El deseo de Daniel (gay)

9capitulo 8

-No puedo hacer esto.-me dice con un poco de miedo en sus ojos.
-ya has empezado. -le digo.
Se sienta en el sofa de piel negro, cruza los brazos y me mira directamente a los ojos.
-No sabes nada de mi, Eden.-suelta de golpe y parece estar siendo sincero, se que no se nada de el, pero tiene algo que me engancha a su piel.-No quiero hacerte daño, porque...
Silencio.
Odio cuando hace eso, siempre lo hace y ahora mas que nunca no lo soporto. Me duele la cabeza y la resaca, despues de una noche de alcohol y borrosos recuerdos, me esta golpeando la cabeza.
-pero que?! -le grito.
Se pasa la lengua por los labios.
-Pero soy diferente a los demas.-me dice con tono tranquilo.-No ves algo raro en mi?.
Le miro de pies a cabeza, para mi ea perfecto. Me quedo mirando su maravilloso tatuaje, en la clavícula, consigo leer lo que tiene escritor: paradise.
Un tatuaje muy gay!, pienso.
-La verdad es que no.-respondo.
-Mire señor Montgomery.-comienza a decir, al volver a decir mi apellido de esa manera tan insoportable, me dan ganas de golpearle.-Creo que esto no puede seguir, fue un error por mi parte introducirle en este juego.
Se levanta de golpe.
-Le acompañare a casa.
-Me estas tomando el pelo?-me atrevo a preguntar.
No entiendo nada, llevo sufriendo por el muchos dias. Me besa, una y dos veces, me hace querer seguir entre aua manos y ahora quiere terminar esto. No entiendo nada.
-Sera por tu bien.-responde por lo bajo.-No soy como creea que soy.
Me pongo de pie, el sigue caminando hacia las escaleras. Sube con rapidez y cuando está la planta de arriba le grito, de una manera que nunca habia hecho antea:
-Puea enseñame como eres!!
Me mira, me siento pequeño.
-estas seguro?
No lo se, no se si estoy seguro. Me muerdo el labio inferior con mucha fuerza. Tanta que me sale sangre y puebo sentir su sabor.

Habia subido las escaleras despues de el. Me encuentro a su lado, sentado en una cama perfectamente hecha. Me pone la mano en la rodilla, algo que me resulta impactante, se me corta la respiracion.
-Se da cuenta, que sera mi futuro empleado y esta aqui?
No me habia fijado en eso, trago saliba y se me llena el cerebro de liquido repugnante o eso parece, le aparto la mano de mi rodilla.
-Señor Dilaurenttis, no creo que...
-llamame Daniel.-suelta y aquello me hace sentir mas cerca de el.
Por alguna razón, creo que llamarle por su nombre, es algo mas cercano y normal.
-Daniel, ¿porque se ha fijado en mi?.
Sonrie.
-Porque me gustas, Eden Montgomery.
Me sonrojo, ¿dijo eso de verdad?, le miro a los ojos. Sonrie y un golpe de luz, impacta contra sus ojos azules, haciendolos mas claros y encantadorea. Como si algo les hubiese chupado todo el color y fuesen tan claros como el agua.
-Cuando entro por la puerta de mi despacho, senti que le conocia de antes.-yo también pense aquello, tal vez sea coincidencia o que estamos locos. Le sigo mirando, el se muerde el labio inferior y sigue-senti que necesitaba tenerle entre mis brazos.
Aquello me sobresalta, me hace acelerar el corazón y siento ganas de correr en circulos.
Me mira, le miro y me muerco el labio inferior. No se porque lo hago, tengo que dejar de hacerlo o...
Antes de poder decir algo me mira con cara de locura.
-A la mierda! -grita con fuerza, se lanza contra mi y me besa otra vez.
Dos veces en el dia, dejo que lo haga, dejo que sus labios se junten con los mios. Pero entonces me doy cuenta que segun el no es algo correcto, respiro y le aparto de golpe, me levanto y doy un respiro.
-Lo siento, no podemos hacer esto.
Me levanto y el me sigue.
-¿enserio?
-Hasta mañana senor Dilaurenttis.-le digo bajando las escaleras de su apartamento tan rapido como puedo. Salto en el ultimo escalón y salo de su casa. Doy unos pasos, presiono el boton del ascensor.
Mientras espero, sonrio como un idiota, tengo al multimillonario mas importante del pais, entre mis manos. Puedo hacer con el lo que quiera o simplemente puedo dejarle ir. No se que hacer, respiro y entro en el ascensor, me miro en el espejo que hay en el interior.
! Voy en pijama¡
Las puertas se cierran y el elevador comienza a bajar en dirección a la planta principal. Para mi mala suerte,subía gente a cada planta.
me sonrojo cuando la gente me mira, como si estuviera loco. Estoy en un edificio de gente millonaria y bajo en pijama, me parece elegante y siento como la cara, se derrite, no de calor; de vergüenza.
Llego a la planta principal, un chico de piel morena, ojos castaños , baja estatura y auriculares a todo volumen. Se detiene delante de mi, le miro y me recuerda a alguien, por raro que parezca, me veo reflejado en aquel chico tan extraño.
Salgo del edificio, no se donde estoy. Doy unos cuantos pasoa hacia la carretera y veo a William, el guardaespaldas de Daniel. Que viene hacia mi, me escondo tras un muro de color blanco. Agradezco ser pequeño en este momento.
-Señor Montgomery, deje de hacer el tonto y venga conmigo.-me dice cuando esta a un paso de mi, salgo del muro y le miro.
-Donde estamos?.-le pregunto.
Es muy grande, no entiendo por que todos los guarda espaldas tienen que ser altos. Tanto que parecen paredes con piernas o tanqués de guerra.
-En casa del señor Dilaurenttis.
-Eso lo se, pero... ¿donde esta la casa del señor Dilaurenttis?
El se rie, parece hacerle gracia lo que acabo de decir. Me empuja al interior del edifico otra vez. No quiero subir de nuevo a casa de Daniel, pero me veo obligado. No tendria posibilidades si tubiese una pelea contra William.
Presiona el boton del ascensor y las puertas se abren de golpe, dejando salir el olor a colonia costosa, que han dejado los habitantes de este lujoso edificio. entramos.
-vas a responderme? -insisto.
-Estamos muy lejos de su casa, señor.
Bufo.
-A cuanto?
-Estamos en nueva york señor.
Abro los ojos como platos,tiene que ser una broma. Es imposible que este en nueva york. Ayer estaba en chicago, mi ciudad natal. En realidad anoche, hace menos de veinte horas,¿como es posible que ahora este en nueva york?. Me invade enfado y confusión. Respiro y entonces me doy cuenta, que la unica manera de salir de aqui era con ayuda de Daniel, maldito multimillonario inteligente.