Enamorada de una super estrella

Capítulo 39

Han pasado ya 30 minutos desde que salí de la habitación de Jayden y, durante este tiempo, he visto entrar a dos enfermeras a su habitación y a sus padres moverse de un lado a otro mientras hacen los trámites del hospital y compran las medicinas que le receto el doctor.

Yo no he hecho mucho, más que cargar mi teléfono para conversar con mi mamá y estar sentada en la sala de espera, aguardando pacientemente a lado de Bonnie, ya que Clarise ha estado afuera, charlando con alguien, desde que recibió una llamada, y Sarah no está aquí desde que salí, supongo que lo que le dijo Billy realmente la afectó y, por eso, decidió irse, por lo que podría decirse que solo hemos sido nosotras dos.

—¿Tardará mucho en salir mi hermanito? —cuestiona Bonnie, con la cabeza recargada en mi hombro.

—No creo. Tal vez solo unos minutos más.

—Está bien.

Volvemos a quedarnos las dos en silencio. Yo con mis ojos puestos en la puerta y ella con los suyos cerrados.

—¿Tú sabes porque Jayden se desmayó, Paris?

—No. ¿Tú si?

—No —suspira—. Pero estoy segura de que fue algo malo.

—¿Si?

Asiente y la miro con el ceño fruncido.

—¿Por qué lo dices?

—Porque cuando llegó el avión que transportó a mi hermano para acá, escuché como mi mamá le gritaba a Clarise: «¿Cómo es posible que permitieras que le hicieran eso a Jayden? ¿Qué carajos te ocurre?» Y hoy, que llegó Billy, mis papas casi se le van encima —hace una mueca—. Si no hubiera sido por Sarah, seguro que Billy ahora estaría en esa habitación de hospital.

Hago una mueca.

¿Por qué no dejó Sarah que lo atacaran? Seguro así estaríamos sin un idiota más en el mundo.

—Supongo que mi hermano te contara porque eres su novia o bueno, su ex novia que aún quiere —se corrige y me vuelve a ver con sus ojos brillando de curiosidad—. ¿Si te cuenta me puedes decir, por favor?

No respondo, puesto que no se si lo que vaya a decirme Jayden sea tan grave como para lastimar o angustiar más a su hermana.

—Ya veré, ¿si?—pongo mi mano en su hombro.

Hace un puchero como respuesta.

La puerta de la habitación se abre, abriéndole paso a un Jayden, ya cambiado, con un pants y sudadera gris, y detrás de él salen las dos enfermeras junto con el doctor.

Me levanto de inmediato, junto con Bonnie, y una sonrisa aparece en mi rostro al ver que Jayden está bien y en una sola pieza.

Los ojos de él se iluminan al verme y, con una sonrisa más grande que la mía, se acerca hacía mi, envuelve mi cintura con un brazo y toma mi mejilla con su otra mano, para dejar un corto beso en mis labios.

—Que agradable es volver a besarte.

Vuelve a dejar un beso, está vez más largo que el anterior y cuando se separa, me le quedo mirando con una sonrisa bastante boba.

Un fuerte carraspeo nos interrumpe y me hace recordar que no estamos solos.

—Seguimos aquí, ¿eh?

Vuelvo mi vista hacía un muy indignada Bonnie, quien mantiene sus brazos cruzados y nos mira con los ojos entrecerrados.

Siento la sangre subir y acumularse en mis mejillas.

—Gracias por recordarme, hermanita.

Con una sonrisa divertida, Jayden pone dos dedos en su frente y le da un suave empujón, que hace que su cabeza se vaya para atrás.