KTS ( besar a un desconocido)

CAPÍTULO 5

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El corazón latía tan rápido que sentía que mi pecho estaba resonando. Mientras notaba cómo mi rostro se sonrojaba, no podía evitar la vergüenza y no podía apartar la mirada.

"Uh, yo, esto..."

Habría sido genial si pudiera haber olvidado eso también, si iba a perder la memoria.

A pesar de mi amarga queja, la situación no cambió. La mirada del hombre persistió en mis labios temblorosos, y sin darme cuenta, también estaba mirando sus labios. En el momento en que recordé sus labios cubiertos de saliva, grité desesperadamente:

"¡Espera, te estaba dando la medicina!"

"¿Medicina?"

Preguntó el hombre. Su mirada seguía fija en mis labios. Hablé apresuradamente.

"Sí, tenías fiebre y no estabas en condiciones de tomar la medicina, así que... no tenía otra opción, lo siento".

¿Era una disculpa adecuada? Se me ocurrió demasiado tarde y ya no podía retractarme de lo que había dicho. El hombre finalmente desvió su mirada de mis labios. Nuestros ojos se encontraron, pero eso no mejoró la situación en absoluto. Mi corazón seguía latiendo descontroladamente, mis mejillas estaban ardiendo. Aunque no miré mi propio rostro, tenía la sensación de que debía estar más rojo que un tomate.

A pesar de lo incómoda que debía parecer mi situación, el hombre extrañamente no apartó la mirada. De hecho, parecía estar en algún tipo de trance. ¿Le sorprendió tanto que mencionara haberlo besado después de darle la medicina? Por un lado, me sentía injustamente juzgado, pero cuanto más hablaba, más empeoraba la situación, así que tuve que cerrar la boca.

"Oh".

Cuando cerré mis labios, el hombre emitió un sonido repentino. Sus ojos se aclararon como si de repente hubiera recobrado la conciencia.

La atmósfera se volvió repentinamente incómoda. Por alguna razón, ambos giramos la cabeza, evitando mirarnos y comenzamos a ocuparnos en otras cosas. Me apresuré a terminar de arreglar la cama y me estiré.

"Bueno, primero, duerme un poco. Después de dormir, podemos pensar de nuevo... incluso el cerebro necesita un descanso".

Dicho esto, me levanté apresuradamente. Afortunadamente, el hombre no me detuvo. Cuando salí de la choza y desaparecí completamente de su vista, finalmente pude exhalar un suspiro de alivio.

¿Qué fue eso, en serio?

Mis mejillas ardientes no se enfriaron fácilmente. Me esforcé por enfriarlas agitando mis manos y pensando una y otra vez. Fue realmente con una intención pura, pero mirando hacia atrás, no podía evitar sentirme tan avergonzado. No volvería a hacer algo así si se presentaba una situación similar. Cuando reflexioné sobre cómo la iluminación a menudo venía acompañada de vergüenza y pensé en eso, de repente me di cuenta de otra verdad.

Fue mi primer beso.
En ese momento, un nuevo hecho golpeó mi mente.
Un hombre que ni siquiera conozco, que nunca había visto antes.
Y no fue lo único. Me di cuenta de nuevo.
Además, él estaba inconsciente mientras me abalanzaba sobre él.
Mi primer beso, así fue.
Con un hombre que no conocía en absoluto.
Atónito por la sucesión de impactos, me quedé quieto durante un rato, con los ojos bien abiertos.
De todos modos, nunca tuve suerte en el amor ni nada por el estilo.
Después de un rato, me puse a cortar ramitas de árbol con esfuerzo, tratando de distraerme.
No había motivo para preocuparse por un contacto con esa persona, ya sea hombre o lo que sea. Al menos tuve mi primer beso antes de morir, ¿verdad? En realidad, él es el que no tiene suerte, besar a alguien de la nada como yo.
Un gran tronco cayó con un golpe sordo.
De todos modos, no debe haber sido su primer beso.
Incluso a simple vista, él era mucho mayor que yo. Incluso si dejamos de lado la altura y el tamaño, parecía tener al menos cinco años más que yo. Podrían ser más, quién sabe. Probablemente está casado, con una esposa e hijos, tal vez tres, o incluso diez...
Mientras divagaba por mi imaginación, encogí los hombros.
Estoy seguro de que tiene una familia esperándolo en casa.
Al menos, no estoy solo, pensé, y de repente la sensación de soledad que había estado olvidando me invadió. No, no puede ser. Agité la cabeza con urgencia. Una vez que te das cuenta, ya no puedes dar marcha atrás. Puedes vivir así, como si no supieras nada, por mucho tiempo. Diez años, veinte años... muchos días por venir.