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"Viaje de negocios"
"Relación a distancia"
"¿Seré capaz de soportarlo?"

Finalmente aquel día había llegado, cuando los resultados de la entrevista se dieran a conocer serían enviados por correo electrónico de donde ingresaron para dicha entrevista

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Finalmente aquel día había llegado, cuando los resultados de la entrevista se dieran a conocer serían enviados por correo electrónico de donde ingresaron para dicha entrevista. La noche anterior Yeosang no podía dormir debido a la emoción, y también los nervios que sentía, aunque estaba cursando por tercera vez aquella entrevista se sentía con el corazón en la mano, emocionado pero al mismo tiempo bastante nervioso por saber si logro entrar o no había logrado hacerlo, cualquier resultado que se diera a conocer sería el fruto de su arduo trabajo.

Sin embargo esos nervios poco a poco iban carcomiendo todo su ser. Además de eso San esa mañana se había ido de viaje desde bastante temprano, Yeosang había preparado su desayuno, quería pasar tiempo con el antes de irse, por suerte aquel vuelo era privado así que podía irse a la hora que quisiera, sin embargo, tampoco podía irse tan tarde debido al asunto que iban a tratar, un negocio así conllevaba a una responsabilidad incluso mayor, no quería ser una carga para su pareja en un futuro, siempre estuvo acostumbrado a trabajar desde que era pequeño, no quería arruinarlo ahora.

Cuando el mensaje fue recibido en el correo electrónico de Yeosang, recibió una notificación en su computador, un puntito rojo apareciendo en la bandeja de mensajes, sin poder evitarlo comenzó a removerse sobre aquella cama de un lado hacia el otro, sintiendo sus piernas temblar debido a ello, sin embargo, decidió tragarse todos esos nervios, respirar profundamente e abrir ese correo, sus ojos los cerro cuando abrió dicho mensaje sintiendo como su corazón latía con bastante frecuencia, formándose un nudo en su garganta debido a aquello.

Cuando Yeosang se armó de valor después de unos segundos bastos que le sirvieron para relajarse un poco abrió sus ojos ampliamente, observando las letras que complementaban una frase.

"Joven Yeosang, me informamos que la empresa ha decidido contratarlo para el área de administración. Debe presentarse el próximo lunes a trabajar en su horario de 7:00 a.m. a 2:00 p.m. le agradecemos su participación"

Yeosang cubrió su boca con una de sus manos, aguantando esas ganas de gritar en casa, pero no quería asustar a cualquier persona que pudiera caminar por los pasillos a tan cortas horas de la mañana, con una almohada cubrió su rostro, soltando un grito bastante agudo contra esta misma debido a la emoción, sus piernas comenzaron a moverse de arriba hacia abajo

Cuando retiro aquella almohada respiro profundamente unos segundos antes de responder al mensaje con un

"Agradezco mucho que me hayan aceptado, estaré ahí el próximo lunes, bonito día"

Envío aquel mensaje para salir de la cama, necesitaba contarle a San que ya había conseguido empleo, y lo mejor de todo era que comenzaba ese próximo lunes, San estaría de vuelta el martes próximo ya que ese mismo dia era martes, estar una semana sin él iba a ser demasiado, no quería olvidarse de su cara, pero, debía aprender a estar sin él algunos días, era parte del proceso para mantener un vínculo fuerte de confianza, al menos con San, aunque confiaba plenamente en él, siempre había excepciones.

Después de haber recibido aquella noticia y salir de la cama, decidió lavar un poco de ropa para mantenerse ocupado, mañana por la mañana estaría yendo a comprar algunos conjuntos formales para ese nuevo trabajo donde se estaría desarrollando. Estaba bastante emocionado. Mientras retiraba la ropa sucia del cesto para ropa de ese tipo, colocándolo sobre una silla de metal plateado pegado a la pared, Yeosang solía ser bastante organizado cuando se trataba de estar solo en casa, no quería dejar nada sucio, quería mantenerla de esa manera hasta que San llegara.

Aunque ambos vivían juntos, para estar siquiera sin él aunque fuese una semana se sentía bastante feo en su corazón, como si algo le faltará, esa sensación de que su otra mitad no se encontraba con él, era una de las sensaciones más devastadoras que pudiera alguien sentir cuando estabas compartiendo casi una vida con una persona a la que querías demasiado. Conforme Yeosang colocaba las prendas encima de las otras llegó hasta uno de los abrigos de San, esa clase de abrigos de piel negro y marrón ya que eran un simple par, largo que cubría hasta sus piernas un poco más arriba que sus rodillas, con bolsillos bastante grandes, botones. Regularmente solía usarlos cuando debía hacer trabajos importantes fuera, como unas noches anteriores en las que San tenía que hacer eso.

Yeosang estaba aún en desacuerdo que San estuviera relacionado en ese mundo, no quería que se lastimara, como las primeras veces que llegaba a casa golpeado, una vez incluso su mano había estado fracturada durante meses por haber participado con una pandilla al querer asesinarlos por robarles su droga, aunque todas esas personas fallecieron a manos de los hombres de su futuro esposo, no salió ileso después de eso ya que con un marro le habían facturado la mano en un encuentro uno a uno.

Esa semana fue bastante desgarradora para San, pero para Yeosang había Sido más que preocupante, por esa razón y unas cuantas más no quería que siguiera los pasos que su padre había dado cuando estaba cursando la misma edad que San, sin embargo, sabía perfectamente que no debía de meterse en los asuntos de su futuro esposo, mucho menos si eran tan peligrosos como regularmente podrían llegar a ser.

Entre sus manos había sujetado uno de los abrigos, está vez era el segundo, ese enorme abrigo marrón claro que tenía una tela bastante gruesa pero suave al tacto, Yeosang era de esas personas que primero analizaba si no había nada dentro de la ropa para que no se mezclar con la demás ropa o simplemente generará un desastre dentro del aparato que pudiera resultar peligroso.

Metió sus manos dentro de los bolsillos buscando algo que pudiera sacar, sin embargo, en una de los bolsillos no se encontraba absolutamente nada, estaba vacío, así que decidió buscar en el otro bolsillo, rebuscando con su mano al meterla hasta el fondo, recorre este mismo de un lado hacia el otro, hasta encontrarse con algo ondeado en un costado del bolsillo, se sentía con una dureza bastante característica como si se tratara de alguna joyería, entre sus falanges sujeto aquel objeto para sacarlo del abrigo, al tomarlo entre sus falanges pudo darse cuenta de lo que se trataba.

Colocándolo frente a sus ojos casi en un instante sus ojos se dilataron un poco, sintiendo como las lágrimas comenzaban a manifestarse y deslizarse por sobre sus mejillas de un momento al otro.

Lo que se encontraba frente a sus ojos no era nada más que el anillo de compromiso que ambos tenían anunciando su matrimonio futuro, pero, ¿Por qué se había quedado en el abrigo de San? ¿Acaso fue por qué no quería que se ensuciara? Pero si cuando hacía esa clase de trabajos solía usar guantes de tela negro gruesos, ¿Cómo era posible que se había quitado el anillo de compromiso para ir a ese viaje de negocios?

Estaba seguro de que era un viaje de negocios por la situación que actualmente su prometido estaba teniendo, entonces, ¿Por qué había decidido dejar el anillo en casa? El simple hecho de pensarlo le hacía doler el corazón, sintiendo un vuelco en este mismo de tan solo imaginar que San estuviera engañandolo.

Toda felicidad que en un instante había sentido, se había desvanecido por completo al ver ese anillo dentro de un lugar donde regularmente no debería de estar.

Quería saber un poco más sobre ese tema, pero, ¿Cómo podía localizar a su pareja si apenas había pasado un día desde que se fue al aeropuerto, bueno, relativamente cuando se trataba de la distancia ya se encontraba en el día siguiente donde estaba, seguramente tenía demasiadas cosas que hacer cuando llegara, no quería interrumpir lo, pero si estado de animo en ese momento no era uno de los mejores. Necesitaba respuestas, necesitaba saber que estaba sucediendo en ese momento, una respuesta que pudiera darle su pareja.

Diamond "SanSang" [Parte I, II Y III]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora