Víctor abrió los ojos.
Todavía era de noche.
No, solo se sentía así.
Estaba oscuro dondequiera que mirara, y ni siquiera podía oír su propia respiración.
¿Cómo podría no haber ruido en absoluto?
Víctor instintivamente agarró la espada y la desenvainó. Mientras balanceaba su espada, sintió que algo cortaba.
Sus ojos aún estaban oscuros como si estuvieran envueltos en una niebla negra, pero sus otros sentidos estaban agudizados.
Se centró en todas las direcciones.
Agitó su espada como una bestia salvaje y derribó a los que lo atacaron, uno por uno.
Balanceando su espada, lentamente se dio cuenta.
'Asesinos.'
Eran claramente asesinos, debido a su elección de arma y técnica de ataque.
Había más de uno o dos. El número de atacantes siguió aumentando a pesar de que balanceó su espada y cortó a sus oponentes.
Él ya sabía la razón.
Recordó la historia de los caballeros que fueron asesinados por asesinos en una noche.
Más y más miedo llenaba su mente.
Gritó los nombres de sus camaradas.
—¿Hermano? ¿Aslan? ¿Helio?
Pero, por extraño que parezca, no podía oír su propia voz.
No había forma. Las palabras de Carlz pasaron por su mente desesperada.
—Debe haber sido obra de magos.
Se puso pálido cuando se dio cuenta de lo que sucedió mientras dormía. Aunque ciego, tenía los sentidos más agudos que nadie.
Cortó a través de los asesinos sin cesar. Cuanta más sangre fluía de su espada, más débil se volvía la magia. Cuanto más atacaban, más rápido era Víctor. Balanceó su espada frenéticamente y oró fervientemente en su corazón.
'Por favor, por favor, por favor.'
En el momento en que mataron al último asesino, la magia se rompió.
Estaba tranquilo. El sol que salía lentamente se filtraba a través de la ventana grande. Excepto por los cadáveres apilados a su alrededor, el paisaje no era diferente de lo habitual.
Víctor salió corriendo de su dormitorio sin tener tiempo para mirar más de cerca. Gritó.
—¿Helen? ¿Sigmund? ¿Alshi? ¿Dónde están?
Corrió al dormitorio de al lado y abrió la puerta de golpe.
Los cuerpos estaban esparcidos por todo el piso. Hubo quienes murieron indefensos mientras dormían, y quienes empuñaron sus espadas y murieron en combate.
Víctor siguió corriendo. Vio a los que estaban alerta y a los que se cayeron de sus tiendas. Sus colegas estaban tan muertos de frío que sus ojos todavía estaban abiertos.
Pero no hubo tiempo para sentarse y cerrar los ojos.
Tenía a alguien a quien proteger.
—¡Hermano! ¡Hermano Theon!
Víctor lloró hasta que le estalló la garganta.
'Esto no puede ser.'
'¡¡Esto no puede ser!!'

ESTÁS LEYENDO
Amarion
RomansaLa muerte no puede dormir ---------✧--------- Publicada: 20/05/23 Finalizada: -------------------