KTS ( besar a un desconocido)

CAPÍTULO 29

El último hombre que entró cerró la puerta detrás de él. Permanecí pegado a la pared, mirando a mi alrededor, pero no había ningún lugar al que pudiera escapar. Uno de los hombres detrás de Salman frunció el ceño y habló.

"Oye, ¿tu padre no es demasiado cruel? ¿Cómo puede golpear a alguien así?"

Otro hombre se rió entre dientes al escucharlo.

"Pensarás diferente cuando lo pruebes, ¿sabes? Para estar con un omega, debes pagar dinero, pero ¿no es genial poder hacerlo gratis?"

"Cuando tengas un objetivo claro, tómalo. De todos modos, solo estás usando un agujero".

"A este chico le gusta más cuando se lo meten en la boca."

"Entonces, echa un vistazo a tu alrededor y hazlo. No planeas retirar tus pies después de llegar tan lejos, ¿verdad?"

Los hombres se acercaron uno a uno. Sin embargo, solo pude mirar sin hacer nada. Mi cuerpo temblaba. Salman, quien estaba adelante, extendió la mano hacia mí.

"¡...!"

Con un sonido sordo, mi cuerpo chocó contra el suelo. No tenía ni idea. Con esfuerzo levanté la cabeza, pero inmediatamente la sangre roja comenzó a gotear de mi boca. Tosiendo, los hombres se acercaron más. Uno de ellos habló desde arriba de mi cabeza.

"Por cierto, ¿estás realmente bien? Escuché que si maltratas a un omega, te maldicen".

Con eso, los otros hombres estallaron en risas.

"Oye, ¿de qué año estás hablando? Ni siquiera los críos creen esas cosas".

"Si eso te preocupa, ¿no deberíamos ayudarte? Purificar su cuerpo, con tu agujero".

"¿No se limpiaría por dentro si le dieras suficientes empujones?"

Risas abundantes resonaron mientras otro sonido se mezclaba: el zíper bajándose. Sorprendido, levanté la cabeza y Salman sacó su pene, mirándome fijamente. Rió suavemente mientras sostenía sus genitales. Y al siguiente momento, una corriente de orina cayó sobre mí.

Levanté los brazos sorprendido, pero la orina continuó cayendo sobre mí. A pesar de los gritos por todas partes.

"¿Qué estás haciendo, Salman?"

"Mierda, ¿estás bromeando ahora? ¿Quieres que lo ponga ahí?"

"Su cara ya está hecha un desastre, ¡y ahora te estas orinando en él, jodido idiota!"

Aunque gritaron y se quejaron por todas partes, Salman estaba relajado. Después de exprimir hasta la última gota, miró a su alrededor con tranquilidad.

"También deberían hacerlo ustedes. Deben lavar los cuerpos impuros de los omegas antes de ponerlo, ¿no es así?"

Ante sus palabras, los hombres se miraron entre sí. Uno de ellos se bajó los pantalones y otro lo siguió.

"Oye, tú..."

Uno de ellos parecía reacio, pero cuando los demás sacaron sus genitales, al final también se unió.

"Oye, abre la boca, bastardo".

"Sí, también necesito limpiar el interior de tu garganta".

"Salman, ¿qué estás haciendo? Sujétalo".

Ante la insistencia de los hombres, Salman se agachó. Intenté escapar desesperadamente, pero me atraparon fácilmente y me golpearon repetidamente en la cara.