KTS ( besar a un desconocido)

CAPÍTULO 148

Después de alejarnos del palacio real, de repente sentí una atmósfera diferente. El tenue olor de la arena calentada por el sol se mezclaba en el aire, y me di cuenta de que habíamos salido al desierto. Aunque las ventanas de automóvil seguramente estaban cerradas y el aire acondicionado encendido , no pudimos eliminar completamente el olor interminable de la arena.

"Cof, cof".

Me picó la garganta, y después de toser varias veces, el príncipe me abrazó y me puso algo en la boca. Me di cuenta de que era agua, sintiendo una sensación fría y húmeda. Bebí algunos sorbos con cuidado y, después de eso, mi garganta se sintió un poco mejor.

"Gracias..."

Cuando le agradecí brevemente, él me besó en el cuello sin decir una palabra. Dado que esta situación se repitió continuamente hasta que dejamos el palacio, no me sorprendió mucho, aunque me sentí desconcertado. Asgail siempre me sostenía y me abrazaba, y por las noches, me arrullaba en sus brazos antes de dormir. Al no haber tenido un momento para alejarme de él durante todo el día, me preguntaba por qué estaba haciendo esto conmigo, pero no me atrevía a preguntarle. Una vez más, simplemente incliné la cabeza y cerré los ojos para dormir.

Después de un rato en silencio, nos alejamos más del palacio. De repente, el aire cambió y la sensación del suelo bajo el automóvil también cambió. ¿Habíamos salido del desierto? Cuando pensé eso, el automóvil redujo la velocidad y Asgail murmuró junto a mi oído como si hablara consigo mismo.

"Llegamos".

Inconscientemente, me tensé y encogí los hombros. Inmediatamente, el príncipe heredero se dio cuenta y me abrazó. Con la cabeza apoyada en su pecho, murmuró suavemente.

"Está bien, no hay nadie que se atreva a hacerte daño frente a mis ojos".

Un dulce aroma se esparció suavemente a mi alrededor. Como si tratara de tranquilizarme con ese suave olor, simplemente asentí ligeramente con la cabeza. Aunque los suaves besos de Asgail tocaron mi mejilla nuevamente, no pude relajarme debido al temor repentino de que este hombre pudiera cambiar de repente. No tenía razones para aceptar la amabilidad del príncipe de manera pura y simple.

Finalmente, el automóvil se detuvo y luego se escuchó el sonido de la puerta abriéndose. Hasta ese momento, Asgail, que me sostenía en su regazo, me bajó del auto sin soltarme. Aunque podía caminar, todavía me sostenía. Aunque la razón era que no podía ver, no dejaba de ser incómodo. En ese momento, me pregunté si él seguiría caminando sosteniéndome.

"¡Su Alteza! Bienvenido, es un honor que haya venido personalmente".

Repentinamente, escuché un grito estruendoso que me sorprendió, me quedé boquiabierto, ahogué un grito y contuve la respiración. Asgail, que me abrazaba más fuerte, reprendió con una voz severa.

"Baja el volumen, Namar".

Inmediatamente, todo a mi alrededor se volvió silencioso. Conteniendo la respiración, incliné la cabeza para escuchar. Hubo un ligero temblor en el suelo, acompañado por el sonido de pasos. Era Asgail moviéndose. No pasó mucho tiempo antes de que la voz anterior resonara cerca.

"Debido a que el señor tiene molestias en el cuerpo, ruego que perdone mi atrevimiento al transmitir sus saludos en su lugar, Su Alteza".

Ante el informe del hombre llamado Namar, Asgail respondió sin mostrar ninguna emoción en particular.

"He escuchado al respecto. Guíame primero a la habitación donde descansaré".

"Sí, Su Alteza".