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Voten y comenten, porfa, me ayudan una banda.

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[18 de marzo]

—si pa, esta noche sale nuestro vuelo, nos vamos a quedar en la casa de nordelta —digo por teléfono mientras miro la comida que tengo en la cocina—.

—Listo flaca, más tarde llevo el auto y lo dejo en el garaje para que ustedes no tengan que pedir un auto —dice mi papá y sonrío—.

—dale pa, igual si no podés, no te hagás drama —respondo y siento los brazos de Rodrigo pasar por mi cintura,— hola suegrito —dice Rodri y se ríe porque sabe que a mi papá no le gusta que le digan así—.

—hola yerno, ¿Cómo van esos partidos?

—Re bien, tenés que venirte unos días y nos vamos a ver unos partiditos por España —pongo el celular en alta voz, escuchamos la risa de mi papá—.

—ya nos vamos a ir unos días con mari —dice y Rodri me suelta para que revuelva la comida—.

—Obvio ale, vos avísanos y listo —responde mi novio mientras sonríe al ver que levanto las cejas cuando noto que las papas me salieron un poquitos tostadas—.

—los dejo que mariana quiere que le vaya a comprar unas cosas, se me cuidan y los veo mañana —se despide y hacemos lo mismo—.

Rodri deja mi celular en la mesa y me sonríe, mientras yo termino de cocinar, Rodrigo se encarga de poner la mesa y preparar un jugo natural para tomar.

—¿Cuantos medallones de pollo querés? —le pregunto y me mira pensativo—.

—dos, porfa.

Asiento y saco cuatro medallones del freezer, dos para él y dos para mí. Hoy nos toca comer algo que tenga almidón y grasas blancas y no tan pesadas, asi que unas hamburguesas de pollo con papas gratinadas no suena tan mal.

Obvio que todo es al horno y con muy poco aceite, la verdad es que llevo casi cuatro meses viviendo con Rodrigo, por lo que me he acostumbrado a comer lo mismo que come él.

Tiene una dieta re equilibrada, todos los días tiene diferentes opciones para alimentarse y son bastante buenas, además me sirve un montón comer saludable a mi también.

Claro que cuando Rodri no está, o yo estoy de viaje, me termino clavando una buena hamburguesa de mag con chédar y esas cosas que Rodrigo no puede comer siempre. Perdón mi amor, la comida chatarra me llama.

Igual Rodri una vez por semana se puede permitir comer cualquier cosa, por ejemplo, a noche nos pedimos unas milangas con fritas, y para completarla un medio kilo de helado. Pero hoy ya volvimos a comer sano, yo claramente me voy a mandar lo que sobró de helado, y él seguro que coma una de esas barritas de cereales con 2g de calorías.

Sirvo la comida y le robo un beso antes de sentarme, recién llega de entrenar, hoy tenía turno mañana.

—amor, ¿ya tenés todo listo? —Cuestiona sirviéndome jugo en mi vaso—.

—Sí, solo falta ver lo de jupi —respondo, júpiter está un poquito enfermo y nos da miedo llevarlo con nosotros—.

—Yo creo que lo tenemos que dejar, no son muchos días —asiento y me limpio la boca para agarrar el celular—.

—la veterinaria me dijo que lo podíamos dejar hay, es como una mini guardería —me dice  con una mini sonrisa, — o no, mejor lo llevemos, pobrecito, no lo podemos dejar solo.

Lo miro sonriendo y estiro una mano para acariciar su brazo, somos dos boludos enamorados del cachorro.

—sí, hagamos eso mejor digo y sonreímos al mismo tiempo—.

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⏰ Última actualización: Sep 12 ⏰

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Beso en las rocas. Rodrigo De Paul Donde viven las historias. Descúbrelo ahora