KTS ( besar a un desconocido)

CAPÍTULO 75

"Bienvenido, Jhon. Te estaba esperando".

Calculando aproximadamente el tiempo, fui a la habitación donde Najima me recibió con una cálida bienvenida. Dudando si lo que sucedió el día anterior fue un sueño, bajé la cabeza con perplejidad ante su hospitalidad.

"Agradezco su amabilidad..."

"No, está bien, Jhon. Más bien, siéntate. Niñera, trae té y galletas".

Ante sus palabras, una anciana que estaba de pie en un rincón bajó la cabeza, abrió la puerta y dio instrucciones a un sirviente que esperaba afuera. Mientras tanto, Najima me guió hacia un asiento y se sentó al otro lado. Me senté cuidadosamente y eché un vistazo a la habitación.

Wow, solté un asombro involuntario. Como en todo el palacio, las paredes estaban decoradas con intrincados arabescos tallados en oro, y en el suelo de mármol yacía una alfombra tejida en seda.

La princesa se sentó frente a mí, con una mesa de té en medio. Parecía más cómoda allí que sentada en el suelo. Cuando la niñera regresó a la habitación, abrió la puerta de cristal plegable hacia adentro y empujó la puerta corredera detrás de ella, revelando un jardín frondoso con un viento fresco.

Inconscientemente, me maravillé, y Najimaa dijo con orgullo.

"La razón por la que elegí esta habitación".

Tenía todo el sentido. Si bebía té aquí, parecía que podría olvidar todos los problemas del mundo. Asintiendo con empatía, mi atención se dirigió a otra puerta bloqueada en una pared. Najima habló como si notara mi mirada.

"Allí está mi dormitorio. Solo yo puedo entrar. Lo siento mucho".

Incliné la cabeza avergonzado por la sarcástica respuesta.

"No, por supuesto... Lo siento, fui grosero".

Mientras me disculpaba repetidamente, se escuchó el sonido de alguien golpeando la puerta. Un momento después, la niñera regresó con bandejas de té. Después de servir el té para la princesa y para mí, Najima me sugirió.

"Toma, Jhon. ¿Qué tal si tomamos nuestro tiempo para charlar, comemos el almuerzo y luego comenzamos a trabajar por la tarde?"

"Oh, sí. Está bien..."

Era tan natural seguir sus palabras, así que respondí de inmediato. Al llevar la taza a los labios, pude percibir un aroma similar al que emanaba de la princesa Najima. Abrí los labios en silencio y tomé cuidadosamente un sorbo. Cuando el té tibio descendió por mi garganta, la tensión en todo mi cuerpo se disipó y mi mente se calmó. Mientras sonreía ante mi tranquilidad, Najima abrió la boca.

"Es un té que realmente me gusta. Sería genial si también te gusta, Jhon".

"Sí, me gusta..."

Al responder sinceramente, ella sonrió suavemente y agitó una cucharadita de miel en su taza. Aunque el silencio reinaba, no resultaba incómodo en absoluto. En el ambiente relajado, pregunté.

"¿Qué tipo de trabajo hace la princesa? ¿Está bordando...?"

Al hablar, me detuve al darme cuenta de mi error, pero ya era tarde. Najima, sin mostrarse afectada, respondió despreocupadamente ante mi nerviosismo.

"Tengo que tejer una alfombra para la boda".

Esas palabras me hicieron darme cuenta de la realidad.

Correcto, ella es la prometida del príncipe heredero Asgail.

Había pasado por alto un futuro tan obvio. También era la única persona que me mostraba amabilidad.