Una semana había pasado desde el mensaje que me envió el número desconocido. Le escribí un montón de veces, pero no me respondió nunca y me inquieta que lo haya dejado todo así nomás. Alguien sabía que estuve con Dolores aunque parecía que no se entero que terminamos, y sentía que era una amenaza para mí.
Intenté no pensar en eso y ponerme feliz porque no necesitaba más las muletas e iríamos a la velada del año II. Nuestras cosas estaban empacadas y la ropa que ibamos a usar. Lucas no dejaba de hablar de lo emocionado que estaba.
—¿Te imaginar algún día pelear nosotros en el ring? —me pregunto Lucas mientras agarraba la enorme valija con las cosas de Dolores.
Sin dudas me ganaría él porque había hecho boxeo por más de seis años y aunque dejo por la pandemia seguía en una buena forma.
—No, gracias. No me gustaría comerme una piña tuya.
—Si entrenas podes ganarme.
—Unos meses no pueden superar años de practica.
—¿Decís que le lleve más ropa a Lolita?
—Le pusiste todo el ropero en la valija, Lucky.
—Ella esta acostumbrada a tener sus cosas a mano.
—No nos vamos por tanto tiempo para que lleves el departamento en esa valija de pingüinos.
—Los cambios son difíciles para Lolita, Rodrigo.
—Necesitas calmarte un poco.
—Sí, tenés razón. Es que me da miedo arruinarlo.
—¿Y qué vas a arruinar?
—Estoy aprendiendo a cuidarla aún y no quiero arruinarlo porque soy la única persona que ella va a tener en el futuro cuando mis viejos no estén.
—Eso no es verdad. Ella también me tiene a mí.
—Sí, su hermano del alma.
—¿Y Emilia? —cambie de tema rápido.
—Esta guardando sus cosas.
—No me digas que viene con nosotros a la velada, ¿por que me lo decís recién ahora que estamos a unas horas de ir al aeropuerto...?
—Ella no va a venir con nosotros.
—Pensé que sí porque dijiste que está guardando sus cosas.
—Me va a cuidar el departamento.
—¿Y qué pasa si te lo vacía cuando volvamos?
—Te dije que ya no hace esas cosas.
—¿Cómo sabes eso?
—Le dije que no es necesario que lo haga porque puedo pagarle lo que quiera.
—¿Una relación recíproca sabes lo que es?
—No comiences, Rodrigo.
—Emilia no es para vos.
—¿Y quién es para mí?
—No sé, pero no es ella, Lucas.
—Sé lo que hago.
—Estás negando lo que sentís pensando que eso va a cambiar y nunca lo va a hacer.
La mirada se le perdió por unos segundos.
—Acéptalo Lucas.
—No es tan fácil aceptar esto.
—¿Por qué no?
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Lola, Lola ; Rodrigo Carrera, Carreraaa
FanfictionRodrigo sentía algo por Lola, pero había un problema. Ella nunca se daría cuenta porque no podía concentrarse en su entorno y a penas no le tenía miedo.