Descubriendo el mundo (One Piece)

Capítulo 21 La feria

Narra: Silvia

  Después de casi una hora en remojo, salir de la bañera y me vestí.

Como íbamos a ir a la feria, me puse lo más cómoda posible, y eso incluía zapatillas de deporte.

Porque seguro que no iríamos andando tranquilamente, o al menos no si venía Luffy.

Iba a sentarme en el sofá cuándo el Den Den Mushi del salón empezó a sonar.

- Silvia cojelo tú-me dijo Sabo-ahora mismo estoy ocupado.

A desgana, me levanté del sofá y atendí la llamada.

-¿Si, quién es?

-Soy yo-menuda respuesta

-Ah perdona, se me olvidaba que soy adivina y puedo averiguar tu nombre sin que me lo digas.- respondí algo mosqueada.

- Soy Ace-respondió él entre risas.

-¿Qué quieres?

-Hablar con Sabo.

- Esta ocupado, no se puede poner

-Pues dile que no venga esta noche.

-¿Puedo saber porqué?-pregunté curiosa.

- Porque ha venido Marco y dice que se quedará él.

- Esta bien -respondí-No la liéis mucho.

-Descuida, sólo asustaremos a un par de niños.

-Definitivamente, con esa respuesta me quedo más tranquila.- respondi con sarcasmo.

-Vale, vale, no haremos nada.

-No sé si fiarme de ti -escuché más risas al otro lado de la línea-¿Algo más?

- No, sólo era eso.

-Vale, pues adiós.

-Adios, Silvia.

Tras esa conversación telefónica me senté en el sofá a ver la tele.

No pasó mucho rato hasta que Luffy entro gritando en casa:

-¡SILLA!¡NOS VAMOS YA!

- No chilles merluzo, qué estoy aquí- respondí apagando la tele.

-¡¡VAMONOS!!-volvió a gritar.

-¡O te callas o no voy a ninguna parte!

Antes de irnos le di a Sabo el mensaje de Ace.

Cuando salimos de casa los amigos de Luffy nos estaban esperando.

Cogimos el autobús para llegar hasta la feria porque según Usopp, si íbamos andando tendríamos que atravesar una zona de tiendas, y lo más probable era que Nami quisiese entrar en todas.

Cuando llegamos a la feria Luffy no tardó ni cinco segundos  en desaparecer.

-Este chico no tiene remedio-dije viendo como desaparecía entre la gente.

-Ya te acostumbrarás a él -me dijo Zoro.

-No me queda de otra-dije en un suspiro.

Pasamos toda la tarde subiendo en diferentes atracciones y participan en varios juegos.

Y tengo que admitirlo no fue tan malo como me esperaba.

Incluso conseguí olvidarme de las pesadillas.

Por un momento parecía que todo era perfecto, pero claro todo llega a su fin.

Y en este caso el fin llegó cuándo cierto pelirrojo se me acercó mientras esperaba a que Chopper regresara con algodon de azúcar para los dos.