KTS ( besar a un desconocido)

CAPÍTULO 99

"¡...!"

No pude entender qué estaba sucediendo. El rostro de Asgail se reflejaba vagamente en mi campo de visión. Tenía los ojos cerrados. ¿Estaba tratando de negar que estaba besando a alguien como yo? Junto con ese pensamiento, mi pecho se apretó. ¿O simplemente estaba tratando de mantenerme callado porque no soportaba verme llorar? Tal vez solo quería lidiar con sus deseos, y por casualidad, la única persona que estaba frente a él era yo.

No creo que esto esté sucediendo porque él me quiera. Porque yo soy un omega.

Incapaz de soportar más la realidad, cerré los ojos también. Lo único que sentía eran la cálida temperatura de nuestros cuerpos en contacto, sus fuertes brazos que me rodeaban la cintura y sus labios explorando los míos.

Ah, haah, haah.

Era difícil respirar entre sollozos y besos. Aproveché el momento en que se separó por un instante para respirar apresuradamente, pero pronto el beso continuó y mi mente se volvió borrosa. Mi cuerpo débil se inclinó hacia atrás. Pronto sentí el suave colchón debajo de mí y me di cuenta vagamente de que Asgail me estaba acostando en la cama.

"Haah, haah".

Cuando sus labios se alejaron, inhalé rápidamente. Su beso recorrió desde mis labios hasta mi barbilla, mi cuello y mi clavícula. Su cálida mano subió por encima de mi delgada camisa, explorando mi pecho. Me sentí avergonzado de mi pecho delgado y quise apartar su mano. Sin embargo, por más que lo intentara, Asgail no se movió. Más bien, como para ridiculizarme mientras luchaba por quitar su mano, me agarró la muñeca con fuerza burlándose de mí al acariciar mi pezón.

"Ah, haah".

Había pasado demasiado tiempo, y de manera vergonzosa, sin siquiera darme cuenta, solté un gemido. Cada vez que sus gruesos dedos presionaban mi pezón, mi cintura se estremecía involuntariamente. Asgail levantó mi pierna sin dudar, extendiendo mis rodillas de manera amplia, como si fuera algo natural. Su cuerpo se deslizó entre mis piernas como si fuera algo obvio, dejándome atrapado entre él y el colchón, sin poder moverme.

La tenue fragancia de feromonas se volvió más fuerte. No era lo mismo que antes, cuando me abrumaba y vertía sobre mí. Era un aroma que derretía suavemente mi cuerpo de manera dulce, lo que provocó que mi respiración se volviera agitada.

Los besos volvieron a mis labios. Nuestras lenguas se acariciaron, y nuestras mitades inferiores se tocaron. Cuando la parte delantera hinchada chocó contra mi parte inferior, una sensación de hormigueo recorrió mi estómago. La mano que intentaba apartar la suya se relajó, y vacilante, moví la mano hasta su hombro. Pero eso fue todo. No pude seguir adelante. No pude realizar el acto de abrazar su cuello sin dudar como solía hacer. No podía hacerlo, simplemente respiraba, y Asgail comenzó a acariciar la parte inferior mientras nuestros labios seguían unidos. Se sentía claramente el órgano sexual enormemente hinchado a través de la fina tela.

¿Me desea?

Esperé con ansias. Simplemente por estar aquí, pensé que no importaba el motivo. De todos modos, él me desea. Quiere tenerme ahora. En ese caso, no importa.

Con precaución, abrí la boca y saqué la lengua. Al lamer sus labios suavemente, Asgail inclinó la cabeza y volvió a unir nuestros labios. Su mano descendió, y sobre mis delgados pantalones, acarició la hendidura entre mis nalgas. Sentí el frío contacto y me di cuenta de que la parte inferior estaba húmeda. Sin darme cuenta, moví las nalgas, rozando su dedo en ese lugar.

De repente, sentí que Asgail se detenía. Después de eso, separó los labios. Lentamente, levanté los párpados y nuestros ojos se encontraron. Con respiraciones entrecortadas, nos miramos el uno al otro. Aunque él estaba sin aliento como yo, su rostro era completamente diferente al de antes. La expresión confusa con la que me miraba se volvía gradualmente rígida. Aún mirándolo con una mirada atónita, Asgail abrió la boca.