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—dale titi, tene que hacer el gol —me dice Fran y Rodrigo se me caga de risa—.

Pobre de Fran, me eligió para que juguemos un partido contra su papá y aunque le pongo ganas, la pelota no colabora.

Eso me pasa por no querer jugar con Francisco cuando éramos chicos, ahora no puedo quejarme.

Y quien me manda a mí a ponerme de novia con un futbolista, literalmente el carma en persona.

El viento que me mueve el pelo para todos lados, la puta arena que no me deja ver, y yo que tengo menos estado físico que la mierda, no somos una buena combinación.

Rodri se ríe y literal que se pone a hacer jueguitos con la pelota, lo miro y apoyo las manos en mis rodillas para recuperar el aire.

—¿Qué pasa flaca? ¿estas cansada? —le saco la lengua y me sonríe—.

—anda gil, ya me la voy a cobrar —le digo y sonrío—.

—claro, como vos digás.

Sale jugando y sin querer queriendo pongo mi pie, lo que hace que se caiga; me mira y se levanta con esa cara que pone entre vengativo y divertido, la misma que pone cuando le hago alguna y piensa en devolvérmela.

—¡pero que distraído! —exclama acercándose a mi cara,— ya me la voy a cobrar —repite las mismas palabras que yo, y deja un fugas beso en mi boca—.

Sonrío y le saco la pelota, luego le pego y entra al arco, me mira incrédulo y me rio.

Giro y corro hasta donde esta Fran, cuando llego la abrazo y la levanto en mis brazos.

—GOOOOOOOOOOOOOOOOLLL —grita y le hacemos burla a su papá—.

—ustedes festejen, que en la revancha les gano —nos dice y se acerca—.

—ahora papi nos va a compar helado —aplaude y me sumo a eso—.

—sí, vos nos prometiste eso —le recalco divertida y él nos blanquea los ojos—.

Bajo a Fran y ella va a saludar a su papá.

—mu bien jugado —le choca los cinco y Rodri se ríe—.

—yo voy un rato al agua —les aviso y dejo las ojotas a un costado—.

Entro al agua y dejo que las olas me relajen, camino hasta que el agua me llega a la altura de los hombros disfrutando de la sensación.

Luego de unos minutos salgo más a la orilla y le hago señas a Rodri para que vengan, veo como los dos caminan hasta donde estoy, les sonrío y Rodri alza a Fran para poder entrar con ella.

—ta re linda —comenta llegando a mi lado—.

—sí, yo pensé que estaba media helada, pero esta re linda.

—papi, ¿vo no tene miedo a las olas? —le pregunta tocando el agua con sus manos—.

—no, yo amo el agua —responde sonriendo y mirándola—.

—¿y vo titi?.

—yo tampoco —contesto sacándome el pelo de la cara—.

—yo pensé que si —se mete Rodrigo y le pongo los ojos en blanco,— yo no soy como los gatos que vos conoces —agrego y se ríe—.

—¿te gutan los gatitos? —interroga Fran a Rodrigo y yo no puedo aguantar la risa—.

—eeem, no sé princesa, pero tini tiene un perrito que se llama júpiter —sale de la situación como un campeón y me rio por ver como desvió la conversación—.

Beso en las rocas. Rodrigo De Paul Donde viven las historias. Descúbrelo ahora