Capítulo 51

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Iván

Lolita estaba sentada en el sillón todavía con el pijama puesto -siendo que eran como las cuatro de la tarde-, mirando una serie animada que encontré en netflix. Cuando vi a un pingüino en la portada no dude en reproducir el primer capítulo y pareció gustarle porque no me pidió que cambiara. Estuve atento con ella desde ayer porque era la primera vez que me quedaba solo con ella y, además, ellos no estaban que eran los que sabían cómo tratarla ante cualquier situación.

—Buenos días chicos —miré a Emilia bajar por las escaleras. —¿Qué estás mirando, Lolita?

—Pororo.

—¿Lola no te olvidaste de decirle algo a Emilia?

Lola se quedo pensativa.

—No.

—No la saludaste.

—Perdón, buenos días Emilia.

—No te disculpes —Emilia me miro. —No es necesario que le pidas eso, Iván.

—Lucas no está entonces le tengo enseñar estas cosas y... —le sonreí. —Buenos días Mimi.

—¿Y cómo dormiste?

—Casi no pude dormir. La estuve mirando todo el tiempo, esperando a que se durmiera. Este es un lugar nuevo para dormir...

—Lo entiendo. Estudie acompañante terapéutico.

La miré sorprendido. Creía que no había terminado sus estudios por querer "vengarse" de mí.

—¿Estudiaste en la facultad?

—¿Te sorprende? Todavía no me recibí, pero hice prácticas, y conocí a personas como Dolores, pero un poco diferentes.

—No pensé que te interesara el área de salud.

—Te quedaste en cuando yo tenía quince años, Iván.

—Esa fue la última vez que te vi.

—¿No tenés más de esos chocolates que estaban en la heladera?

—¿Mis chocolates de Brasil? ¿te los comiste todos?

—Mil disculpas, pero no sabía que eran de Brasil.

—No pasa nada.

—Tengo más hambre que de costumbre.

—Es normal si antes no comías con ese pibe con cual te estabas quedando.

—Me dejo quedarme sin nada a cambio y eso me parece un buen gesto.

—¿Sin nada a cambio? —repetí, incrédulo.

—Bueno, le conseguía...digamos que florecitas.

—¿Florecitas?

—Sé que me entendes.

—¿Qué tipo de flores? —le pregunto Lolita, acercándose a nosotros. —¿Margaritas, hortensias, amapolas, rosas, girasoles, narcisos...?

—No estamos hablando de flores, Lolita —contesto Emilia.

—Emilia, ojo con lo que vas a decir —le dije, serio.

—Pero dijiste "florecitas", Emilia.

—Dientes de león, eso es lo que le daba a mi amigo porque le encantan.

—Los dientes de león son una planta, no una flor.

—Entonces soy una pelotuda que no sabe distinguir una flor de una planta. Mala mía.

—¿Lolita por qué no vas a mirar Pororo?

—Quiero ver a mi hermano.

Tragué saliva.

Lola, Lola ; Rodrigo Carrera, CarreraaaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora