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"No puedo explicarlo con palabras"
"Te regalo la luna"
Parte II

— Procura que todo salga bien ¿De acuerdo? Avísame si algo sucede, mi amor, aún soy bastante bueno en saber de que trata tu trabajo — San rasco un poco su nuca al mencionar aquello permaneciendo frente al lugar

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— Procura que todo salga bien ¿De acuerdo? Avísame si algo sucede, mi amor, aún soy bastante bueno en saber de que trata tu trabajo — San rasco un poco su nuca al mencionar aquello permaneciendo frente al lugar.

Un enorme edificio con bastantes pisos se manifestaba aún costado de ambos, notandose la estructura bastante peculiar por sus colores grises, negros y blancos, haciendo un contraste con que era un trabajo bastante serio. Todo lo contrario a lo que era su pareja, sin embargo, estaba contento con saber que tenía un trabajo donde se acomodaba perfectamente, sabiendo sobrellevar esa vida adulta de la que tanto tiempo Yeosang sentía los hombros pesados. Ser un adulto no era nada fácil, las cosas podían ponerse bastante tensas cuando no cumples una muy buena función.

En los labios de Yeosang se dibujaba una sonrisa cálida, dulce, que demostraba que todo se encontraba bien. Una de sus manos se poso contra la mejilla impropia, su pulgar comenzó a acariciar suavemente su mejilla de un lado hacia el otro, acortó la distancia entre ambos y depósito un beso sobre los labios impropios.

Ante el contacto entre sus labios sintió una calidez inmensa manifestarse en cada centímetro de su cuerpo, esa tranquilidad se apoderó rápidamente de sus sentidos cuando observo esos preciosos ojos una vez más, transmitiendo un mundo completamente diferente donde las preocupaciones estaban de más.

— Todo estará bien, mi amor, no te preocupes — Comentaba, con esa característica sonrisa.

Choi San sujeto una de las manos impropias enlazando con bastante suavidad sus manos, comenzando a acariciar el dorso de la misma, acercó aquel agarre hasta sus labios para depositar un beso sobre su dorso.

— Bueno, mi amor, vendré por ti cuando termines tu jornada, haré algunos pendientes antes ¿Bien? — Anuncio, dándole a entender a Yeosang de que se trataba.

Hace algunos días Choi San después de su regreso dejo algunos pendientes en la ciudad referente al negocio que estaba llevando bajo la jurisdicción de su padre, cosa que a Yeosang no le agradaba mucho, debido a los riesgos que se manifestaban en este mismo, aún así, entendía que era el negocio de el y su padre, no podía hacer nada al respecto, solamente prestarle su apoyo incondicional.

Asintió con un movimiento de cabeza de arriba hacia abajo, entendía de que se trataba los pendientes que tanto mencionaba su prometido, apretó brevemente su mano antes de despedirse con una sonrisa, dejando a su pareja dentro del vehículo. Pronto Choi San noto cuando su pareja entro al lugar perdiéndose entre ese enorme pasillo hasta los escalones que se dirigían donde estaba su área de trabajo.

Un enorme suspiro se manifestó en el interior del vehículo, Choi San sujeto fuertemente el volante, su cabeza dejándose caer sobre el asiento, sus ojos se cerraron fuertemente, aunque el momento anterior habia sido un poco incómodo con su pareja, sabía sobre algunos riesgos que se hacían presentes entre ambos, sobre todo Yeosang por ser su prometido y la gente peligrosa que rodeaba a su alrededor.

Dentro del vehículo un estruendoso sonido se hizo presente desde el interior de su bolsillo, su teléfono estaba sonando, casi de inmediato Choi San retiró el teléfono del bolsillo de su largo abrigo, la pantalla estaba encendida anunciando de quién se trataba la llamada.

Su padre lo estaba llamando, las llamadas perdidas que tenía no solamente se trataba de su padre desde hace una hora, sino que también de algunos hombres que solían ayudarlo con sus trabajos, sobre todo cuando se trataba de la transportación hacía otros lugares.

A la tercer llamada que su padre dió, Choi San contestó, colocando su teléfono celular cerca de su oreja, un enorme grito se hizo presente detrás de la línea, la voz de su padre se escuchaba un poco alterada, enojada, frustrada.

— ¡Pedazo de mierda! ¿Que has hecho? — La voz de su padre se escuchaba profunda, bastante llamativa cerca de su oreja.

Choi San libero un suspiro pesado después de haber escuchado aquellas palabras por parte de su padre, mordió con ligereza su labio inferior aguantando el mencionar algo inapropiado.

— ¿Que sucedió? — Cuestionó mostrando ante la nada un semblante bastante distintivo, notandose un poco enojado ante la reacción de su padre.

— ¿Acaso estás bromeando? ¿Por qué estás tan tranquilo después del desastre tan enorme que has causado? — Interrogó notandose aún la profundidad en su voz y también la manera en que estaba dependiendo a Choi San.

— ¿De que estás hablando? — Enarco una ceja detrás de la línea, confundido por las palabras de su padre en esos momentos.

— ¡Acabas de causar un gran lío! — Grito fuertemente detrás de la línea. — Nuestro negocio en Japón se fue a la mierda después de que estuviste ahí, las prostitutas fueron asesinadas, otras escaparon y nos han reportado a la policía, ¿Que vas a hacer al respecto? Ahora todo nuestro negocio está arruinado, ¿Quieres que tu pobre padre se haga responsable de todo acaso? ¿Tanta fue la influencia de Yeosang para que te alejaras de tus responsabilidades. — Ahora era Choi San quien se encontraba bastante enojado por las terribles cuestiones que estaba manifestando su pareja en esos momentos.

Parecía ser que los problemas estarían comenzando para mal.

Diamond "SanSang" [Parte I, II Y III]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora