20. Narrador

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Después de las fotografías, el emotivo discurso y corte de la cinta por parte del padre de Selena, todos entran al hotel observando con lupa los detalles del interior.

Un hombre explica las divisiones y espacios con los que cuenta el hotel. Reparten copas de champagne para todos los invitados. Emmaline por instinto o estupidez mira a Niall y este le guiña un ojo.

Emmaline captaba la atención de más ojos de los que ella creía. Selena ardía en furia al no ser ella el centro de atención. La madre ya empezaba a notar cierta inquina pues su marido se estaba comportando diferente, nadie podía notarlo, pero ella sí. Por otra parte el policía la miraba con esos ojos que le provocaban cosas extrañas entre sus piernas. La rubia recordaba lo que pasó antes y declaraba esa la causa para que ella sintiera ese calor. Sus ojos pasan a Jasper y aquello que sentía en su interior se aviva más. Ambos hombres habían visto placer en sus ojos, ambos sabían cuando el deseo era percibido por su cuerpo. El policía sonríe entendiendo perfectamente la posición de Emmaline ahora mismo. Eso no hace más que enfurecer a Olive, quién agarraba el brazo de Niall con más precisión.

—¿Cómo te sientes visitando el castillo rubia del pueblo? —inquiere el padre de Selena.

—De maravilla. Gracias por la invitación señor rey —contesta siguiendo su juego.

—¿Qué cree del castillo? —pregunta él.

—Lujoso —contesta.

—Eres directa y precisa pequeña rubia —comenta haciendo que ella ría—. ¿Cómo le haces para desplazarte entre los ojos de los soldados y salir ilesa?

—El carácter de la rubia no es fácil de tratar —le cuenta—. Requiere resistencia y paciencia. La fortaleza no vale de nada, el poder tampoco, porque aún teniendo ambas puedes volverte chiquito.

Él hombre ríe y arquea una ceja. Veía algo en Emmaline que no podía evitar.

—Es un reto la pequeña rubia. ¿Protagonista de la serie?.

—Simplemente yo —contesta la rubia.

—Joss te necesitan —interviene la mujer, Malody. Observa a Emmaline amenazante para luego seguir a su marido.

Jacob se acerca a la rubia y le coloca su saco sobre sus hombros, intentando cubrir lo que ella mostraba, al menos en la parte superior.

Emmaline se gira buscando al dueño de dicha prenda.

—Cúbrete. Ya has mostrado bastante por hoy —comenta Jacob recorriéndola entera.

—Jacu no estamos para exigir nada. Contrólate —manifiesta la rubia.

Él la mira con tantas cosas dentro que teme explotar en cualquier instante. Sus ojos no han captado otra cosa esta noche que no sea ella.

—¿Has venido sin bragas? —pregunta él.

Se puede afirmar que de los cuatro el más controlador era Jacob. Para el mundo ellos dos no deberían mirarse de esa forma, puesto que el llevaba una relación con su mejor amiga, pero ambos saben la diferencia o lo que realmente pasaba antes a lo que pasa ahora.

—Diminutas, pero ahí están —comenta la rubia sacando de quicio al Jefecito J.

—Ve al baño, quítatelas y traímelas —ordena.

Jacob no necesitaba muchas acciones para volverse loco por ella. Sin embargo a ella las palabras de él le estaban llevando justo al borde del precipicio.  Con Niall por mucho que este no la tocó cayó de la orilla y con Jasper había caído un tramo más. El fondo estaba bastante cerca, con dos caídas más llegaba.

Caer en su juego [Serie Juegos. Libro I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora