, ahora solo me importa el presente y el futuro, lo único que me interesa es tratar de ser un apoyo para Rodri, y tratar de ser la mejor pareja que puedo ser. No sé cuánto vaya a durar lo nuestro, ojalá y sea por muchos años, pero nadie puede decidir sobre la vida y sus decisiones. No sé si voy a ser su última pareja, si después de mí vienen muchas más, pero lo que si se es que, lo amo, que soy feliz a su lado, que me encantaría formar una familia, que un futuro a su lado no me asusta, que soy capaz de casarme con él, y que ya no tengo tanto pánico a enamorarme sin limitarme, porque Rodrigo me hace ser yo con mis defectos y virtudes. Llegamos a una puerta y Leandro me pide que me esconda atrás suyo, eso hago y Otamendi se pone a su costado para taparme mejor. Me rio por lo bajo, se creen que soy como ellos, tranquilamente podrían salir 5 tinis entre los dos. Imagínense, si no me veo al lado de Rodrigo, menos lo hago al lado de Otamendi, me pega una piña y me deja en mi casa mas o menos. Rodri entra acompañado por unos jugadores, entre ellos paulo, paredes y Otamendi se hacen los boludos, hablan un par de cosas y Rodri no para de ver el celular. Me esta dele de llamar, mi reloj me titila con su nombre. —cuchá pa, con los pibes tenemos una sorpresa para vos —Otamendi le dice captando la atención de mi novio—. —esperamos que no nos mates, lo hicimos para subirte el ánimo —paulo interviene sonriendo y Rodri no sabe qué cara poner—. —¿y dónde está mi sorpresa? No veo nada, no veo ninguna bolsa. —ejem, es que no es un regalo, o sea, si pero no —leo Messi se ríe, me acaba de ver por un costado—. —fua, la hacen re larga. —te invitamos a una amiga tuya, una de esas que tenías cuando estabas soltero —se le borra la sonrisa automáticamente, se cruza de brazos y los mira uno por uno—. —¿están locos? ¿Qué mierda les pasa? Pensé que ya no estaban en esa, no sabía que teníamos quince años de vuelta —lo mira fijo a Messi,— hermano, no sabía que te prestaste para esta gilada. —eeh, calmate, no sabíamos qué te iba a joder tanto —Otamendi se defiende aguantando la risa—. —obvio que me jode, estoy de novio por si no sabían, la amo y no voy a perderla por ninguna mina. ¿saben el quilombo que se me arma si esta sale a luz? Enzima que ya la están matando por todos lados, lo único que le falta es que le digan cornuda, no soporto verla mal —se agarra la cabeza totalmente frustrado—. —perdón amigo, no pensamos en eso —paulo le apoya una mano en el hombro intentando relajarlo—. —ta todo bien, pero saquen a esa persona de acá, les agradezco pero déjenme solo. Nos vemos en la cena —se gira para irse y Leandro se corre para que salga —. —hola mi amor, sos muy lindo enojado —lo abrazo por la espalda—. Se gira y me abraza muy fuerte, sus brazos se ajustan a mi cintura y su cara se esconde en mi cuello, lo abrazo de la misma manera intentando no llorar. Le hablo bajito diciéndole lo orgullosa que estoy de él, lo mucho que lo amo y lo mucho que lo extrañé. Rodri suspira y siento como sus lágrimas mojan mi hombro. —te amo te amo y te amo, gracias por venir —me mira con los ojos llenos de lágrimas y una sonrisa,— no te das una idea de lo mucho que quería verte acá, me haces muy bien, te extrañaba mucho mi amor. Le sonrío rosando mi nariz con la suya. —yo también te amo —le digo mirándolo fijo, Rodri no espera ni un segundo más besándome con tanta dulzura que me encanta—. Me rodea con un brazo por mi cintura, y con la mano que tiene libre me acaricia el pelo y parte de mi cara. Mis brazos se enroscan en su cuello queriendo no cortar este momento, nuestros labios se mueven de forma sincronizada en un beso lento y dulce a la vez. Un beso que es más sentimiento que deseo, nuestras lenguas se rosan de manera sutil y solo se permiten bailar en paz, es un beso de esos que tiene gusto a felicidad de estar con la persona correcta en el momento correcto. Me alejo apenas para respirar, le reparto besitos por sus cachetes a lo que Rodrigo sonríe, me mira y me atrae más a su pecho, es como si no creyese que estoy acá. —¿Cuándo llegaste? —interroga dejando besos en mis labios—. —hoy en la madrugada, no sé qué hora era —le acaricio la nuca,— tengo terrible quilombo de horario —se ríe besando mi nariz—. —con razón no me querías llamar —hace pucheros y no me resisto a morderle el labio despacito,— me encanta tenerte acá, mi botinera favorita —se queja cuando mi codo choca sin querer con su abdomen—. —no me digás así, no me gusta —le digo ofendida—. —¿Cómo querés que te diga? —cuestiona sonriendo—. —no sé, como vos quieras, menos botinera. —titi, mi amor, mi vida, flaca, bonita, mi novia, o mi futura señora —me tiento dejando un casto beso en su boca,— ¿te gusta así?. —sii, me encanta —le digo con voz tierna agarrando su cara y apretándole los cachetes,— te amoo mi gordito —me sonríe apretándome más contra él—. —¿queres que vamos a tomar unos mates? —interroga jugando con mis rulos—. —bueno, pero cebas vos, extraño tus mates —hago puchero y se ríe negando—. —sii, yo cebo tranqui, todo lo que quiera mi amorcito. —graciaaas, te amoo. Salimos jodiendo cual niños de 5 años, la gente nos mira y Rodri sonriendo me cruza un brazo por mis hombros. Su sonrisa esta tan brillante que se con certeza que hice lo correcto, verlo de esta forma me alegra la vida. Nos acomodamos en una mesa libre y le pide a una señora que le traiga su mate. —hoy estuve en la utilería y lo dejé hay —me cuenta pasando un brazo por mis hombros—. —¿Qué estuviste haciendo?. —tenía que llevar ropa para lavar, estaban un asco los conjuntos —le sonríe a la señora que nos deja las cosas arriba de la mesa—. —gracias Mirian, sos la mejor. —de nada, me avisas cualquier cosa. —Mirian, te presento a Martina, mi novia —le sonrío y me levanto para saludarla,— y amor, te presento a Mirian, la encargada de mantenernos vivos. Me rio estirando mi mano , me sonríe y me saluda con un pequeño abrazo. —un gusto, mis hijas te adoran. —igualmente, un gusto, saludos para sus hijas —le sonrío sentándome nuevamente—. Rodrigo prepara el mate y le saco una foto porque me encanta verlo tan concentrado, tiene una obsesión con la montañita de hierba, hasta tiene una marca específica para tomar. —¿con quién has venido?. —con Carola y papá —me sonríe y por reflejo se la devuelvo—. —¿ale está acá?. —sii, y mañana es su cumpleaños—. —fuaa, amo a tu viejo, es un crac. —él te adora —aseguro recibiendo el mate—. —mañana la tenemos que romper, te prometo que vamos a salir campeones del mundo —sonrío dejando un beso en su hombro —. —estoy segura que van a dar todo, estoy orgullosa de vos y te amo mucho mucho. Me sonríe y me levanta para sentarme en su falda. —nos saquemos una foto, quiero subirla ¿puedo?. —siii, claro que podés, no me importa lo que digan los de más. Nos sacamos varias fotos, algunas muy tiernas y otras donde salimos boludeando, nosotros somos así, es por eso que nos llevamos tan bien. Los dos tenemos el mismo nivel de esquizofrenia. Rodrigo me pasa las cosas para que siga yo y me sonríe para que no le diga nada. Mi vida, lleva tres horas cebando sin parar, mi celular vibra arriba de la mesa y lo agarro para ver quién es, veo que es la foto que ha subido Rodrigo a sus historias, la re posteo y lo apago para no entrar a leer estupideces. Ya es la hora en que nos tenemos que ir, los chicos tienen que cenar y descansar para mañana. Luego de muchos abrazos y besos por parte de ambos me despido. Le doy la bolsa con regalos que le traje y sonríe cual niño con regalo nuevo. —ooww, te amo mucho mucho mucho mi titii —me abraza y me rio por las boludeces que nos gritan sus amigos—. —tan pollera que duelee. —se hace el malo y es un bomboncito. —buena paa, el ultimo romántico, el rdp. —el capii ta celosoo. —¿pa cuando un ft con la triple?. —cállensé manga de putos, ustedes son más pollera que yo. —no les hagás caso —me dice riendo,— mañana en la mañana te hago llegar las entradas, después pásame todos los datos así te las mando. —bueno, ahora llego y te mando, pero es el mismo lugar donde está tu mamá. —joya, Guido, mi hermano te las lleva. —chau, te amo, hasta mañana —me despido porque Camila ya me está esperando para irnos—.
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Beso en las rocas. Rodrigo De Paul
Fanfictionella una artista internacional, y el un futbolista profesional. te amo y te quiero conmigo Tini, vos solo decime que sí y que los envidiosos se vayan Pal carajo!.