Ya ha pasado una semana y media desde la última vez que me despedí de Jayden fuera del hotel en donde me hospedaba, día en el que, también, mi tía me dejó con varias dudas luego de que me pidiera que tuviera cuidado con él. Desde ese entonces no he vuelto a saber nada de ella, a excepción de unas cuantas noticias con respecto a las buenas críticas que ha recibido su nueva línea de ropa, pero sí de la súper estrella.
Luego de que llegué aquí a California, él y yo nos hemos mantenido en contacto. Hablamos todos los días por mensaje o llamada y cuando tiene un poco de tiempo aprovechamos para hacer videollamadas. Aunque ha sido un poco difícil, porque él al seguir con sus conciertos por Latinoamérica, que por cierto terminan hoy, se encuentra muy ocupado, al igual que también la diferencia de horario no ayuda mucho, sin embargo siempre encontramos la forma de charlar al menos un par de minutos.
Aby está fascinada desde que llegué a contarle cómo me había ido en Nueva York y cree que, aunque las palabras que usó fueron un tanto duras e innecesarias y pudo haber utilizado otras, fue por algo un tanto razonable. Y por otro lado está mi mamá que, a comparación de Aby, no le pareció razón suficiente como para volver a dar su voto de confianza, aunque de igual manera no ha comentado gran cosa sobre el tema y ha respetado mis decisiones sobre mantener un lazo con él.
Mi prima Khloe, a quien puse al tanto de absolutamente todo hace un par de días, tiene una relación amor-odio hacía él. No lo perdona del todo, pero tampoco le disgusta Jayden.
Es un avance.
Bueno y si hablamos sobre Alex...
Después del pancho que me vino a armar a mi casa, no he sabido de su paradero y, aunque no quiera admitirlo, lo extraño un poco; hablar con él, salir con él, tenerlo en mi día a día. Sin embargo, algo bueno es que, durante su ausencia, no he sentido ese pánico y ansiedad que sentía cada que se marchaba. Cada que sentía que me iba a abandonar...
Tal vez si he experimentado ese temor en algunos momentos, pero en un pequeño grado, ya no tan exagerado como antes.
Eso me ha hecho sentir un poco bien.
Mordisqueo mi labio y muevo mi cabeza, tratando de alejar esos pensamientos sobre Alex y vuelvo a concentrarme en mi libro de dibujo del sistema solar, que sí, aunque muchos lo consideran infantil, a mi todavía me gusta colorear en esos libritos.
Ya lo noté.
Trazo con mi color negro el contorno del Planeta Marte, teniendo precaución de no salirme de la raya y cuando por fin está todo completado, me tomo un minuto para apreciarlo.
Una sonrisa aparece en mi boca ante mi obra de arte.
—Perfecto.
Desvío mi atención de mis coloreados a mi teléfono celular, que descansa a un lado de mi computadora, cuando empieza a vibrar.
En seguida lo tomo entre mi mano y la sonrisa que tengo en mis labios se hace aún más grande al ver el mensaje de Jayden en la pantalla.
Jay<3: ¿Sigues despierta?
Desbloqueo mi teléfono y entro a su chat.
Paris: Sipi.
Jay<3: Quiero verte.
Mi corazón comienza a palpitar con rapidez y un escalofrío me recorre.
Jay<3: Te marco en 3, bonita.
La sonrisa que cuelga de mis labios es tan grande que los músculos de las mejillas comienzan a dolerme.
Dejo mi teléfono a un lado junto con mi librito de dibujo y arrastró con precaución la computadora por la mesa de centro, hasta que la dejo enfrente de mí.
ESTÁS LEYENDO
Enamorada de una super estrella
Teen FictionParis Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las galaxias y demás. Y así como adora eso, también tiene una gran afición hacia la persona y canciones...