—Así que él sigue aquí, eh.
La voz de mi amiga me saca de mis pensamientos, y dejo de ver a través de la ventana para mirarla sobre mi hombro.
—Si —murmuro y vuelvo mi vista a mi ventana—. Sigue esperándome.
—Estoy tratando de seguir odiándolo, pero si hace cosas como... estás, me cuesta. —dice Aby, posicionándose atrás mío.
Asiento con la cabeza dándole la razón.
—Lo sé.
Han pasado cuatro días desde nuestra charla a través de la puerta y, desde ese momento, él ha cumplido lo que me dijo:
«Te esperaré aquí, por el tiempo que sea necesario, hasta que te sientas lista para hablar»
Al principio pensé que lo decía solo por decir y que al día siguiente se marcharía, pero cuando vi su auto quedarse quiero durante dos días seguidos, con él sentado en el cofre o adentro desayunando, comiendo y cenando, supe que hablaba en serio.
Muy en serio...
La segunda noche que se quedó aquí, me vi en la necesidad de avisarles a mi prima y a mí mejor amiga, por medio de un mensaje que Jayden llevaba dos noches durmiendo fuera de mi casa.
Gran error.
Porque al siguiente día, antes de que mis ojos tan siquiera se abrieran, un par de gritos empezaron a escucharse fuera de mi casa y cuando me levanté a ver de qué se trataba, eran ellas.
Khloe le gritaba tantas cosas inapropiadas a Jayden, mientras que él alzaba sus manos pacíficamente y parecía explicarle algo que, obviamente, Khloe no escuchó, porque estaba muy ocupada insultándolo hasta en latín.
Por un momento pensé que, por la firma en la que mi prima alzaba y movía sus brazos, iba a golpearlos, pero por suerte Aby estaba ahí, reteniendo a mi pequeña prima de la cintura, mientras tiraba de ella a la entrada de mi puerta y cuando por fin entraron las dos, Khloe todavía se tomó el atrevimiento de abrir la ventana e insultarlo por ahí, con Jayden mirándola con susto.
Por suerte, después de ese día, no ocurrieron incidentes y ahora que pasaban a lado de su coche, lo ignoraban categóricamente.
Una suerte.
Algo que también había pasado, es que según mi mamá, durante las noches, mientras yo dormía, Jayden se iba a las 4 de la mañana, para después volver dos horas después y estar aquí para cuándo los primeros rayos del sol aparecieran.
No se como se dio cuenta de eso mi madre, pero supongo que se lo agradezco, tal vez puede ser útil esa información para después.
Si, para que en esas horas salgas a tomar un poco de aire.
Y creo que lo haré, porque desde que Jayden está aquí, no me he atrevido a ni siquiera acercarme a la puerta y eso está afectándome un poco, puesto que necesito respirar el fresco aire del exterior, pero mientras mi ex novio siga ahí, no creo que pueda hacerlo...
—¿Crees que se quede por muchos más días?
La voz de mi amiga me saca de mis pensamientos y alzo mis hombros como respuesta.
—No lo sé, pero si no quiere problemas con su empresa, lo mejor será que se vaya.
—Ojalá no se vaya.
La vuelvo a ver con confusión.
—¿Qué? ¿Por qué?
—Porque siento que aún no te ha rogado lo suficiente.
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Enamorada de una super estrella
Teen FictionParis Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las galaxias y demás. Y así como adora eso, también tiene una gran afición hacia la persona y canciones...