Lola, Lola ; Rodrigo Carrera, Carreraaa

Capítulo 32

La tristeza que sentía se convirtió en enojo, enojo por no poder decirle a mi mejor amigo el único secreto que tenía con él. Lucas me había contado cosas importantes. Hace mucho que superamos la confianza, pero no podía contarle porque me imaginaba lo peor si llegaba a decirle que estaba enamorado de Dolores.

Conocía lo suficiente a Lucas para saber que no se enojaría conmigo si se lo confesaba, pero si se enteraba que tuve una relación con ella en secreto no sabía como lo tomaría. Dolores algún día podría mencionar que yo fui su primero novio y Lucas se iba a dar cuenta de todo. Antes de que eso pasara tenía que decírselo porque Iván tenía razón. Si Lucas se enteraba por otros sería peor.

Me preparé toda la mañana para contárselo aunque estaba seguro que al final terminaría diciendo cualquier cosa dependiendo como reaccione Lucas.

Lucas
¿Estás en la terminal? No te veo por ningún lado.

Me quedé mirando su mensaje sin saber que contestar. Estaba nervioso por lo que iba a hacer. No podía dejar de pensar en que pasaría con nuestra amistad después de esto.

Rodrigo
Sí, ahora llego.

Guardé el celular en el bolsillo de mi buzo y me acerqué a donde estaba Lucas con el bebé en sus brazos. Él le acariciaba la cabeza al bebé con una sonrisa triste. Lucas de verdad deseaba haber sido su padre.

—Lucas.

—Gracias por estar acá.

—¿Ya llego la madre?

—No, todavía no.

—Perdóname.

Lucas me miro confundido.

—¿Por qué?

Por ser un mal amigo.

—Se que querías ser papá.

—Eso no es tu culpa.

—No entiendo como las minas te dejan ir si sos re buen pibe.

—Creo que soy un poco intenso.

—¿Un poco? —pregunte con una sonrisa.

—Muy intenso —admitió. —¿Pensas que conozca alguna que le guste mi intensidad y que a mí me guste ella?

—Sí, estoy seguro que vas a encontrarla.

—¿Y si nunca la encuentro?

—Tenés toda la vida para encontrarla.

—También vos.

No quería a otra que no fuera Dolores. La quería tanto que no podía mencionar su apodo sin ponerme mal.

—Te tengo que decir algo.... —murmure, pero pareció no escucharme.

—Llegó el ómnibus.

Miramos a las personas bajar del ómninus. Entre ellos salió una mujer mayor que apenas nos vio se acerco. Me sentía confundido y Lucas también.

—¿Dónde esta Jazmín? —le pregunto Lucas a la mujer.

—Dame a mi nieto.

—¿Ella no vino? —insistió él.

—No te preocupes por ella. Gonzalo se va a quedar conmigo.

—¿No vino a buscar a su hijo?

—A mi hija no le importa a alguien que no sea ella. No pierdas tu tiempo aunque veo que ya lo hiciste cuidando de su hijo por una mentira.

Lucas se quedo callado, mirando serio como le quitaban al bebé. Los planes que él tenía de hablar bien las cosas con la mina se habían arruinado. Pensé que era lo mejor para que no estuviera tan cargado de cosas malas cuando le contará sobre mis sentimientos por Dolores.