Capítulo 1 Llegada

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Llegó al puerto un barco de la Marina. Enseguida empezaron a desembarcar los marines más jóvenes, cargando con cajas vacías que pronto estarían llenas de provisiones para el viaje de vuelta. Entre todo el barullo, se podía oír a un hombre dar órdenes mientras desenvarcaba junto a una joven. Claramente, se trataba del vicealmirante Monkey D. Garp, y la joven que lo acompañaba debía ser su nieta Iruka D. Silvia.
La joven era delgada de estatura media. Tenía el cabello castaño con algunos mechones rubios y unos ojos azules como el cielo. Tenía una expresión distante pero era normal, no podía llegar a la isla con cara de felicidad después de que su abuelo la hubiese obligado a mudarse.

Narra: Silvia

Nada más desembarcar, el abuelo empezó a dar órdenes a todos los marines del barco. Yo me límite a seguirle en silencio y a observar la isla.

Era una isla bastante grande y había mucha gente en el puerto. Había un bosque, muchas casas, una gran playa...nada extraordinario. Aunque si el abuelo me había obligado a mudarme a esa isla, seguro que escondía secretos. O quizás no. He estado en tantas islas diferentes que ya ni me emociono cuando llego a ellas. Se supone que una persona se muda una o dos veces en su vida, pero yo ya he vivido en cuatro islas distintas y me he mudado siete veces, ocho con esta.
Ya he llegado al punto de no hacer amigos e incluso de no ir al instituto. Y todo porque el abuelo dice que no quiere que corra peligro. Aunque le quiero, y él lo sabe, discutimos mucho por su exceso de sobreprotección y por su mala costumbre de obligarme a mudarme constantebmente.

-Silvia- dijo el abuelo-¿No te han dado tu equipaje?
Yo negué con la cabeza y el abuelo empezó a dar más órdenes.
-Tú-dijo señalando a un muchacho que estaba cargando cajas-cuando termines trae el equipaje de mi nieta.
-Sí vicealmirante-respondió el marine, y a los cinco minutos ya había vuelto con mis maletas.
-Gracias muchacho-le dijo el abuelo. Acto seguido me miró esperando a que le diera las gracias al marine, cosa que no iba a hacer.

No es que no le estuviese agradecida, lo que pasa es que el chico lo único que hizo fue cumplir órdenes. Así que, en todo caso, a quien debería dar las gracias era a mi abuelo, pero como estaba enfadada con él no se las iba a dar.

-Silvia-gritó para que le escuchase bien-dale las gracias.
Me crucé se brazos y desvíe la mirada. Como recompensa por el gesto, el abuelo me hizo un chichón con su puño del amor.
-Gracias-murmuré mientras me frotaba la cabeza.
El marine sonrió y tras despedirnos, el abuelo y yo empezamos a caminar.
-¿Porqué me has golpeado?
-Tienes que ser más educada
-Porque tú lo digas-murmuré para mi.
-¿Qué has dicho?- gritó el abuelo
-Nada-caray con el super oído del abuelo-A propósito¿Dónde voy a vivir?
-En una casa.
-Yo pensaba que viviría en una piedra-contesté con sarcasmo.
-¿Que has dicho?-gritó el abuelo levantando su puño del amor.
-Nada,nada-respondí tapando-me co las manos-no me pegues.
-Si no fueses tan descarada no te las verías tanto con mi puño del amor.
-Lo que tú digas...-dije desviando la mirada-¿Con quien viviré?
-Vivirás con tus hermanos.
-¿Hermanos?-pregunté levantando una ceja.
-Sí, con tus hermanos. Vivirás con Ace, Luffy y Sabo.
-¿Desde cuando tengo tres hermanos?
-Desde siempre. Una cosa es que no tengas y otra que no te acuerdes de ellos.
-¿Acaso los conozco?
-Claro que los conoces. Cuando vivías con Makino jugabas con ellos tosos los días.
-Cuando vivía con Makino-pensé.
No conservaba muchos recuerdos de mi infancia, pero los dos años que pasé con Makino los recordaba a la perfección.
-Ya sé quienes son-anuncie al recordar a un niño con pecas, otro con el pelo rubio y otro más pequeño que tenía un sombrero de paja.-¿Y como son?
-Pues...-el abuelo se quedó en blanco, eso nunca es una buena señal.
-No los ves mucho¿verdad?¿Abuelo?

El abuelo no contestaba y cuando me giré, comprobé que el abuelo no estaba.
¿Dónde se habrá metido?-me pregunté mientras volvía sobre mis pasos.
Cuando lo encontré tuve que reprimir las ganas de gritarle.Se había metido en un bar y engullía la comida como un poseso.
-Abuelo ¿No íbamos a mi nueva casa?-pregunté con mucha calma.
-Tenía hambre. Pero tranquila que ya nos vamos.
El abuelo devoró de un bocado su último trozo de carne y volvimos a emprender la marcha.
Caminamos en silencio, hasta que mis piernas no aguantaron más y pregunté :
-¿Falta mucho abuelo?
-No- dijo parando-se en seco-Es aquí.

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Bueno pues primer capítulo. Espero que no se os haya hecho ni muy largo ni muy corto y que os haya gustado. Y si queréis, comentad o darle estrellita*, a mi me ayudaría mucho y me motivaría a seguir con más ganas. Sé que no puedo esperar que mi historia guste a todos, pero me conformo con que la leáis.
Muchas gracias se despide onep1052

Descubriendo el mundo (One Piece)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora