Lola, Lola ; Rodrigo Carrera, Carreraaa

Capítulo 61

Diciembre 24, 2022.

Le miré las manos con unas enormes ganas de tocarlas. Esté último tiempo quería sentirla todo el tiempo. Cada vez era más difícil mantener la distancia. Le preguntaba todo el tiempo si podía darle un beso, si podía tocarle la cara, las mejillas, la cabeza, las manos, el cuello y así, pero no era suficiente. Intentaba no ser tan pesado con el contacto porque a ella no le gustaba, pero se estaba por ir en dos días a Alemania. Además, si era por mí ella intentaba aguantar el disgusto porque me amaba.

Me ama.

Me ama y yo a ella también.

—Muérdago —dijo Lucas antes que chocara con él en la cocina.

—Tu pecho está re duro.

Lucas me dio un beso en la mejilla.

—Estuve entrenando —sonrió orgulloso.

—¿Volviste al gimnasio?

—Tomás Mazza me convenció, aunque es difícil dejar las hamburguesas, las pizzas y toda la comida frita para seguir la dieta para mejores resultados. Recordé porque deje el gimnasio y el boxeo.

—El boxeo lo dejaste porque te rompiste el brazo.

—Eso fue tu culpa.

—No tenemos porque recordar como te rompiste el brazo.

—Encima me lo rompiste antes del torneo en mar del plata.

—Te pedí mil disculpas.

—Y no te perdone todavía.

—¿Y si me perdonas porque es navidad?

—No es navidad hasta las doce.

—No seas resentido.

—Mira quién lo dice.

—¡No soy resentido!

—¿Entonces porque seguís pensando que Ruth Duarte es mala persona?

—Ruth Duarte es una mala persona, ¿y por qué la mencionas justo ahora?

Lucas se quedo callado.

—¿La volviste a ver?

No me contesto y eso me hizo saber que si la vio de nuevo.

—Espero que mínimamente no la hayas saludado.

Lucas se metió una cucharada de ensalada de frutas a la boca, seguro para no hablar.

—No te comas la ensalada todavía y háblame.

—¿Cómo no la voy a saludar si la busque?
Parpadeé, sorprendido.

—¿La buscaste? ¿Por qué harías eso?

—Es un tema personal.

—¿Para tu mejor amigo es un tema personal?

—Bueno, más bien delicado.

—¿Desde cuando te hablas lo suficiente con Ruth Duarte para que entre ustedes se confíen un tema personal y delicado?

—Rodrigo por favor. Las personas no son lo que uno piensa.

—Lucas no la conoces.

—No, vos no la conoces.

—¿Y por qué perdería mi tiempo en conocerla después de lo que le hizo a tu hermana? Deberías ser el primero en odiarla.

—Pero no puedo odiarla.

—Porque sos demasiado bueno, pero yo no perdono.

Me acerqué para sacarla el cucharón antes de que lo meta a la boca de nuevo.