KTS ( besar a un desconocido)

CAPÍTULO 14

"Camello".

"¡Sí!"

Kamar asintió con la cabeza y habló.

"Puede que no obtengas tanto dinero como por tu tapiz, pero aún así, será beneficioso".

"De ninguna manera, un camello sería más caro".

Cuando lo negué airadamente, Kamar dijo como esperándome.

"Entonces es mejor así. Pongámoslo así, si te ofrezco un camello que cuesta más que un tapiz, ¿por qué ibas a rechazarlo?".

"..."

Sus palabras no dejaron espacio para dudas. Hasta ahora, calculando aproximadamente lo que había recibido por los objetos, un camello costaría más que mi tapiz. Aunque no sabía el precio exacto de las cosas en estos tiempos, dudaba que hubieran aumentado más de diez veces el precio. Sin embargo, todavía tenía una preocupación en mi mente.

"Sin embargo, es tu camello..."

Si vendía el camello, Kamar no tendría forma de regresar cuando se fuera. Además, incluso si suponíamos que no tenía recuerdos ahora, en el pasado, el camello podría haber sido un ser preciado para él. No podía asentir fácilmente y dejar atrás algo que quizás lamentaría más tarde. Ante mi indecisión, Kamar habló con calma.

"De todos modos, mientras no recupere mis recuerdos, no puedo irme de aquí. Mantener un camello aquí durante quién sabe cuánto tiempo es imposible".

Era un razonamiento frío, pero no estaba equivocado. El camello ya había consumido una buena cantidad de pasto alrededor del oasis. El momento en que el camello se quedaría sin comida se acercaba, y eso me preocupaba en secreto. Sin embargo, todavía no podía responder de inmediato, y Kamar habló.

"De acuerdo, si no estás de acuerdo".

Cuando levanté la cabeza con un presentimiento ominoso, él declaró con una expresión despreocupada.

"Matémoslo. De todos modos, es difícil de controlar, y necesitamos carne".

Ante esas palabras, me sumí en la reflexión y finalmente acepté su plan.

***

Como siempre, en torno a la misma hora, el vehículo de Gurab apareció en el horizonte. Había estado esperando ansiosamente su llegada, sosteniendo la tapicería que le entregaría. Kamar se escondía en la tienda de campaña.

"Si te resulta difícil hablar, yo lo haré".

Kamar se adelantó de inmediato, pero lo retuve con premura.

"Puedo hacerlo. Por favor, quédate aquí. Sería un gran problema si te descubren".

Aunque no estaba muy conforme, Kamar aceptó mis palabras en silencio. Hice todo lo posible por evitar mirar hacia la tienda de campaña mientras observaba el vehículo que se acercaba. Gurab, levantando una nube de polvo, llegó y estacionó su vehículo cerca de donde yo estaba parado antes de salir.

"Oh, hola. Ha pasado tiempo".

Nervioso, comencé a tartamudear debido a la tensión. Gurab me saludó con una expresión incómoda mientras trataba de calmar mi voz apresuradamente.

"¿Cómo has estado? ¿Nada inusual?"

Haciendo una pregunta formal, Gurab no esperó respuesta y comenzó a bajar uno por uno los objetos que había traído en su vehículo. Observé con ansias para confirmar que tenía los artículos que le había solicitado. Finalmente, Gurab extendió su mano hacia mí mientras sostenía la tapicería temblorosamente. Pero al recibirlo, frunció el ceño de inmediato.