¡Ay dios mío!
Amarion se mordió el labio para contener la risa, pero a los dos no parecía importarles lo que los rodeaba.
—En serio, hace mucho tiempo que no te veo. ¿Cómo estás? ¿Ya te recuperaste del resfriado? La medicina que te envié...
—No te preocupes, estoy bien ahora. Pero tus manos están muy...
Sir Leonard escondió rápidamente su muñeca vendada detrás de su espalda.
—Es solo un rasguño. Estoy bien.
—Pero...
Julianna miró al caballero rubio y se mordió el labio. Sus grandes ojos se llenaron de lágrimas.
—Estaba muy preocupada. Siempre escondes cuando te hieren en nuestra correspondencia.
—Estoy bien, lamento haberte preocupado.
—No te disculpes. Luchaste con honor, ¿no? Es solo que... ha pasado demasiado tiempo...
La dama apretó los puños y evitó su mirada.
—Te extrañé, Leonard.
Leonard abrió la boca sorprendido. Su rostro ardía como una hoguera.
¡Pero ni siquiera parpadeó cuando una Quimera le gritó en la cara!
Él tartamudeó en respuesta.
—Yo también, Julianna.
Amarion se tapó la boca, al igual que las criadas que acompañaban a Julianna.
Eran tan lindos que daba vergüenza mirarlos.
Amarion entendió por qué su historia se había extendido por todo Morte.
Se alejó de la pareja con Sir Raoul, sintiendo picazón por una soledad desconocida. Querían darles tiempo a los amantes a solas.
***
—Este es el mejor momento.
Raoul se lamentó mientras subían el polvoriento sendero de la montaña.
Amarion sonrió mientras conducía su caballo hacia el paso de montaña.
—¿Es eso así?
—Por supuesto. No viven juntos y no tienen hijos. ¿Acaso el noviazgo no consiste en caminar de la mano? En esos momentos, no hay nada que desear en el mundo. ¡Pero el matrimonio es diferente!
Raoul suspiró.
—Después de un año o dos, todas las ilusiones se hacen añicos. El amor no es el mismo, tus hijos lloran todas las noches y, antes de envejecer, tienes que sentirte segura.
—¿Lo has experimentado de alguna manera?
—Sí.
—¿Qué?
Raoul se encogió de hombros con calma.
—Estoy casado. Tengo esposa e hijo en mi ciudad natal.
—¡¿Qué?!
—Espera, ¿ni siquiera nos lo dijiste?
Los otros caballeros intervinieron. A juzgar por su aspecto, parecía estar en su mejor momento.
Raoul tiró de las riendas con firmeza.
—¿De qué estás hablando? Estábamos en medio de una guerra.
—¡De todos modos! ¿Tienes algún retrato?
—No.
Ah.

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Amarion
RomanceLa muerte no puede dormir ---------✧--------- Publicada: 20/05/23 Finalizada: -------------------