Capítulo 37

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Iván

Intentaba mirar al frente y al mismo tiempo sostener a Lucas mientras caminábamos hacía el hotel. Él estaba tan borracho que dudaba que mañana se acordara de algo que le dijera ahora. Lo había perdido solo un segundo y lo encontré así. Era un desastre, y encima me confeso que tomo algo que un desconocido le ofreció porque no quería ser maleducado al rechazarlo. Lucas era un boludo. Lolita no lo podía verlo así.

—El cielo está oscuro, Ivi.

—Es de noche.

—Lo olvide —sonrió, mirando el cielo. —Un día nosotros estaremos juntos ahí.

—¿Eh?

—En el cielo en forma de estrellas.

Se refería a cuando muriéramos y aunque se trataba de un tema delicado, lo hacía sonar tan hermoso.

—Pero tardaremos mucho...eso espero. No soportaría que te pasara algo, Ivi.

—No me va a pasar nada.

—Sí, porque te voy a proteger como un ángel guardián.

No pude evitar reírme por boludeces que decía.

—Estaré siempre ahí para vos, Ivi.

—Yo también voy a estar para vos, Lucky.

—Siento que sos el indicado.

Lo miré confundido, pero me estaba ilusionando.

—¿El indicado en qué?

—Todos tenemos dos mitades. Una es un mujer y la otra es un hombre. La mía sos vos, Iván.

—¿Y cual es tu otra mitad mujer?

Esperaba serio que mencionara a su novia, pero dijo otro nombre que nunca escuche salir de boca antes.

—Lara.

—¿Quién es Lara?

—Mi amiga.

—¿Solo amiga?

—No hice nada con ella que no sea solo besarla, y fue una vez porque no funciono.

—¿Por qué no funciono?

—Ella no sentía lo mismo por mí.

—¿Y vos que sentís por ella ahora?

—Cariño, pero como un amigo.

—Bueno, te funciono con Emilia.

—Eso es lo que me pone mal.

—¿Te pone mal que te haya funcionado una relación con una mina? ¿No era lo que vos querías?

—Es que no la amo.

Me sorprendí al escuchar eso. Lucas siempre la presumía en todas las redes sociales y hablaba de su buena relación en stream. No pensé que no la amara.

—¿Y por qué te pusiste de novio con ella?

—No quería estar solo.

—No estás solo, Lucas.

—Estoy cansado de fingir que no me lastima que nadie me quiera para tener una relación estable.

—No creo que nadie no quiera tener una relación estable con vos.

—¿Tengo algo malo? ¿Tengo que cambiar para que le gente deje de dejarme solo?

—No, Lucas. No tenés que cambiar si no es por vos.

—Emilia me ama, pero aunque también quiero amarla no puedo.

—Tampoco te podes forzar.

—¿Y por qué no?

—¿De que te sirve forzarte a sentir algo que nunca vas a poder sentir?

—Nunca me sentí amado, Iván, y yo amo demasiado. Tengo mucho amor para dar, pero aunque parezca que se lo puedo dar a cualquiera no es así.

—Nunca pensé eso de vos.

—Los chicos siempre me joden que ando de mina en mina, que me gustan todas y eso, pero no me molesta, pero no esto lo que soy.

—Obvio que no.

—¿Y vos amaste a alguien alguna vez?

—Sí, pero lo nuestro con ella se rompió.

—¿Cómo se rompió?

—No sé, solo se volvió posesiva y...nunca conté lo que paso con ella.

—¿Te paso algo malo?

—Primero fueron celos, después desconfianza y al final violencia hacía mí. Éramos muy chicos.

—No la justifiques.

—No lo hago.

—¿Te pego?

—Sí.

—No hiciste nada para detenerla.

—No, porque la amaba.

—Que bien que pudiste salir.

—Me costo, pero lo hice.

—¿No la volviste a ver?

—No, la quise buscar, pero nunca me dejaron mis amigos.

—¿Y para la ibas a buscar?

—Quería volver con ella —le conteste, sin mirarlo por la vergüenza.

—No te sientas avergonzado por eso.

—La sociedad avanzo, pero todavía me siento así por pasar por eso...

—¿Siendo un hombre?

No conteste.

—La sociedad también es hipócrita, y aunque avanzo siguen igual que siempre juzgando a la victima. Lo sé bien.

Lo miré sin entender porque había algo en sus palabras que me hacía ruido.

—¿Te puedo preguntar algo, Iván?

—Sí.

—¿Después de ella volviste a enamorarte?

—Sí, pero es complicado.

—Rodrigo anda en la misma, y también con una mina que no me dijo quién era. Bueno, ¿Y por qué es complicado?

—No quiero decirle lo que siento.

—¿Entonces estás dejando la oportunidad pasar?

—No creo tener una oportunidad.

—Pero si sos re lindo, Iván. No tengo masculinidad frágil como para no decírtelo.

—Se que no la tenés desde que nos conocimos y me dijiste que tus flores favoritas eran las margaritas.

—¿Te acordas de eso? Yo no me acuerdo nada.

—Sí, me acuerdo que hiciste darme cuenta que los hombres también pueden tener flores favoritas y recibirlas.

Lucas se rio.

—Te envié flores después de eso.

—Orquídeas.

—Pensé que no sabías nada de flores.

—No, pero Lolita me hace aprender, y las orquídeas se convirtieron en mis flores favoritas porque fueron las primera que recibí.

—¿Por qué te las di yo? Me siento especial.

—Sos especial, Lucky.

—No, solo soy un chico.

—Y yo también solo soy un chico.

—Somos nosotros y eso está bien.

—¿Nunca pensaste que la persona que pueda hacerte feliz esta cerca tuyo?

—¿Cerca mío?

—Enfrente de vos.

Lola, Lola ; Rodrigo Carrera, CarreraaaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora