Parte sin título 30

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Me odie a mi mismo, senti que me quemaba todo por dentro. Como si mi saliva se hubiese convertido en un acido ligero y facil de ingerir; un acido que recorria mi garganta, haciendo añicos mi interior y matandome lentamente. Cerre lo ojos con fuerza. Senti como miles de colores aparecieron en mis ojos y como el corazon me dio un latido el doble de fuerte. ¡joder, esto es marihuana! pense por un segundo, antes de recordar que me estaban dejando como una maldita uva pasa; seco y sin nada en el interior. Vi como mi vida pasaba delante de mi. Habia olvidado aquel dia cuando Daniel me subio en su coche y me dijo: Pideme lo que quieras. Le tendria que haber dicho: ¡Dime todo sobre ti, antes de que me enamore y me sequen, dejandome como un trozo de piel sin sentido.

Recorde cuando me encontre con Damian la primera vez. ¿Porque se introdujo en mi vida, sabiendo que estaba involucrado con vampiros? Me odio por introducirlo en mi mundo, me odio por haber dejado que me lanzara al suelo y enfrentara a Alaric con su ferozidad; si me hubiese dejado luchar contra el vampiro de cabellos blancos, fuese yo quien estuviese muerto y no estaria siendo desangrado por un maldito vampiro.

Senti un color verde explotar en mis puplias, senti como los arboles se deformaban con totalidad y el cielo se ponia de un extraño color rosa. ¿Porque nos drogamos con alucinógenos quimicos, teniendo los jodidos colmillos de un vampiro?

-¡Tristan!- grito alguien con fuerza-¡Tristan!

Senti como dos finos cuchillos salian de mi carne, como si me desgarraran por dentro; sacandome hasta mi innecesaria apendice. Grite o eso crei hacer; solo senti como mis rodillas se clavaban en el suelo y como las piedras, se introducian en ellas con mucha facilidad. La garganta se me seco de golpe, los ojos me comenzaron a llorar-pense por un segundo, que me salia sangre- pero era imposible, me había dejado seco por dentro y era muy difícil llegar a llorar sangre. Caí en el suelo; sentí mi nariz golpearse contra el suelo, sentí la sangre salir por allí y también pude saborear el seco, sabor de la tierra del bosque.
Me sentí como un montón de mierda en el suelo, parpadee ante la situación y luego me impulse hacia arriba, con mis temblorosos y pálidos brazos.
-¿estas bien?-me pregunto alguien, supe que era Zack por su olor y su tono grueso de voz. Porque veía borroso y no le reconocía.
-Sssi-respondi,pase la lengua por mis labios-¿donde esta Daniel?
-tranquilo, esta.. Bueno, esta por allí.
No tuve fuerzas para pedir mas detañes de donde estaba mi futuro marido. Cerré los puños y Zack,con sus mas de cien kilos de musculo, me levanto como uno levanta a una hormiga.
-Tengo que sacarte de aqui-me dijo con voz temblorosa, mientras me ponía en su hombro, como si fuese una bolsa de cebollas de un mercado barato-!esto puede doler un poquito!
Antes de poder yo decir algo, comenzó a correr. Por un segundo me recordó a cuando iba a los parques de atracciones y una clase de vacío me ocupaba el lugar del estomago. Me mordi involuntariamente la lengua y quise gritar; pero no lo hice. Básicamente porque no tenía nas fuerzas suficientes.
-¿Donde vamos?-pregunte.
-mejor que no lo sepas, seguramente alguno de esos-refiriendose a los reales-Esta escuchando tus pensamientos.
-¿pueden hacer eso?
-podemos hacer muchas cosas-sonrio mientras saltaba una roca, sentí ese vacío característico de las atracciones de feria-Creeme, solo conoces el cinco por ciento de este mundo. ¿curioso no?
No dije nada, la verdad es que no tenia nada que añadir. Había entrado en un nuevo mundo, un mundo del cual no tenia ni preguntas y mucho menos respuestas. Si es difícil conocer a la totalidad el mundo humano, en el cual se supone que hemos nacido. No quiero ni imaginar, que tan complicado sera conocer y entender un mundo en el cual, existen vampiros, lobos, hadas, duendes y creo que el otro día, pude ver una escoba parlante.
Zack corría demasiado rápido para ser normal, sentía que las venas me iban a explotar y el pecho comprimirse hasta quedar-ironicamente-como un montón de carne ensangrentada.
Se introdujo en el bosque con facilidad, parecía conocer muy bien aquellos arboles. Que sin duda, para mi e todos iguales. Solo se podían diferenciar dos cosas 1)al llegar al limite del río, los arboles cambiaban completamente de color. Pasaban de tener hojas verdes oscuras, a un verde claro e incluso amarillento. Y 2) los arboles del otro extremo del río, tenían arañazos y marcas de dientes.
Llegamos a la orilla del acantilado, mire con precaución hacia abajo y vi el río, unos diez metros de altura separaban mi posición, del rio.
-¿le tienes miedo a las alturas?-me pregunto el sin parecer agitado de tanto correr.
-Bueno...
Saltamos! No me dejo responder ante la pregunta que me había formulado. Mientras saltaba esos veinte metros que separaban, un extremo del otro. Cerré los ojos y vi a Daniel en la oscuridad de mis párpados.
-!intenta no morir!
Pero era imposible que me hubiese escuchado. Llegamos a el otro lado y Zack me bajo con rapidez. Se sentó en el suelo con total tranquilidad y me empujo hacia abajo.
-sera mejor que te sientes unos segundos-me dijo con los codos sobre las rodillas- no tardaran de venir a buscarte y tendremos que salir corriendo,otra vez.
-sigo sin entender, porque me quieren.
Me miro y levanto una ceja.
-veras, te lo resumire un poquito-tomo una piedra del suelo y la lanzo a el espacio.
No tuve tiempo para buscar la piedra en el aire, se choco contra un extremo del acantilado y dejo u. Pequeño agujero. Un agujero que solo podría hacer alguien inhumano o un tipo de bala.
-tu sangre es una clase de droga-solto el de golpe- quien bebe tu sangre, puede ver el futuro, puede aumentar sus poderes, vivir un poco mas, ser invisible para las hadas y bueno...muchísimas cosas, que tu maravillosa sangre puede hacer.
Me quede petrificado ante aquello. Ahora entendía un poco mas porque todos desean mi sangre. Me lleve la mano al cuello, sentí el agujero que habían dejado los colmillos en mi cuerpo. Zack se movió un poco.
-dejame-tomo su dedo índice, lo mordió con sus colmillos y paso el dedo, ensangrentado sobre los agujeros que habían dejado los dientes caninos del otro vampiro-La sangre de los vampiros es curativa.
Hizo círculos en mi piel y luego se puso en pie. Me estendio su mano y me levanto.
-Ya vienen-yo no escuchaba nada, pero si el lo decía era porque era cierto-jurame que estarás callado y no pensaras en nada!
-¿como no se puede pensar en algo?
-Tu intenta hacerlo.
Me levanto otra vez y me llevo corriendo. Me sentía como una pequeña mujer de la edad mea, siendo rescatada por un príncipe azul. Corrió como nunca antes, mientras seguía sintiendo el vacío en el pecho y me temblaban los dedos.
Giro un par de veces, salto y luego subio una colina, con tanta facilidad que sentí una maldita envidia monumental. Salto más rocas, cada vez mas grandes que las anteriores que subía y luego se metió por entre unos arboles de color verde limón, salto y llegamos a una casa de madera, una saca tan pequeña y hermosa; que me daba un éxtasis misterioso y complicado de explicar.
-Que es esto?porque me traes aquí?
-Aquí estarás seguro-me soltó de golpe-Daniel no tardara- se dirigió hacia la puerta de madera-Mientras tanto, intentaremos cuidarte.
-¿intentaremos?
-si-toco la puerta un par de veces-unos cuantos amigos y yo.
La puerta se abrió, me sorprendió mucho aquellas caras. Las chicas que trabajaban para Daniel en el hotel, estaban de pie en la puerta y sonriendo con total tranquilidad. Sus ropas deportivas, pero pegadas al cuerpo; las hacia ver mucho mas humanas de lo que eran.
-Un placer volverte a ver-me dijo la chica que me quito los cristales, cuando descubrí que Daniel era un vampiro.
No recordaba sus nombres y no meapetecia recordarlos. Zack entro en la casa y luego lo hice yo, mientras mis piernas temblaban y la garganta me quemaba. Al entrar, sentí que todo mi mundo se venia a el suelo, trague saliva con fuerza y vi a un hombre de piel morena, unos gemelos de apariencia europea y allí estaba ella, con una sonrisa y un cigarro en la mano.
La mire un segundo, tal vez el efecto de aquella droga que tenían los colmillos del vampiro repugnante, me habían alterado el cerebro. Parpadee y ella dio una calada a su cigarrillo, dio un paso entre la multitud y sonrió.Mientras yo intentaba asimilar eso.
-!Te echaba de menos¡
Yo la mire, algo confuso y entonces le dije en medio de mi sorpresa:
-¿que haces aquí, mama?

El deseo de Daniel  (gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora