Descubriendo el mundo (One Piece)

Capítulo 44 Descubriendo el mundo

Narra: Silvia

Un mes. Un mes había pasado desde que los chicos se fueron y me dejaron sola. Pero estoy bien, supongo.

Shuri seguía conmigo, lo que me ayudaba a no sentirme tan sola. Se había instalado en la habitación del abuelo, pues me negué a que durmiera en alguna de las habitaciones de los chicos.

Mi vida se había vuelto una rutina. Me levantaba, desayunaba, esperaba hasta la hora de comer, comía y me mantenía ocupada hasta la hora de cenar y luego me iba a la cama.

Dejé de ir al instituto, pero Shuri se encargaba de enseñarme cosas, como historia, matemáticas y un poco de geografía. Cosas que, según ella, me serían "útiles" en un futuro.

No tenía noticias de los chicos. Intenté llamar a Sabo pero no me contestaba a las llamadas. 

-No se para que sigo intentándolo - pensé después de llamar a Sabo por tercer vez esa tarde.

Shuri, se había ido a comprar y yo me quedé en casa viendo la tele.

Shuri entró en casa y dejó las bolsas en la cocina. Se acercó a mi y me lanzó el periódico.

-Te he traído el periódico. Échale un vistazo mientras hago la cena.

-¿Por qué? -pregunté confundida.

-La gente del pueblo. Están todos muy raros.-contestó poniéndose el delantal.

-Define raros-le pedí.

-La mujer de la carnicería me ha mirado con pena y un señor mayor me ha dado el periódico y me ha pedido que lo leas. ¿Te sirve eso como definición de raros?

Abrí el periódico, y lo primero que vi fue la cara de Luffy. No era la primera vez que lo veía en el periódico, pero nunca lo había visto en primera página.

-¿Puedes leerlo en voz alta?-preguntó Shuri- Así me entero yo también.

Empecé a leer, despacio y tratando de retener en mi mente cada palabra que leía. Y poco a poco empecé a ponerme nerviosa.

-"Los Mugiwaras han sido derrotados. Por el momento se desconoce su paradero..."

Dejé caer el periódico al suelo. Shuri había dejado de cocinar y se había sentado conmigo en el sofá.

-¿Silvia, estas bien?

-Luffy...-susurre.

-¿Silvia?

-Luffy esta...-las lagrimas picaban en mis ojos- desaparecido...

Me levanté del sofá y corrí hasta el caracolofono. Marqué el numero del abuelo. Como no lo cogía y yo estaba desesperada, llamé al cuartel de la marina.

-Cuartel de la marina, ¿Qué necesita?

-Necesito hablar con el vicealmirante Monkey D. Garp.

-En estos momentos el vicealmirante no puede hablar. Esta ocupado atendiendo asuntos de gran importancia.

-No hay nada más importante que lo que necesito hablar con él, así que, por favor póngame con el vicealmirante Monkey D. Garp.

-Señorita, no puede hablar con el vicealmirante, esta muy ocupado con asuntos de suma importancia.

Sabía que por mucho que insistiese, no me dejarían hablar con el abuelo, pero no me iba a rendir.

-Lo que yo le tengo que decir también es de gran importancia.-me empezaba a mosquear la actitud de ese hombre.