KTS ( besar a un desconocido)

CAPÍTULO 133

Pasaron varios días en silencio. Steward trajo a Rical al día siguiente según lo prometido, y desde entonces, pasé mucho tiempo a solas con Rical. Aunque la vista seguía borrosa, tener a Rical a mi lado en esa estrecha habitación vacía fue un gran consuelo. Excepto por Steward, que venía dos veces al día a traer la comida, no había nadie más que viniera. Si volviera al desierto, mi vida no sería diferente a esto. Y no me pareció mal. Fue un período en el que los días se desvanecían sin sentido.

***

Se escuchó el sonido de la puerta abriéndose. Una parte de mi conciencia que estaba profundamente dormida se despertó, pero no estaba completamente consciente. Entre la vigilia y el sueño, seguía acostado con los ojos cerrados cuando sentí vagamente una presencia.

Steward...?

No había nadie más que pudiera venir a buscarme. Lo siento, Steward. Solo déjame dormir un poco más y me levantaré.... Mientras continuaba acostado con esa especulación razonable, la sensación desapareció, y los alrededores se volvieron silenciosos. Justo cuando estaba a punto de caer en un sueño profundo, algo suave tocó mi mejilla. Alguien estaba acariciando mi mejilla.

...Cálido.

Inconscientemente, froté mi rostro contra eso y dejé escapar un suspiro profundo. Entonces, se quedó allí sin moverse. La mano que tocó mi mejilla era firme y grande. Lo suficientemente grande como para cubrir todo mi rostro. Una sonrisa se formó lentamente. Cuando incliné la cabeza y apoyé su mano en mi hombro, de repente, algo húmedo tocó mi frente. Alguien me estaba besando. Los labios se movieron por mi mejilla, nariz, oreja y luego se detuvo. No besó mis labios y sentí como si estuviera siendo evitado y me puse triste.

***

El sonido de un golpeteo en la puerta me hizo despertar de inmediato. En la habitación, solo estaba yo.

¿Fue un sueño...?

Pensé que tenía sueños extraños, pero entonces escuché de nuevo el sonido de golpeteos. Me levanté apresuradamente de la cama y me dirigí hacia la puerta. Cuando abrí la puerta, Steward estaba parado sosteniendo una cesta.

"Rical también vino. Estaba jugando afuera".

Con esas palabras, un gato pasó entre las piernas de Steward y entró en la habitación. Rical solía salir y volver a través de la estrecha ventana. Parecía que esta vez también fue lo mismo. Tomé la cesta y la coloqué en el suelo.

"Gracias como siempre, Steward".

"No hay problema, come rápido".

Steward asintió y levantó a Rical, sentándolo en la cama. Como a él le resultaba incómodo sentarse en el suelo, esto era lo único que podía ofrecerle. Mientras tanto, saqué la comida de la cesta una por una y preparé la comida de Rical. La sopa aún estaba caliente, y ver un poco de ensalada y el pilaf¹ en el plato me hizo soltar un suspiro de admiración sin darme cuenta. Rical salió corriendo de entre los brazos de Steward y se acercó a mí. Después de colocar el plato con la comida frente al gato, levanté el plato de sopa.

"¿Cómo están tus ojos?"

Esperó a que terminara de beber la sopa antes de hacer la pregunta. Con el pan en la mano, miré a Steward. Aunque la vista aún estaba borrosa, no parecía haber empeorado. Asentí y él cerró la boca. Continué comiendo en silencio.

"Pregunté al príncipe heredero y dijo que está bien salir a pasear una vez al día".

Comía el pilaf cuando me sorprendí y lo miré de nuevo. Steward habló con voz suave.