Capítulo 56

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Lola se acercó a la camilla sin decir ninguna palabra. El silencio era insoportable pero aun así me quede callado, mirándola con detenimiento. Después de estar tanto tiempo alejado de ella lo único que quería ahora era apreciarla. Estaba un poco cambiada. No sabía qué, pero algo cambio en ella. Estaba seguro.

—Estas despierto.

—Sí, estoy despierto.

Entonces paso algo que no esperaba que pasara. Ella me abrazo. Era nuestro primer abrazo si no me equivocaba, el primero que me daba sin obligación. A Lola no le gustaban los abrazos, pero no había dado uno sin habérselo pedido.

—Pensé que no ibas a despertar esta vez, Rodrigo —los ojos se le comenzaron a poner rojos, y la voz a quebrarse. —Cuando el auto te llevo. Horrible. Horrible. Horrible.

No me quería imaginar la reacción de Lola al ver el accidente. Debió ser como decía ella "horrible".

—Fue horrible, Rodrigo.

—No pienses en eso, ¿sí? Ya está.

—Perdón.

—¿Perdón por qué?

—No te creí cuando me dijiste que no me engañaste. Emilia...

—¿Te dijo que no fue así? —completé.

—Sí, ella me dijo que no estuviste con ella.

Negué con la cabeza, extrañado. Entonces esa parte no fue completamente inventado por mi cabeza. Esperaba que lo demás -como el matrimonio- si lo sea. Le miré las manos, buscando entre sus dedos algo diferente, pero lo único que me encontre fue ese anillo con un pingüino. El que compartíamos desde su fiesta de quince.

—Lola no estuve con ninguna otra ni siquiera después de que terminaras conmigo. Esas dos veces en la que estuvimos separados me hizo saber que no puedo vivir sin vos. Lo que siento por vos es tan fuerte que las demás no existen, no me gustan, no me mueven un pelo.

Estaba perdido en ella.

—Lola cuando nos hicimos novios desde el principio sabía que no quería arruinarlo y si lo arruinaba no me hubiera dado la cara para pedirte que volvieras conmigo.

Me bajé un poco la manta para sacar mi brazo y entenderlo hacía ella.

—¿Te puedo tocar la cara?

—Sí, podes hacerlo.

Mi mano se apoyó en su mejilla.

—No tenés que pedir perdón por nada. Quién tiene que pedir perdón soy yo a vos por no decirle a Lucas desde el principio que éramos novios. Me dijiste que no te gustaba que lo ocultara de tu hermano y no te hice caso. Eso fue muy malo de mi parte no escucharte.

—¿Por qué no se lo dijiste desde el principio?

—Tenía miedo de me odiara.

—¿Por qué te odiaría por ser mi novio?

—Pensé que me iba a odiar porque a hermanos mayores no les gusta que sus amigos salgan con su hermana menor.

—Lucas recién me dijo que si volvía con vos iba a hacerlo feliz.

—¿En serio te dijo eso?

—Sí, lo dijo en serio.

Miré por unos segundos los claveles amarillos.

—¿Y eso te haría feliz a vos Lola, Lola? ¿Volver conmigo?

—No.

—¿No?

No era la respuesta que quería escuchar pero no la podía obligar a que dijera lo contrario y tampoco me gustaría. Si no sentía lo mismo que yo estaba bien, pero me dolía.

—¿Pero cuando estuvimos juntos antes te hice feliz?

Necesitaba un consuelo y eso dependía de que me contestara que sí.

—Sí, Rodrigo. Me hiciste feliz y sé que me haría feliz volver con vos pero no puedo.

—¿Pero si te haría feliz porque me dijiste que no?

—Te dije que no quería volver con vos.

—¿Y por qué no podes volver conmigo? Si se puede saber.

—Me voy a ir a Alemania y sería cruel.

—¿Qué seria cruel? ¿Qué sigamos siendo novios aunque estés lejos?

—Sí, eso es cruel, Rodrigo.

—Eso sería una relación a distancia.

—Las relaciones a distancia no funcionan.

—Nosotros podemos hacerla funcionar. Solo van a hacer unos años.

—¿Y si no vuelvo?

No pensé en esa posibilidad.

—No sé.

—No puedo volver con vos, Rodrigo.

—¿Y sí volves serías mi novia?

—No sé, Rodrigo.

—Por vos espero el tiempo que sea necesario. No me importa si pasan dos años o diez. Sí volves y me seguís amando, ¿volverías conmigo?

—Sí, volvería con vos.

—Entonces quedemos como amigos.

—Bueno.

—Bien —sonreí.

—¿Y que pasa si empezas a amar a otra persona? ¿Si yo empiezo a amar a otra persona en Alemania?

—Estoy seguro que no voy a amar a nadie como te amo a vos.

Era imposible en este punto que hubiera otra porque es y siempre será Lola, Lola.

—Si vos empezas a amar a otra persona estando en Alemania....está bien. Puede pasar. Uno no tiene un solo amor en la vida o al menos no la mayoría.

¿Por qué me dolía tanto decirle eso?

—No va a pasar nada si no volvemos a estar juntos algún día.

Lo que me costo decir eso, pero era lo más maduro. A veces simplemente no se podía ahora. Tal vez en el futuro se iba a poder y por eso la iba a esperar.

—¿Cuándo te vas a Alemania?

—Después de que terminen los CAAWARDS.

La miré, desconcertado.

—¿Qué día es hoy?

—Sábado 19 de noviembre de 2022.

Había estado casi dos meses en coma.

—¿Y que día son los CAAWARDS?

—26 de diciembre.

Cinco semanas.

En cinco semanas los hermanos Di Bianco Romero iban a dejar Argentina.

Cinco semanas que esperaban que fueran eternas.

Lola, Lola ; Rodrigo Carrera, CarreraaaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora