4. Emmaline.

57 6 0
                                    

Quería meterme en la boca del lobo y descubrir todo lo que había en ella. Pretendía conocer los secretos que escondían y asegurar si tenían culpabilidad con la muerte de mi mejor amiga. Sin embargo, no pretendía que sucediera de esta forma. No incluyéndome en el estúpido grupo y no precisamente ocupando este lugar que debería ser de ella. Es ella la que tendría que estar disfrutando de esa fiesta de ayer y su nueva posición.

A mí no me interesa, la verdad, tengo un propósito claro.

A mí me gustó siempre mi vida, aunque para muchos fuera común. Yo era feliz. Jamás me quejaba por lo que carecía, al contrario agradecía por lo que tenía.

Ahora estoy aquí, teniendo que lidiar con estos tres y metida casi de lleno en esa élite que tanto he criticado.

Tendría que buscar otros métodos, otra forma de investigar, pero no hay otras formas. No me admitieron en la universidad a través de la beca y no puedo permitirme pagar la carrera.

—Buenos días preciosa —me saca de mis pensamientos Thomás, mi vecino cazador de millonarias.

—Buenos días Thomás. ¿Qué deseas hoy? —inquiero tras el saludo.

—Deseo tantas cosas rubia bella, pero hasta que no esté la oferta disponible en el mercado seguiré comprando dos panes —comenta.

Apoyo mis manos en el mostrador. Al inclinarme un poco hacia adelante mis senos se levantan aún más, acaparando su atención.

—La oferta no estará nunca en el mercado, al menos no disponible para tí, así que bájate de la nube en la que te levantas cada día —declaro.

—Ya lo veremos, mi rubia —expresa con seguridad.

Prosigo a colocar en una bolsa dos panes y entregárselo. Paga más del dinero que es y se larga.

¿Acaso piensa este imbécil que con dinero me pondrá a sus pies? ¡Qué equivocado está!.

Estaba con las manos apoyadas al mostrador, tranquila, pues en la tienda no habían clientes. Un cuerpo elaborado a manos se dirige a mí. Esa forma de caminar derrocha seguridad y dominio. Sus ojos me invaden, fijos. El maldito rubio está como quiere.

¿En qué estás pensando Emmaline? ¡Es el maldito policía! ¡Él que no sabes si está del lado de la ley o de Élite J!
¿Élite J?

Mierda.

¡Ahora yo también estoy metida de lleno ahí!.

—Señorita Wast —expresa cuando está cerca de mí. Lo único que malamente nos separa es este mostrador.

—Por su forma de expresarse parece el hombre más correcto y serio del mundo, sin embargo sus acciones...—dejo la frase inconclusa y hago una mueca con la boca, una clara representación de "nada que ver".

—Cuidado como te diriges a un policía —declara moviendo su cabeza ligeramente hacia adelante.

¿Por qué siempre parece que nos estamos retando? ¿Por qué siempre hay aproximaciones?.

—¿Me llevará a prisión oficial? —inquiero con burla.

—Falta poco señorita Wast. Cuando descubra que usted está involucrada en la muerte de su supuesta amiga.

—Ya le dije que mi conciencia está tranquila. No le haría daño ni a una puta mosca. De usted no estaría seguro, puesto que tal vez si sepa quién es el verdadero culpable y debido a su obediencia al dinero o poder elige taparlos con un inocente.

—¿Está insinuando que soy un corrupto? ¿Qué mis acciones las mueve o detiene el dinero? —indaga con notable molestia.

—Esas palabras las ha dicho usted, no yo —expreso levantando los hombros.

Caer en su juego [Serie Juegos. Libro I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora