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"No puedo explicarlo con palabras"
"Te regalo la luna"
Parte I

Semana y media habia transcurrido desde aquel día dónde Yeosang portó un nuevo anillo de compromiso, manifestándose en uno de sus falanges, además del que ya se encontraba en aquel digito principal

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Semana y media habia transcurrido desde aquel día dónde Yeosang portó un nuevo anillo de compromiso, manifestándose en uno de sus falanges, además del que ya se encontraba en aquel digito principal. Desde que San regreso al departamento no se había despegado de el más que cuando estaba trabajando, como cumplía con una jornada normal, ambos estaban fuera del departamento en el mismo horario, eso caracterizaba a ser realmente agradable la convivencia por las tardes.

Ambos cuando tenían tiempo libre salían a comer algo, a ver una película, tanto en casa como yendo al cine en si, entre ambos aquella clase de convivencia era la más agradable, cuando estaban juntos.

— ¿Hoy tienes mucho trabajo que hacer? — Choi San comento acariciando suavemente los cabellos de su amado, cuando se enteró que había entrado a la empresa de sus sueños no pudo haberse emocionado más por el, estaba bastante feliz de que pudiera hacer algo que le gustaba.

Yeosang disfrutaba tanto recibir esa clase de contacto por parte de su pareja, sus ojos cerrandose suavemente, demostrando aquel gusto por recibir cariños en sus cabellos, solía agradarle bastante el contacto físico cuando venía directamente de su pareja, Choi San era una persona bastante romántica cuando se lo proponía, tenía sus carencias, tenía su propio humor que le permitía enojarse cuando estaba demasiado frustrado, o algo no estaba yendo de una mejor manera, pero todo estaba bien entre ambos, era una buena señal.

— Hoy tengo solamente media jornada — Respondió Yeosang acariciando suavemente el pecho desnudo de su pareja, creando pequeños garabatos con uno de sus falanges.

Cuando se ponía nervioso solía hacer aquello, comportarse de esa manera tan agradable, al menos para Choi San, aquellas acciones solían ser demasiado tiernas incluso para el mismo menor. Aquellas caricias habían descendido desde su cabello hasta posteriormente ubicarse contra una de las mejillas masculinas, su tacto directo hizo estremecer a Yeosang, sin embargo, sabía perfectamente que no debía tener miedo en absoluto.

— ¿Que te parece si por la noche vamos a comer algo a un restaurante? — Sugirió Choi San, agachando por un momento su mirada, buscando encontrarse con los ojos del menor, por un instante busco fijarse en estos, pero Yeosang fue quien conecto ambas miradas.

Ante el contacto de ambos podía sentir sus emociones a flor de piel, San solía transmitir demasiado a través de sus ojos, era algo que habia aprendido bastante bien desde que lo conocio, pequeños instantes eran los que conformaban a ambos, convirtiendo esos momentos a su lado realmente magníficos.

Con emoción Yeosang asintió, sonriendo ampliamente, sus mejillas estaban ligeramente rojas ante el calor que estaban manifestando ambas, su pareja solía ponerlo bastante emocionado en momentos como esos, sobre todo cuando se trataba de mantenerse juntos.

Choi San rodeo con ambos brazos alrededor de la cintura impropia, acercándose a depositar un casto beso sobre sus labios, esos labios que tanto amaba besar, sentir, probar, eran su droga más preciada, no tenía miedo en absoluto en volverse completamente loco por esos deliciosos labios que tanto disfrutaba probar. Ambas manos acariciaban con sutileza los costados de su pareja, deslizando la yema de sus falanges tanto arriba como abajo, hasta posicionarse contra ambos glúteos los cuales apretó con ligereza.

— ¿Deberíamos comenzar a alistarnos, mi amor? — Choi San asintió con un movimiento de su cabeza tanto arriba como hacia abajo, dándole la razón a su pareja. Ambos deberían de comenzar a alistarse para esa salida que tendrían en unas cuantas horas.

— ¿Acaso mi pequeño quiere cenar en vez de ir a su jornada laboral? ¿Quieres saltarte el trabajo por primera vez en tu vida? — Ambos brazos de Choi San rodeaban los costados de su cintura, acariciando suavemente con sus manos la espalda baja de su amado, le gustaba tenerlo cerca, ahora evitando el contacto con los glúteos menores.

Yeosang comenzó a reír avergonzado cuando escucho aquel comentario, sintiéndose un poco penoso, sus mejillas comenzaron a encenderse en un dulce color escarlata, debido a su tono de piel se podía observar claramente cuando el menor se ponía bastante nervioso. Apretándolo contra su cuerpo los labios del mayor dieron comienzo a una serie de besos creando contacto con sus labios contra la piel masculina por sobre su cuello.

— ¡No digas eso, Sannie! Sabes que pasar tiempo contigo me emociona más que cualquier otra cosa — Yeosang rodeo sus hombros sintiendo la cercania entre ambos más cálida que anteriormente, acercándose a depositar un beso sobre la frente masculina.

San al sentir el contacto de sus labios sobre su frente le arrebataron una amplia sonrisa, una sensación cosquilleante se hizo presente en su estómago provocando que su corazón comenzará a latir con ritmo, los nervios se apoderaron de su cuerpo en un instante haciéndolo suspirar pesadamente pero con una pizca de tranquilidad.

— Anda, deberías ir a cambiarte, te llevaré a tu trabajo, mi amor. — Comento Choi San, con una sonrisa sutil en sus labios, apretando un momento sus costados con ambas manos.

Formando un puchero en sus labios Yeosang asintió, con un movimiento de su cabeza, estaba de acuerdo con lo que comentaba su pareja, un beso más fue dado en los labios del mayor antes de bajarse de su regazo, encaminandose hasta el armario posteriormente ubicado aún costado del cuarto de baño, abrió las puertas de par en par comenzando a buscar en el interior del mismo un atuendo que le favorecía para poder irse a trabajar, decidiendose por un traje negro que se ajustaba a su cuerpo acompañado por una corbata negra.

Choi San se recostó la cama por un momento, con uno de sus brazos flexionados por detrás de su nuca, cerro sus ojos tratando de relajarse un poco, liberando un suspiro pesado cuando el sueño comenzó a apoderarse un poco de cada centímetro de su cuerpo.

A los pocos minutos después Choi San despertó cuando su amado ya se encontraba listo para salir de casa. La hora de su jornada estaba cada vez más cerca, aunque Choi San era una persona que manejaba a una velocidad prudente, no quería que su pareja llegara tarde.

Así sucedió, después de dejar a Yeosang en su trabajo comenzó a preparar aquella pequeña cena que tenía planeada para su pareja.

Diamond "SanSang" [Parte I, II Y III]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora