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¡Buenos Aires es hermoso!.

Estoy a 10 minutos de que aterrize el vuelo.

No pude dormir casi nada, mi cabeza no paraba de darle vueltas a esos besos con Rodrigo.
No sé cómo reaccionar al respecto, la verdad es que me gusta banda.

Es un chico genial en todos los sentidos, pero yo sé que esto no puede ser solo sexo. Tiene algo que me atrae mucho.

Obvio que no estoy enamorada ni nada de esa mierda, para eso se necesita conocer más y compartir tiempo.

Es un poco raro lo que me pasa, la primera vez que nos vimos cara a cara y lo mire a los ojos, sentí que lo conocía de toda la vida.

Vuelvo a la realidad cuando el piloto anuncia que estamos pronto a aterrizar.

Me acomodo y una vez que estamos en tierra firme, saco el celular y le aviso a papá que ya estoy por bajar.

Espero que mis valijas salgan por la cinta, y aprovecho para leer algunos mensajes que recibí en el vuelo.

Papá me dice que ya me está esperando, pero que hay periodistas afuera, le respondo que bueno y guardo el teléfono.

Hay días en los que me gustaría no ser tan conocida, hoy es uno de esos. Me tiene un poco cansada responder las mismas preguntas de siempre.

Trato de ver la manera de salir sin que me vean, es algo difícil pero al menos lo tengo que intentar.

Aparecen las valijas y cuando las agarro, me dirijo a que me firmen el pasaporte.

Se me acerca una seguridad del aeropuerto y me dice que me van a sacar por otro lado, le agradezco y me hace seña de que lo siga.

Mientras liberan la zona le digo a papá por donde voy a salir, y miro un rato twitter, veo que hay mucha gente que me ha venido a esperar y me da mucha impotencia no poder disfrutar con ellos.

Cuando salgo papá me ve y lo primero que hace es acercarse hasta donde estoy, apenas llega a mi lado lo abrazo y me vuelvo a sentir en casa.

Vamos en el auto hablando un poco de lo que fue mi viaje, le cuento la mayoría de las cosas.

Así nos pasamos todo el trayecto, mientras nos reímos de las locuras de Caro. Con papá puedo hablar de lo que sea y el no me va a juzgar.

Llegamos a casa y mientras el baja las cosas, yo paso directo a buscar a mamá, la encuentro en la cocina. la abrazo y da igual lo que pase, los brazos de mamá siempre me van a salvar de lo que sea.

Me salgo de duchar y me tiro en la cama porque no doy más del sueño, el jetlag me está pasando factura.

Me pongo una remera de Fran que me queda como un vestido y me trato de secar el pelo lo más que puedo con la toalla.

Siento que mi celular suena por algún lado de la habitación, lo busco en todo el kilombo que tengo, hasta que lo encuentro.

Lo desbloqueo y leo por arriba quien es, al leer los mensajes de Caro puteandome, me acuerdo que olvide por completo avisarle a ella y a Rodrigo que llegue.

Le respondo y le digo que me olvide, me putea un rato más y me dice que tiene que irse a trabajar.

Le digo que está todo bien, y busco a Rodrigo para avisarle.

Rodri De Paul

—Hola ro, ¿Cómo va? Perdón jaja. Me re colgué en avisarte, ya estoy en casa.

Salgo de su chat sin esperar respuesta, bajo a ver que están haciendo. Mamá me dice que aún le falta a la comida, papá no está y Fran viene llegando.

Beso en las rocas. Rodrigo De Paul Donde viven las historias. Descúbrelo ahora