Parte 3/3
Voten y comenten mucho, me ayudan mucho.
Delen mucho amor que no falta casi nada para el final, como mucho 15 capítulos.
**********
¡estamos muy locos! es lo que pienso mientras voy agarrada del brazo de mi hermano para no perderme entre tanta gente. Es una marea de argentinos, literalmente la cancha esta vestida de celeste y blanco. Logramos llegar a la fila junto a Carola, pancho y papá, ellos se adelantaron y con francisco nos perdimos. Igual no me sorprende, con Fran siempre nos pasa algo, es como normal para nosotros, ya estamos acostumbrados. Nos revisan y por fin ya estamos adentro del estadio, como hemos venido un poco temprano decidimos ir a tomar algo, esta cancha tiene una barra de tragos y comida, nos sentamos y francisco es quien se pone la diez para ir a pedir. Con caro le pedimos una margarita y unas papas, papá no para de sacarle fotos a todo lo que ve y sonrío porque no puedo creer que por fin esta acá como tanto le prometimos. Siempre le decía que si se recuperaba, íbamos a venir juntos al mundial como en 2014 en Brasil, es uno de los recuerdos más bonitos que tengo, toda mi familia disfrutando un partido de la selección. Fue un respiro que me pude tomar en plena gira, estábamos a fooll con la última temporada de violetta y conciertos por todo el mundo, me acuerdo que solo estuve 15 días en mi casa. —gorda, mirá quien esta —Carola me señala un punto y llevo mi mirada hasta ese lugar—. Es impresionante la cantidad de gente famosa que ha venido, desde que hemos entrado que no paro de ver caritas conocidas, igual no voy a mentir, la verdad es que hay caritas que me gustaría no ver. Por ejemplo: la de Sebastián en este momento. Sabía que venía pero no me imaginaba que justo ahora, con razón me cargaban los Montaner, hijos de puta se la tenían muy bien guardada, ojala que se les corte la transmisión del partido. —hacete la boluda, ni lo mires —le pido apoyando mi cara en mi mano derecha,— seguro que nos van a buscar para armar quilombo. —flaca, vos sabés que no es de mi devoción, tranqui que lo que menos quiero es que te vea —se ríe corriendo las mochilas para que los chicos puedan poner las bandejas—. —terminamos esto y nos vamos a nuestros lugares —Fran se sienta al lado mío y pancho en la punta,— tenemos que caminar un poco y mientras más gente llegue más lio vamos a tener para llegar. Asentimos haciéndole señas a papá para que venga, levanto mi celular para que sonrían para la foto y la mando al grupo de la familia. —flaca, ¿vos te volvés con nosotros? ¿o te quedás un rato más? —me pregunta papá llevándose el vaso a los labios—. —si me esperan me voy con ustedes —digo agarrando una papa—. Resulta que Rodrigo me mandó un pase para entrar luego del partido al vestuario, lo tienen todos los familiares directos, en el caso de Rodri, al no estar sus hijos, esos pases los puede ocupar en alguien más. Es por eso que yo tengo uno, su mamá, su papá, y uno de sus hermano también lo tiene. Igual es un ratito nada más lo que podemos verlos, es como para saludarlos y listo, ellos después tienen que dar notas y un montón de cosas más que ni idea, aun no termino de acostumbrarme al mundo futbolístico. —sí, te esperamos —dice Fran mientras pelea con mi amiga,— esta noche tenemos una bresh, ¿quieren venir?. —yo si —Carola responde y termino asintiendo también,— pero primero salgamos a cenar con ale. —si ganamos vamos a cenar, de lo contrario no —papá nos contesta medio en joda y medio no—. —vamos a ganar paaa, tenemos al diez, y ahora que el Rodri está recargado la rompemos toda —me rio codeando a mi hermano, me lleva jodiendo todo el día con eso—. Según ellos, Rodrigo está más contento, dicen que tiene la sonrisa pegada en la boca. Hace un rato hicimos video llamada y pudo hablar con nosotros un ratito, lo saludó a papá y le prometió que hoy ganan y el triunfo se lo dedica. Mi viejo esta que salta en una pata, hasta creo que quiere más a Rodrigo que a nosotros. Carola se me ríe cuando saco mi celular para filmar a Rodrigo cantando con la gente, tiene una sonrisa tan hermosa que me tiene sonriendo a mi también. Están entrando en calor y veo que mastica algo, seguro que debe ser algo dulce, no sé si un chicle o un caramelo, pero algo esta comiendo. Agradezco que las entradas no sean en un palco, es más fácil que filmen esos lugares, a que filmen la tribuna, por ahora puedo pasar desapercibida. Creo que nadie me ha reconocido todavía, igual estoy de lentes y gorra, pero con el calor que tengo en cualquier momento me saco todo a la mierda. Atrás nuestro tenemos a un grupo de mexicanos que no paran de insultar a Rodrigo y a varios jugadores que están cerca de acá, mi papá varias veces los ha mirado pero quien es la barra brava de nosotros es Carola, la tengo agarrada para que no los putee. Ya le conozco la carita que pone cuando algo no le gusta, el estadio vibra con la hinchada argentina y sus canciones. Nos sumamos a ese canto hermoso y es inevitable no emocionarte, la piel de gallina y la adrenalina hacen que algunas lágrimas se escapen. —¡TE AMOOOOO! —le grito a Rodrigo que me sonríe—. Me estuvo buscando todo el primer tiempo, la vez que pasaba por este costado miraba hasta que vio a Carola y me encontró. —¡TE AMOOO MI AMOOORR! —alcanzo a leer en sus labios, está parado en un costado por sacar una jugada—. Francisco dice que se llama lateral cuando la pelota sale desde un costado, asi que yo le voy a hacer caso a él, él sabe más que yo. —GOOOOOOOOOOOOOOLLLL —gritamos abrasándonos con papá y cualquier argentino a nuestro lado—. Lionel Messi nos acaba de regalar un golazo, es inexplicable como respiramos con ese gol. —dalee carajoo, uno más y listoo —pancho grita como loco—. —aguante argentina la concha de mi madre —Carola festeja totalmente di fónica—. Quedan diez segundos para que termine esta tortura, no puede ser tanto sufrimiento, nunca en mi vida la pasé tan mal como ahora. El árbitro toca el silbato y con Fran y papá nos abrasamos muy fuerte, tengo una felicidad que no puedo explicar, abraso a mi amiga y es todo un lio de gente llorando y cantando muchachos a todo pulmón. —voy a saludarlo, ya vengo —les digo colgándome la credencial en el cuello—. Gracias a dios me encuentro a Jorge Lina la esposa del fideo, ella me lleva hasta donde están todos los familiares, Mónica al verme se acerca. —te estaba llamando, no te veíamos, Guido te estaba por ir a buscar —me dice agarrándome la mano,— te queda re linda la camiseta. —es que teníamos distintas ubicaciones —le digo sonriendo,— le vamos a decir a Rodrigo que la próxima nos ponga más cerquita. —por favor, no los aguanto más a estos dos —señala a mi suegro y a mi cuñado, a lo que aguanto la sonrisa,— son insoportables, imagínate que me cansaron tanto que me fui a ver el partido con unos mexicanos. —hola tini —Guido me saluda,— no le creas es muy mentirosa, es ella la molesta —me rio dejando un beso en su cachete—. —yo no me puedo quejar, mi familia es igual, me volvieron loca todo el partido —les cuento sonriendo—. Nos hacen señas para que pasemos y primero dejamos que pasen los niños y luego nosotros. Es un quilombo de gritos y festejos, saltan y cantan como si no estuviesen cansados, Rodri saluda a su papá, a su hermano, luego a su mamá y yo soy la última. Me sonríe de esa manera que sabe que voy a enojarme, pero solo le sonrío de vuelta, no me importa que este todo chivado y sucio. —mi amorcito —dice abrasándome apropósito todo mojado,— tas hermosa con esa casaca, ¿te querés casar conmigo?. Me rio cruzando mis brazos por su cuello, ya me tengo que acostumbrar a que mi novio tiene una fascinación por abrasarme todo transpirado. —andá a bañarte asqueroso —le digo entre beso y beso, no me deja hablar porque cada vez que le quiero decir algo me interrumpe con un beso—. —callateee, así soy más lindo —se ríe haciéndose el lindo, ¡dios, lo agarraría a piñas!— dame un beso —me pide rodeando mi cintura—. Junto mis labios con los suyos, me aprieta más contra él y antes de separarse deja varios besitos alternando entre mi boca y cachetes. —te amoo —sonríe y se la devuelvo—. Nos giramos para conversar con su familia y Rodri nos muestra como tiene lastimado el tobillo producto de una patada. Nos dice que ya se tiene que ir y sus papás se despiden para ir saliendo. —amor, tomá, es para tu viejo —se saca la camiseta y me la da en la mano,— decile que es por su cumpleaños, —se aleja unos pasos y viene con otra camiseta pero esta vez de Messi y está firmada,— esta también es para él. —gracias amor, no hacía falta —le digo guardando las camisetas en mi cartera,— sos muy hermoso, gracias por este gesto. Lo abrazo fuerte y dejo un beso en su pecho, hago una mueca y se ríe. —recién termino de jugar, estoy re saladito —está tentado y yo igual,— soy un jamón ibérico. —te amo, andá a bañarte —me despido y Rodrigo como le encanta verme enojada, me alza cual muñeca de trapo y me cuelga en su hombro para que le dé un beso—. —te amo, hablamos más tarde —me deja en el suelo y le tiro un beso saliendo del vestuario—. [mañana siguiente] ¿Por qué carajo salí? Es lo que me pregunto cuando abro los ojos y tengo una resaca insoportable. Me tendría que haber quedado viendo películas con papá, lo peor es que estuvo horrible la fiesta, o al menos lo estuvo para mí. No pude hacer casi nada, cada vez que me giraba, tenía a Sebastián atrás mío. La verdad es que no lo entiendo, esta de novio, supuestamente tiene una relación consolidada, y están súper enamorados, ¿entonces por qué me sigue buscando?. A de más a noche lo vi con un par de chicas, y esas chicas, amigas no son. Conozco muy bien la clase de mujeres que le gusta a mi ex, pero bueno, yo no tengo porque meterme en algo que no me interesa. Busco mi celular y lo prendo para ver qué onda, a noche se me apagó y me había olvidado el cargador portátil, siempre suelo andar con uno en la cartera. Es como un accesorio más para mí, le bajo el brillo porque mi cabeza me acaba de putear en 50 idiomas más o menos. Tengo varios mensajes del grupo del tour, algunos de mis amigas, otros de gente que no es tan necesario que los responda ahora, también tengo mensajes de un grupo nuevo creado por mi hermano, es un grupo donde estamos todos los que vinimos a qatar, y un mensaje de mi suegra invitándome a comer con ellos. Mónica de Paul —hola tini, ¿Cómo amaneciste?. —te queremos invitar a comer con nosotros, vos y tu familia claro. —Roberto quiere hacer una raviolada para todo el mundo, estás más que invitada. —avísame si te gustaría venir, te esperamos. Esos mensajes los ha mandado a las 09:39, yo estaba en el quinto sueño. Me levanto y encuentro a mi papá sentado viendo la tv y hablando con mi mamá. —buen día pa, buen día ma —saludo tirándome en el sillón al lado de papá—. —buenas tardes nena, que cara de borracha que tenés tini —me dice mamá riendo, la miro mal y se tienta peor—. —llegaron re empedo las dos —asegura papá con una mueca,— terminaron quedándose pancho y francisco también —agrega aguantando la sonrisa—. —apaa, estuvo linda la jodita ¿entonces?. —naa, ni tanto, estuvo buena sí, pero tampoco fue la joda del año —les cuento abrasando a un almohadón,— la posta es que nos pedimos unos tragos y nos sentamos en un tipo jardín a conversar con los chicos de luzu, pegamos re buena onda con ellos. —cuídense mucho por favor, vos también Alejandro —lo reta con la mirada y me rio por lo bajo—. Me voy a duchar para intentar que se me pase este dolor de cabeza, cuando salgo mi celular suena con una video llamada entrante de Rodri. —aguántame un segundo —le pido alejándome de la cámara para ponerme una remera y un short,— ahora sii, hola mi vida —lo saludo sonriendo—. —hola triple, ¿Qué hacés? ¿recién te despertas?. —sii, recién me levanto, viste que a noche salimos —asiente comiendo una fruta,— bueno, ahora estoy echa una señora —se ríe y le muestro el dedo medio—. —ooww, mi titi abuelaa —le frunzo el ceño y me termino riendo porque hace caras divertidas—. —no seas malo —pido haciendo pucheros,— todavía no me acostumbro a este horario —me justifico sacándole una carcajada—. —claro amor, es eso seguro —se me burla y solo puedo hacerme la ofendida—. —¿vos que haces? —le pregunto porque lo veo muy relajado en las cosas esas para hacer ejercicios—. —nada, hoy me levanté un poco más tarde de lo normal y vinimos al gimnasio para hacer un poco de bici —me muestra la bicicleta donde tiene colgada su campera,— y ahora estoy comiendo algo para aguantar hasta el almuerzo. —¿hablasté con los chicos?. —sí, un rato no más, la madre como está enojada conmigo mucho no los deja, pone mil escusas para que ellos no hablen mucho —me cuenta acostándose en una colchoneta,— ¿vos vas a salir a conocer un poco la ciudad?. —no creo, la verdad es que no tengo muchas ganas de salir. Prefiero quedarme en casa —sonríe apenas y suspira,— tu mamá nos ha invitado a comer hoy, tu viejo quiere hacer ravioles. —flaca, yo te juro que te entiendo, pero no me gusta verte así, salí, conocé, divertite y pasala bien. Te has venido de tan lejos para no disfrutar por el miedo al qué dirán, y si te digo la posta, la gente va a hablar igual, no hay nada que los deje conformes y no por eso vas a negarte a vivir todo esto que es hermoso. Rodrigo tiene la palabra justa en el momento preciso, es sorprendente como me conoce con solo mirarme por una pantalla. Es algo que me venía torturando desde que decidí venir. No lo podía o mejor dicho no quería ponerle nombre a lo que me estaba pasando, pero Rodri sin que yo le diga nada, solo se dio cuenta. —gracias ro, me hacía falta escuchar eso, estos días vienen siendo un quilombo total y pensé que era mejor no salir para evitar que la gente hable —sonríe de esa forma que tanto me gusta y yo termino sonriendo con él—. —no me tenés que agradecer, soy yo quien tiene que agradecerte el que estés acá —niego porque no tiene que darme las gracias por algo que yo quería hacer,— viniste justo cuando más te necesitaba, viniste a darme mucha luz y muchas fuerzas para seguir peleando por este sueño. Te amo Martina. —basta, me vas hacer llorar —le recrimino con los ojos llenos de lágrimas,— te amo mucho, sos mi cielo entre tantos otros. —no, no llorés, mejor hablemos de otra cosa —se ríe por lo bajo y suspiro sonriendo—. —¿mirá lo que es este gordo chancho? —le muestro una foto de jupi con la remera de argentina—. —lo amo, es un chanchito, de pedo se le ven las patitas —me rio porque tiene razón,— pasamela que la voy a presumir. —dejá de lucrar con nuestro hijo —me quejo ofendida—. —y bue, es más lindo que yo, ¿Qué querés que haga?. —se parece a la madre —contesto haciéndome la linda—. —buee, se agrandó chacarita —me saca la lengua y suspira cuando lo llaman a los gritos—. —andá, te están buscando —le digo pasándome los dedos por el pelo—. —¡que hermosaaa! Me encantan esos rulos, me tenes que bailar con ese pelo suelto —me dice mordiéndose el labio,— te amo, nos hablamos más tarde —agrega tirándome besos y le sonrío antes que la pantalla quede oscura—. Me termino de vestir, tomamos unos mates con los chicos y le escribo a mi suegra para preguntarle que hace falta para que llevemos. Me responde que al final es una cena, que era la única hora en que todos podían, asi que le confirmo nuestra presencia y le digo que nosotros llevamos el postre. Se niega pero al final la termino convenciendo, Carola nos dice que vayamos a la playa y eso hacemos. Con todo listo nos preparamos para pasar un día a puro sol, me encuentro con varias mujeres de los jugadores y terminamos haciendo una sola ronda. Y es ahora cuando empiezo a dejar que el miedo no me domine, disfrutando realmente de poder compartir un mundial con mis amigos y mis familiares. Pero más importante que eso, es que ya no tengo ni ganas ni miedo de que el mundo vea que estoy acá apoyando a mi novio, que soy parte de su mundo y que Rodrigo me tiene totalmente enamorada con sus defectos y virtudes.

ESTÁS LEYENDO
Beso en las rocas. Rodrigo De Paul
Fanfictionella una artista internacional, y el un futbolista profesional. te amo y te quiero conmigo Tini, vos solo decime que sí y que los envidiosos se vayan Pal carajo!.