¡la puta madre!.
Los odio a todos.
Mi teléfono esta explotado de notificaciones.
Los medios que no paran de anunciar mi vuelta con Sebastián, y la gente que no para de opinar al respecto.
La verdad es que no tuve en cuenta que nos podían sacar fotos.
Me imagine que Sebastián se iba a rescatar en eso.Él sabe lo mucho que me molestan los malos entendidos.
Esta mañana cuando me desperté, me encontré de lleno con toda está mierda.
A las únicas personas que les di explicaciones fue a mi familia y a mis amigas.
El resto por mí que se vaya a la mierda.
Me siento como una dinamita a punto de explotar.
No por la gente, sino que por los medios, que ya no saben más que inventar.
Nadie sabe lo que pasó realmente, pero a veces me dan unas ganas terribles de contar todo de una buena vez.
Trato de calmarme y pensar con la mente en frío.
Mi equipo me dice que deje todo así, y con el paso de los días se va a calmar todo.Vuelvo a mirar las imágenes y las han tomado con tanta mala intención, que si yo fuese cualquier persona me las creería.
Dejo el celular cargando y bajo a desayunar.
Mamá ya me está esperando con el mate listo, le doy un beso y me siento enfrente de ella.
—¿Cómo dormiste? —pasándome el mate— con tu papá no te escuchamos llegar.
—Bien ma, ¿vos? Y llegue como a la una y media.
—Bien mi amor, ah bastante temprano —mirándome y agarrando una galleta—.
—Sí, algo así. ¿Fran y papá dónde están? —mirando para la cocina—.
—Fran se fue a jugar con los amigos, y Ale salio a comprar.
Termino de desayunar y me voy a duchar.
No tengo nada que hacer y a las redes no pienso entrar por ahora.
Estoy por bajar para ayudarla a mamá con algo, pero me llega un mensaje de Nani.
Lo leo porque me es raro que me escriba, y más un fin de semana.
Me dice que está camino a su academia, tiene que dar una clase, pero que si tengo tiempo que vaya.
Le digo que en un rato llego.
Me cambio por ropa de baile y preparo un bolso con cosas que puedo llegar a usar.
Me despido de mamá y le digo que vengo para el almuerzo.
Cuando llego, directamente paso al salón.
Las chicas de la entrada ya me conocen tanto, que las saludo con un movimiento de mano y su respuesta es.
—Buen día tinita, Nani está donde siempre.
—Gracias lindas —sonriendo y despidiéndome—.
Me paro en la puerta y la veo muy concentrada dando la clase.
No la quiero interrumpir, asique me siento al costado de la puerta.
A los 10 minutos más o menos salen las chicas y las despide con un.
—nos vemos la próxima.
Me levanto y entro.
Apenas me ve me abraza y con varios besos en mis cachetes me libera.
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Beso en las rocas. Rodrigo De Paul
Fiksi Penggemarella una artista internacional, y el un futbolista profesional. te amo y te quiero conmigo Tini, vos solo decime que sí y que los envidiosos se vayan Pal carajo!.