Siento unas enormes ganas de llorar y de darme de baja de la universidad cuando escucho la alarma de mi teléfono sonar, anunciando que es momento de levantarme para irme a la escuela, cosa que, claramente, no deseo hacer.
Suelto un resoplido lleno de fastidio y le doy la espalda a la mesita de noche en donde se encuentra mi teléfono y me acurruco en el pecho de mi novio, quien se encuentra acostado a mi lado.
Jayden ríe y la mano que estaba en mi cintura, la desliza a mi espalda y empieza a acariciar mi columna con los dedos.
—Ya es hora de levantarte, Paris
—No quiero.
Vuelve a reír y besa mi cabeza.
—Te dije ayer que te durmieras temprano y no me hiciste caso, Paris, en lugar de eso preferiste preguntar como me había ido en mis últimos meses de gira.
—Pues si —alzo mi cabeza para verlo—, siempre voy a preferir escuchar a mi novio sobre la escuela.
Sonríe y me empuja levemente, de modo en el que yo quedo totalmente acostada y él queda sobre mí, con sus piernas entre las mías y los brazos a los lados de mi cabeza, cuidando de no aplastarme.
—Por eso mismo, hoy no tienes ganas de levantarte, rubia.
Cierro los ojos y hago un puchero y, casi a los segundos, lo siento empezar a besar mi cara.
Sonrío y paso mis brazos alrededor de su cuello.
—Eso no está haciendo que tenga menos ganas de levantarme, Jayden —digo, recibiendo gustosa sus besos—. Ahora tengo más ganas de quedarme acostada a tu lado.
Abro mis ojos al sentir que detiene sus muestras de afecto y lo encuentro mirándome con una ceja enarcada.
—¿Ah sí?
Asiento con una sonrisa.
—Mhm.
—Bueno, pues ahora te van a dar menos ganas de irte.
Lleva su boca a la mía, uniéndolos en un beso. Sus labios se mueven con suavidad y tranquilidad sobre los míos, arrancándome suspiros cada que succiona de mi labio superior.
—Jayden, aún no me lavo los dientes. —digo cuando me separo de él para tomar aire.
Ríe.
—Eso no es algo que me importe en este momento, amor.
Vuelve a abalanzarse sobre mi boca, besándome está vez con más fuerza que antes, y lleva su mano debajo de mi cintura.
Suelto un chillido de sorpresa entre el beso cuando lo siento alzarme de tal manera que su abdomen queda pegado al mío, por lo que enredo mis piernas alrededor de su cintura y, en respuesta, recibo un gruñido de satisfacción que eriza mi piel.
Sin dejar de besarlo, tiro de su nunca, queriendo desaparecer cualquier tipo de espacio que esté entre nosotros; deseando tenerlo lo más cerca posible, y en un impulso por querer cumplir aquel deseo, alzo mis caderas.
Un jadeo me abandona y escucho a Jayden soltar una maldición por lo bajo cuando, al hacer ese movimiento, mi parte íntima roza con una parte de la anatomía de Jayden que prefiero no mencionar.
Me quedo unos segundos sin moverme y con la respiración agitada, antes de volver a repetir aquel movimiento cuando siento un peculiar burbujeo recorrerme del vientre hacía abajo.
—Paris...
Antes de que pueda decir algo más, jalo de su cuello hacia abajo, y empiezo a besarlo con fuerza, dejando de lado toda la gentileza con la que había empezado nuestro beso.
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Enamorada de una super estrella
Teen FictionParis Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las galaxias y demás. Y así como adora eso, también tiene una gran afición hacia la persona y canciones...