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Heeseung sintió los molestos rayos de sol colarse a través de sus párpados.

Sin abrir los ojos se removió de su lugar sintiendo un agradable aroma en toda la habitación.

Se obligó mentalmente a levantarse de la cama, pero su cuerpo no respondía, sus músculos estaban entumecidos; era como si hubiera pasado horas haciendo ejercicio.

Su cabeza empezó a palpitar, justo como hace unos días antes de que llegara su celo.

Su celo...

Se cubrió el rostro con ambas manos y soltó un quejido sin entender porque le deslumbraba tanto la luz y no lo dejaba dormir un poco más.

Pensándolo bien.

En su habitación no entraba luz de sol, las cortinas eran totalmente oscuras.

Abrió los ojos sintiendo una fuerte punzada extendiéndose por todo su encéfalo, se sentó lentamente tratando de ignorar el dolor.

Frotó sus ojos hasta que finalmente se pudo acostumbrar a la luz.

No.

Este no era su cuarto.

Sabía que había estado en ese cuarto antes. No fue hasta que logró identificar esa dulce combinación de vainilla y lavanda picando sus fosas nasales para que finalmente sus neuronas lograran hacer sinapsis.

Dirigió su vista hacia la ventana, importándole poco que los rayos del sol estuvieran quemando sus ojos. Tenía miedo de bajar la vista.

Después de varios minutos cuestionándose a sí mismo su situación y llegar a nada decidió armarse de valor.

Su frecuencia cardíaca se disparó, se imaginó el peor de los escenarios y temblando se inclinó para observar al cuerpo que "dormía" a su lado.

Recargó su espalda en la cabecera intentando regular su respiración.

Carajo.

No recordaba absolutamente nada de lo que había sucedido la noche anterior; más que su cabeza parecía querer explotar y el olor de Karina no había ayudado en nada entonces se la quitó de encima y no recuerda más allá de eso.

Entonces...

Se levantó aún entumecido a darse un baño para limpiarse el sudor y el olor a sexo que emanaba, tratando de enfocar su mente en cosas que no fueran su situación actual para calmarse.

Ya duchado y vestido con la misma ropa de anoche que aparentemente estaba intacta decidió aún temblando hacerse cargo del problema.

Lo primero que su vista enfocó fue las sábanas que en algún momento fueron pulcras y blancas ahora estaban maculadas de sangre.

Después dirigió su vista hacia donde estaba el omega y de un tirón desprendió la sábana que lo cubría.

Pasó saliva al ver la piel lechosa llena de sangre y hematomas. En su cara había marcas de golpes. Bajó a su cuello y pudo divisar los dedos de sus manos ahí pintados junto con una marca recién hecha.

Lo había marcado.

Abrió los ojos sorprendido, había estado ignorando el instinto de su alfa gritándole que cuidara de su omega recién marcado.

Tomó al omega en brazos sintiendo como éste temblaba y se estremecía en sus brazos aunque estuviera inconsciente.

Sintió como una corriente eléctrica recorría todo su ser al cargar a Sunghoon, su alfa aullaba de dolor al ver a su omega en ese estado.

Sumergió el cuerpo del omega con suma delicadeza a la tina llena de agua tibia que había preparado, pero no se esperó que esa agua se volviera completamente roja en segundos.

crucifícame [heehoon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora