KTS ( besar a un desconocido)

CAPÍTULO 36

No era solo comida lo que Kamar había comprado ese día. Dentro de la bolsa, había todo tipo de artículos para la vida cotidiana. Después de que terminamos de comer Steward regresó a su habitación, y después de ordenar el lugar, revisamos las cosas que Kamar había traído. Parado al lado de Kamal mientras sacaba uno por uno los objetos de la bolsa, me sorprendí al ver la ropa, los zapatos y los medicamentos.

"¿Compraste todo esto y todavía te quedó dinero?"

"Sí".

Kamar lo dijo sin preocuparse, luego llenó el estante con cosas y también colocó un ungüento y medicinas. Eran medicamentos de venta libre y algunos ungüentos para aplicar en mi boca.

"Casi estoy curado".

Dije mientras retrocedía, pero no me hizo caso. Kamar hizo una mueca y agitó la mano como si me pidiera que me acercara. A regañadientes, me acerqué. Kamar me hizo sentar en una silla y él se sentó frente a mì. Luego mojó un hisopo en desinfectante y lo aplicó cuidadosamente en las heridas dentro de mi boca.

"Ah, ¡ah, ah!"

"Aguanta un poco".

Kamar dijo de manera cortante mientras aplicaba la medicina con cuidado en las heridas dentro de mi boca. Fue tan doloroso como cuando me lastimé, no, incluso más. De todos modos, nunca había sentido este tipo de dolor que se extendía profundamente en mi interior.

"Uh, uh, uh..."

Debido a los gemidos continuos, Kamar también frunció el ceño. Al ver su cara, me sentí de alguna manera apenado, así que abrí la boca y cerré los ojos completamente. Solo esperaba que terminara, pero Kamar no se movía. Tras una pausa, habló.

"...Jhon.

Me estremecí al oír la voz baja. Pero aun así cerré los ojos y esperé las siguientes palabras.

Kamar ordenó en voz baja.

"Apártate".

"......?"

Desconcertado, hice lo que me ordenaba y obedientemente retrocedí. Puse las manos entre las piernas y estiré la cara, con los ojos cerrados y la boca abierta.

Kamar seguía sin responder. Justo cuando pensaba que la espera se estaba haciendo larga, sentí una sombra.

"Mmm... ¿eh?"

Solté un sonido de dolor al sentir el suave contacto de sus labios. Aunque me sorprendió, logré controlarme y respondí al beso. Tras separarnos un momento, Kamar giró la cabeza y acercó sus labios a los míos. Esta vez, mis labios se movieron para encontrarse con los suyos.

Los latidos que se habían calmado comenzaron a acelerarse de nuevo. Cuando timidamente saqué la lengua, la lengua de Kamar se enroscó de inmediato alrededor de la mía. La palma de su mano, que había rodeado mi mejilla, se deslizó por mi cuello y agarró la nuca, gracias a eso los labios de Kamar se unieron más profundamente acariciando la suave carne interior. La respiración se volvió áspera y los latidos del corazón se aceleraron. Incluso la punzante sensación de dolor que aún permanecía en las heridas dentro de mi boca parecía dulce.

Con precaución, agarré el hombro de Kamar. De pronto, llegó a mi nariz un débil aroma. ¿Todavía quedaba fruta? Lo pensé vagamente. Estaba tan absorto en lo delicioso y fragante que mi mente se nubló. De repente, recordé que este era el aroma corporal de Kamar.

¿Cómo? Pensé que se había ido después de tomar la medicina.

Mientras pensaba, repentinamente Kamar me agarró del hombro. Su lengua entró de manera brusca y, sorprendido, abrí los ojos de golpe.