—Mis hermanos menores, ellos, fumaban, tomaban, tenían novios y novias, muchos amigos con los que podían distraerse y yo, yo siempre fui tan diferente.
—¿Son... omegas o alfas?
—Uno es alfa, el otro omega.
Heeseung asintió mientras lo escuchaba atentamente, tenía al omega recargado en su regazo y acariciaba sus cabellos suavemente.
—Odiaba tanto estar en casa— bajó la voz mirando hacia el suelo —. Siempre quise saber cómo se sentiría hablar o estar con alguien que no era mi familia. Pero me daba tanto miedo conocer a nuevas personas...
Tardó un momento en hablar, pensando cuidadosamente en sus próximas palabras mientras entrelazaba los dedos y mantenía la mirada baja. —Sentía que cualquier persona a la que me acercara me atacaría y me rechazaría. No fue hasta que huí de ese lugar y tu padre me encontró y me llevó a su casa, que me di cuenta de que no todas las personas son malas, que no siempre tienen que estar gritándote o insultándote. ¿Cómo es posible que las personas que se supone deben cuidarme y amarme sean tan crueles, mientras que aquellos que ni siquiera me conocen son tan amables y buenos?
—Después conocí a Ni-ki, a Jake y me convencí de que los alfas no eran monstruos, ellos fueron mis primeros amigos. Me convencí de que no merecía ser tratado mal por todos, que no debía de sentirme culpable por ser tratado como una persona normal y que estaba bien ser tratado así. Cada que mis padres eran buenas conmigo, yo, me sentía culpable y triste sin entender por qué con una muestra de cariño debía de ponerme así.
Heeseung se limitó a dejar un beso en su frente al escuchar esas palabras. —Eres el ser humano más puro que jamás conocí. —Mantuvo su toque en su cabello. —Te mereces todo lo bueno de este mundo, nunca lo dudes.
Sunghoon al devolverle la mirada pudo percatarse de como Heeseung lo miraba fijamente, parecía querer desnudarlo con la mirada, bajaba lentamente la mirada hacia sus labios que aún estaban pintados de ese delicado tinte rosado.
Para el alfa, fue inevitable unir sus labios sintiendo como los del omega temblaban por su inexperiencia. Los movió lentamente esperando calmar al menor, encontrando en ese beso el dulce sabor a chocolate que aún quedaba del pastel que habían consumido hace poco.
Delineó con su lengua los labios del omega antes de adentrarse con delicadeza en su mielosa cavidad. Sus lenguas se encontraron en una caricia lenta, permitiéndoles saborear cada fragmento de ambos. Creando una conexión en la que ambos se perdían poco a poco.
Heeseung lo atrajo hacia sí, haciéndolo sentarse en sus piernas para sentirlo aún más cerca. Con un movimiento firme, volvió a unir sus labios, tomándolo de la cintura. Su boca, fina y sumisa, respondía a cada movimiento. Disfrutaba de la sensación de su lengua explorando su interior, dominando cada rincón a su antojo.
Sunghoon se entregó por completo, rodeando los hombros del alfa con sus temblorosos brazos y cerrando los ojos. La saliva se deslizaba por las comisuras de sus labios, y cuando Heeseung atrapó su labio inferior entre los dientes, un jadeo suave escapó de su garganta, dejándolo avergonzado por aquel sonido involuntario que traicionaba su deseo.
Nada ni nadie podía romper la burbuja en la que se encontraban. Estaban tan cerca, envueltos en el deseo de sus lobos emocionados, con los corazones latiendo desenfrenados, sus respiraciones fusionándose en una sola y la temperatura de sus cuerpos elevándose gradualmente.
Bajó hasta su cuello lamiendolo saboreando cada parte hasta llegar a su marca que empezó a besar con devoción, satisfecho al ver como había cicatrizado desde que se había encargado de curarla.
El omega ladeó la cabeza dándole más acceso respirando pesado, inevitablemente, buscando más contacto llevó sus dedos a los cabellos del alfa los acarició suavemente haciéndole saber que no se detuviera, que se sentía tan bien.
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crucifícame [heehoon]
FanficHeeseung nunca se va a perdonar lo que le hizo a Sunghoon. ✧ Omegaverse. ✧ Hee | alfa. ✧ Hoon | omega. ✧ Angst. --☆ ¡Contenido delicado, favor de leer con discreción!