22. Jasper

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La situación con Emmaline me tiene loco. Me siento aún más posesivo sobre ella después de lo que pasó. Está mal, sí, penosamente mal, porque este es un juego de cuatro y mi personalidad nunca a conjugado con celos.

El sonido de una llamada entrante hace que busque mi móvil en el bolsillo del pantalón. Selena.

Selena se está convirtiendo en un jodido problema. Su intensidad me está aburriendo. Mi encuentros con ella son estrictamente sexuales, no hay nada más. Ni caricias, ni charlas, ni abrazos, ni palabrería, aquí no hay nada. Ni para ella, ni para nadie más. Dicen que cada regla tiene un excepción y la mía también tiene una, la tiene desde hace tres jodidos años «unos ojos verdes».

Todavía puedo verla caminando en nuestra dirección, desafiando a cualquier mujer despampanante que estuviera en esa fiesta, alterando todo lo que en mi interior habita como nunca antes lo había logrado alguien.

El momento que pasamos justamente en el baño de mi habitación en el club también se pone en repeat en mi mente hasta el punto de querer buscarla todo el puto tiempo. Yo que creí conocer todos los placeres de la vida y me faltaba uno...uno que me entregó ella.

El móvil vuelve a sonar y la pantalla vuelve a alumbrarse con el nombre de Selena. Cuelgo en el segundo tono.

Tomarse la atribución de presentarme como su novio fue la gota que derramó el vaso que carga mi paciencia. Pensé que ella solo quería crecer su fama en la Universidad pero ya puedo notar que está involucrando mucho más.

A mí me toman por un sinvergüenza, que juega con todas, que no sé inmuta por nada, que no se estabiliza con una, pero, yo jamás he pintado corazoncitos de colores para nadie, yo jamás he prometido amor y eternidad, yo jamás me he hecho pasar como un chico bueno que quiere vivir una historia de amor. He hablado como gilipollas y he actuado como tal. Quién ha estado a mi disposición lo ha sabido.

Vuelve a sonar el móvil. Cambiaré de número. Me tiene hasta las pelotas esta situación. Emmaline y Selena, las dos me tienen consumiendo estrés. Emmaline por lo difícil que se me hace tratarla, entenderla y tenerla y Selena por la persecución tan jodida que tiene conmigo.

Necesito librarme de esto que llevo, de los pequeños problemas.

Todos guardamos en la vida algo para nosotros mismos. Todos tenemos nuestra propia forma de soltar el estrés que en cierto momento puede consumirnos. Digamos que todos tenemos un lugar donde podemos ser. El mío es LeadeR.

Estoy tratando con dos Jasper. Nunca nadie sería capaz de lidiar con los dos. Y cuando pienso en Emmaline, esta es una forma de demostrarme que ella no podría tratar conmigo y sería una oportunidad de lujo para retirarme de esta estúpido de juego de cuatro hombres por una chica. Sin embargo, sigue mi cuerpo desafiando a todos esos pensamientos.

Mi móvil vuelve a sonar y cuando estaba a nada de lanzarlo por la ventana del auto leo el nombre de mi madre.

Este no es un buen momento para conversar.

El tono que anuncia un mensaje hace que lleve mis ojos a la pantalla del teléfono.

Tu hermana está en problemas Jasper. Por favor, ven a casa.

Automáticamente cambio el rumbo. Kayla, mi hermana menor es la chica que más amo en este mundo. Mi corazón lo tiene ella desde que nació. Soy un hermano que casi nunca está en casa pero que siempre está para ella, para sus problemas. Mi madre no me escribiría si no fuese algo verdaderamente urgente.

Vuelo el camino de regreso a casa. El portón de la entrada se abre veloz indicado por los de seguridad al ver el auto. Apresuro mi paso hasta la entrada de la casa. Mi madre ya abre la puerta antes de yo llegar siquiera.

Caer en su juego [Serie Juegos. Libro I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora