Enamorada de una super estrella

Capítulo 15

—Si me hubieran dicho que aquí iba a estar tan caluroso, me hubiera regresado a mi país. —escucho decir a Sarah mientras saca su cabeza por la ventana de la camioneta cual perrito.

—Solo llevamos aquí cinco minutos, Sarah. No exageres. —le responde Jayden, a su lado.

—No exagero —bufa y me da una mirada sobre su hombro—. ¿Por qué tú no estás sudando tanto como yo?

—Porque ella es bonita y las bonitas no sudan. —responde Jayden con diversión ganándose un fuerte puñetazo en el brazo por parte de Sarah.

Hago una mueca ante el golpe, mientras que Jayden solo se ríe.

—Que estúpido eres, Jayden. —rueda los ojos y vuelve a verme, esperando la respuesta.

—Vivo cerca de la playa, estoy acostumbrada a las altas temperaturas.

Suelta un sonido de dolor.

—Te compadezco tanto, Paris. Te admiro y te respeto.

Sonrío divertida y recargo mi cabeza en el respaldo mientras miro las calles que nos rodean.

El viaje hacia acá fue corto y sin altercados en el camino. Cuando subimos al avión, que por cierto era uno privado y exclusivamente para Jayden, fui al asiento lado a la ventana, en donde me quedé solita, porque Sarah, Jayden y sus managers se sentaron juntos. Y, apenas el avión empezó a despegar, los cuatro se envolvieron en una conversación calurosa en voz baja.

La verdad es que no supe de qué iba, porque me quedé dormida casi al instante y cuando desperté, Jayden estaba enfrente de mí, dormido y los demás esparcidos por los asientos del avión.

Lo sorprendente fue que, cuando llegamos, en lugar de yo irme en otra camioneta, todos nos fuimos en la misma, algo que desconozco el porqué.

—Cuando lleguemos, descansen, tomen un baño y en un rato más nos vemos en el lobby para la comida, ¿Ok?—habla JK, el manager de Sarah, mirándonos a todos.

—Si. —decimos al unísono.

—Bien.

—¿Saldré a saludar a mis fanáticas?—cuestiona él cantante.

—Por supuesto —afirma Clarise tecleando algo en su teléfono desde el asiento del copiloto—, pero después de que nos den la habitación.

Al llegar al hotel, varias fanáticas están fuera de el, pero a una distancia considerable como para dejar pasar la camioneta y estacionarse delante del complejo.

Dos jóvenes de mediana edad se acercan con rapidez a las puertas de los lados para abrirlas, y solo se necesita que Jayden ponga un pie fuera del vehículo para que todas las fanáticas enloquezcan y griten con fuerza. Al igual que él salgo del coche, pero del lado contrario, en donde se encuentran las puertas del hotel y en donde las fanáticas de Jayden no me pueden ver.

Entro al lugar con Sarah y su manager, y nos encaminamos al lobby, seguidos de Clarise y Jayden.

—Esperen aquí, iré a pedir las llaves de las habitaciones. —ordena Clarice y se marcha a la recepción junto con JK.

—Espero tener una habitación con vista al mar. —murmura Sarah.

—No te la darán.—responde él cantante.

—¿Y por qué no?—lleva sus manos a la cintura.

—Porque les pedí que te dieran una en el sótano, donde están las ratas. —sonríe con malicia.

Una pequeña risa se escapa de mi boca y tapo mis labios con rapidez, al tiempo en que Sarah rueda los ojos y lo golpea con el puño cerrado como hace rato.