Capítulo 8 A la biblioteca

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Narra: Silvia

Me desperté a causa de unos gritos que provenían de la habitación de al lado.

- Luffy, que te levantes.

-No quiero. Deja me dormir.

-Sabo ha preparado el desayuno.

-Ya veo. Entonces si que me levanto.

Miré mi despertador y aún era muy pronto. Me tapé con las sábanas, intentando volver a conciliar el sueño, pero alguien entró en mi habitación.

-Despierta Silvia.-dijo Ace mientras levantaba la persiana-Hoy tienes clase¿recuerdas?

-¿Pero que narices haces tú en mi cuarto?-grité histérica.

-Despertarte.

-La única regla que os pedí que cumplieseis era que mi habitación es sagrada. No puedes entrar sin llamar.

-¿Enserio? Da igual. Levantate y vístete que hoy os llevo yo al instituto.

Eché a Ace de mi cuarto y me vestí. Bajé a desayunar con Luffy y después salimos a la calle. Ace ya nos esperaba al lado de un coche.

-Venga subid.

-Me pido delante-gritó Luffy

-Ni hablar-le contestó Ace-Si te pones delante lo tocaras todo y así no puedo conducir.

-Pero yo quiero ir delante...

-Decidido. Luffy, atras. Silvia, delante.

-No me des ordenes-le dije a Ace molesta.

-Deja de quejarte y sube.-me ordenó Ace.

-Que no me des ordenes.-le grité mientras subía al coche.

El trayecto se me hizo insoportablemente largo. Luffy cantando, a pleno pulmón, las canciones de la radio, Ace gritándole que parase, y yo tratando de estudiar matemáticas.

Cuando bajamos del coche Ace agarró a Luffy por el brazo, el cual se estiró.
No me sorprendió mucho. El abuelo Garp ya me había contado que tanto Luffy como Ace eran usuarios. Y aunque no me lo habían mostrado hasta ahora, no me sorprendió. A lo largo de mi vida, he conocido a varias personas con el poder de las Nueces de Belcebú. El que Luffy se estirase no era nada nuevo para mí.

-Tomad-dijo Ace tendiendonos unas bolsas-El almuerzo.

-Gracias Ace-dijo Luffy cogiendo la bolsa.

-Silvia-me llamó Ace-¿No dices nada?

-¿Quién ha preparado los almuerzos?

-Sabo.

-Vale.-anuncié tras un momento de reflexión.-Dile a Sabo, que muchas gracias.

Me alejé del coche a paso rápido y entré en el edificio principal. A primera hora me tocaba química, pero no vino el profesor.
-Para una asignatura que se me da medianamente bien...-pensé un poco desanimada.

Saqué mi libro de lenguaje decidida a estudiar todo lo posible.
No había abierto el libro,aún , y alguien se me acercó.

-Buenos días Silvia-me dijo Nami.

-Buenos días Nami.

-¿Qué haces estudiando leguaje?

-Es que ayer no conseguí entender del todo los tipos de texto y esas cosas...- por algún motivo desconocido, le estaba contando mis dudas a Nami igual que hice con Sabo.

-¿Me dejas echar un vistazo?-preguntó Nami. Menos mal que alguien me preguntaba las cosas.
Le tendí el libro a Nami y esta lo observó durante unos minutos antes de decir:

-Lo siento Silvia, yo no entiendo de estas cosas. Pero Robin creo que podría ayudarte.

-¿Robin?-pregunté recordando a la chica morena.

-Sí, ella es muy lista. A mi me ha ayudado a estudiar varias veces. Ya verás, si te lo explica ella enseguida lo entenderás todo.

En ese momento, sonó la campaña. Todos cogimos nuestras cosas y nos dirigimos a la clase de música. Alguna vez, Luffy, había comentado que el profesor de música era increíble. La palabra "increíble" no tiene el mismo significado para Luffy que para el resto de la gente, así que no me podía fiar mucho.

La verdad, yo me esperaba un tío raro, pero no tan raro como para llegar al punto de ser un esqueleto con pelo afro.

-Buenos días señorita-dijo el esqueleto- yo soy el señor Huesos Muertos Brook. Encantado de conocerla.

-Yo soy Iruka D. Silvia. Es un placer-pese a ser un esqueleto parece muy educado.

- Señorita,¿sería tan amable de enseñarme sus braguitas?-me pregunto el esqueleto.

-Retiro lo dicho-Lo siento señor Brook, pero tengo mi dignidad.

Evité decirle alguna grosería porque, pese a ser un esqueleto pervertido de pelo afro, seguía siendo el profesor.

Tras la clase de música y la de historia, llegó la hora del patio. Antes de salir de clase, Nami, me dijo que la esperase en la puerta. Cuando salió de clase me dijo que iríamos a la biblioteca.

-¿A la biblioteca?¿Para qué?

-Robin suele ir allí a estudiar o a leer.-respondió Nami.-Y si no esta allí, la buscaremos por el patio.

Salimos del edificio principal y fuimos hacia la biblioteca. Ya casi habíamos llegado cuando cierto individuo se acercó a nosotras.

-Vaya¿A quién tenemos aquí?-dijo el chaval-No sabía que venias a este instituto preciosa.

-Y yo no sabía que aquí dejaran entrar a idiotas como tú.-le contesté a Kid.

- No me invitaste a almorzar el otro día. -dijo Kid haciendo caso omiso a mi probocación-Tenemos una cita pendiente preciosa.

-Ni en tus sueños saldría contigo.-acto seguido Nami y yo nos marchamos a la biblioteca.

-¿De que conoces a Kid?-me preguntó curiosa la pelinaranja.

-De nada. Sólo es un cretino.

Nami no dijo nada más y entramos a la biblioteca. Estaba bastante vacia, no habrían más de diez personas. En una esquina se encontraba Robin, leeyendo. En cuanto nos acercamos levantó la vista del libro y centro su atención en nosotras.

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He aquí el capítulo 8. Tengo un pequeño problema con el tema de las ideas. No es que no tenga ideas, lo que pasa es que se me ocurren cosas que podria escribir, pero más adelante. Pero en fin, iremos poco a poco. Muchas gracias por leer, votad y comentad, si quereis. Se despide onep1052.

Descubriendo el mundo (One Piece)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora