Caer en su juego [Serie Juegos. Libro I]

10. Emmaline

Jasper manejaba de regreso. No podía cerrar los ojos porque veía el rostro del maldito Jonas...aquel rostro que recordaba claramente. Me dispuse a mirar a mis pies fijamente.

Jacob y Jordan estaban a mi lado como si fuesen guardaespaldas. Los malditos asesinos o supuestos asesinos de Jade me hacían sentir segura y no sé porqué carajos lo notaba así.

El auto se detiene y a mi lado los chicos abren la puerta para bajarse. Sigo a Jordan, pues es el único que conocen mis padres, además de tenerlo con supuesto novio.

Pero no llegamos a mi casa, me han traído al club.

—Pedí mi casa...

—Esta es tu casa —me interrumpe Jacob.

Necesitaba mi habitación, sin embargo, encontrarme con mis padres ahora era lo que menos quería. Si notaban rastros de tristeza en mí los preocuparía demasiado y no pretendo darle dolores de cabeza a mi madre.

Entro al club-hogar que tienen los chicos. Debido a las restricciones para entrar aquí hay tranquilidad siempre, algo positivo.

Tengo claro donde iré y es a mi supuesta habitación. Esta no se compara con la mía, más no pretendo que ellos me sigan viendo en este estado.

Subo las escaleras hasta la segunda planta, sigo el pasillo hasta la última puerta, mi cuarto. Voy directo a la cama y ahí me acuesto.

Cierro nuevamente los ojos.
Jonas no volverá, no volverá a tocarme, no volverá a maltratarme. Para él fui un objeto al que utilizó hasta que quiso y luego lo desechó.

Las lágrimas salen sin evitarlo. ¿Tengo miedo?, Sí, mucho.

Mierda.

Me siento ágilmente en la cama limpiándome de golpe las lágrimas que hayan caído por mi mejilla.

Jacob está sentado en la cama, Jordan apoyado a la cómoda con las manos cruzadas y Jasper sentado en una de las butacas enfrente de la cama con un vaso de vodka en las manos.

Noto preocupación en todos, la verdad, se nota a leguas, sin embargo Jasper parece furioso, estresado...

—No tienen por qué pasarse el día detrás de mí. Pueden seguir con sus planes. No ha pasado nada y estaré bien...

—Abre tu boca solo para decir quién era la puta persona que estaba en ese taxi y qué coño te hizo —me interrumpe Jasper.

—Jasper, cálmate —le dice Jacob.

—¿Jonas? —inquiere Jordan y el enojo en su rostro es evidente. No solamente capta mi atención, sino también la de los otros.

No respondo. Opto por quedarme en silencio, pues no sé si quiera comentar mi vida pasada y menos con ellos, a los que no les tengo confianza.

—¿Quién diablos es Jonas? —pregunta Jacob. Anteriormente intentaba calmar a Jasper, pero ahora el exasperado es él.

Sigo en silencio. No pretendo contarles de mi vida. El golpe en el posa brazos de la butaca me hace brincar en la cama.

—Emmaline, o hablas o te sacaré las palabras joder —ruge Jasper.

—Fue su novio...—dice Jordano.

—¿Por qué mierda tú tienes información que nosotros no? —lo interrumpe Jacob.

Los tres están tensos, el ambiente pesado y yo solo quiero olvidar que Jonas ha aparecido.

—Soy su novio —contesta Jordan.

—Deja la ilusión que terminarás en desengaño —responde Jacob.