Volveran a nacer

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El olor de la tierra se juntaba con el de las hojas rotas y la sangre que había por todos los alrededores de aquél bosque oscuro.  Quería volver a ser un chico normal,  con problemas normales, un chico estudiando la misma mierdas de siempre y que estaba solo, tan solo que en las noches de San Valentín se comía un litro de helado mientras veía alguna película romántica,de esas que hacen vomitar arcoiris y defecar flores. Pero lastimosamente aquella vida ya se veía mas lejos de lo que yo quería,  solo quedaba el rastro inminente de que yo seguía siendo una clase de humano con las venas llenas de sangre sobrenatural y que no dejaba de pensar en los malditos libros, sus frases y reflexiones,mientras una mujer me miraba a los ojos y parecía que me iba a quitar los ojos con los dedos; literal.
Daniel comenzó a levantarse del suelo con rapidez y mucha fuerza, no podía entender como seguía vivo o con fuerzas para soportar todo esto. Vi como sus brazos repletos de venas intentaban levantarlo de la tierra mojada,  su ropa había quedado manchada y por alguna razón lo veía viejo.
La mujer que parecía demasiado joven para su voz, que era demasiado gruesa y escalofriante; miro a Daniel con una sonrisa asquerosa,  mientras mi futuro marido daba un paso hacia delante.
-Entiendo que el amor sea fuerte, pero seamos sinceros...-.la mujer se metió un mecho de pelo detrás de una oreja-un vampiro no tendría porque haber dejado que pasara todo esto, solo por los huesos de un repugnante mestizo.
Daniel inclino un poco la cabeza, aquel gesto que solía hacer en ocasiones, solo quería decir una cosa: quería sacarle los ojos con los dedos y hacer que la mujer se los comiera a si misma.
-Supongo que ahora que has asesinado a la mitad de mi raza, podré apoderarme de ti y de tu maravillosa sangre.
Seguía sin entenderlo,  no entendía porque no me arrancaban los putos brazos y me sacaban toda la sangre que tenia en mi cuerpo de altura media y hacían que las demás personas que me rodean dejasen de morir.  Di un paso hacia adelante, me comenzaron s temblar hasta el pelo, no sabia que hacia, solo lo estaba haciendo porque mi cerebro lo hacia por si solo. Ya estaba cansado, agotado de vivir escapando, arrepentido de haber elegido esta vida y no la de un escritor fracasado, un profesor de literatura amargado y sin vida sexual.
En aquel momento,  en el cual mi cuerpo tomo la decisión de moverse hacia delante, sentí que era lo mejor que podía haber hecho en mi vida.  Respire con fuerza, mi ultimo maldito respiro, mi ultimo ingreso de aire a mis machacados pulmones,que parecían haber sido perforados por miles de agujas.
-Matame -le dije a la mujer, no me tembló la voz o eso creía yo. 
Seguramente me temblaba hasta el prepucio,pero yo tenia la esperanza que no era así.  Se lo estaba poniendo fácil, no tendría que luchar contra mí y mucho menos tendría que despeinar su perfecta cabellera.
-Quieres mi sangre? -pregunte con seguridad-pues sácame todos los litros que puedas. Puedes beberla,  báñate en ella,sabes?...haz lo que se te de la gana! Ya no quiero ser parte de esta vida, no quiero ser un chico especial y mucho menos quiero ser un vampiro-no me detuve a pensar en como afectarían mis palabras a Daniel,pero en realidad y curiosamente no me importaba lo que pensara el, porque estaba comenzando a entender que esta no era una vida diseñada para mi-.¿De que sirve mi vida, si todos los que me rodean mueren?-pregunte sabiendo que la mujer no tenia la respuesta a mi patética cuestión-.Si quieres sácame los ojos también o utiliza mis dientes para hacerte un collar,  pero...,-me costó decir las últimas palabras, tal vez era porque en realidad no las sentía o porque estaba enfrentándome a la realidad,  a lo que en verdad estaba sintiendo-...matame, acaba con mi vida y con todo esta matanza.
La mujer me miro durante unos largos segundos, supongo que su cerebro no comprendía lo que pasaba,  seguramente estaba buscando la manera de entender porque me había vuelto tan débil, entender porque le estaba ofreciendo mi vida y mi sangre con tanta facilidad. Dio una palmada en el aire, como si no se creyese lo que estaba saliendo de mi boca,mientras sonreía y miraba a Daniel de manera burlona.
-Esto tiene que ser una broma-. Dijo ella riendo-Es increíble que tu-me señaló con su largo y pálido dedo indice-hayas acabado con una gran multitud de vampiros, hadas y licántropos.
-Yo no los mate-dije frustrado.
-No directamente, pero si muriendo por protegerte.
Aquello hirió mi corazón, esas palabras me perforaron todos los músculos del pecho y corazón. Sabia que eso era verdad, pero no lo había escuchado de otra persona. Me mordí el interior de la mejilla, di un paso más hacia adelante y abrí los ojos.  Mientras de fondo Daniel se levantaba completamente del suelo, hace un gesto de dolor y abre la boca.
-Nadie a muerto por su culpa-habla Daniel mientras se sujeta el lado derecho de las costillas.-Han muerto por acabar con los tuyos y los vampiros que están llevando al planeta a la destrucción-esas palabras parecieron llegar profundamente a los oídos de la mujer,  que arrugo las cejas.
-Me parece que hoy os matare a los dos-. Dijo la mujer con tono seguro.
Se movió con rapidez, tan rápido que no pude verla con claridad y ver todos sus movimientos en aquel segundo. Con su mano derecha, tomo a Daniel por el cuello y lo levanto del suelo, con un pequeño giro, dirigió el cuerpo de mi futuro marido al suelo. Se me corto la respiración de golpe,  sentí el dolor que Daniel estaba sintiendo,penetrandome por los huesos.  Ella puso su pierna derecha el cuerpo de Daniel, donde su pie se clavaba en su cuello y la punta del tacón parecía estar perforándole la traquea.
Dejo a Daniel en el suelo y comenzó a caminar rápido hacia mi, no pude moverme,  solo sentí como saltaba encima de mi y mi espalda golpeaba el suelo con fuerza. La cabeza me rebotó contra la tierra húmeda y senti que el cerebro se me llenaba de liquido.
-Habia querido hacer esto desde que supe de tu existencia.
Solo podía ver una sombra,  el rostro de la mujer se desdibujo ante mis ojos y sentí sabor a sangre dentro de mi boca. Ya no sentía dolor alguno ante tantos golpes, supongo que mi piel se había resignado a tener que sufrir esto durante los últimos minutos de vida que me quedaban.
Durante un segundo pensé en el cambio que había hecho mi vida, en lo que había vivido en tan poco corto periodo de tiempo y comprendí, que no había hecho nada bien en mi corta edad, comprendí que había crecido complaciendo las peticiones de mis padres,  que ne había pasado toda mi vida estudiando y preocupado por el que dirán, asustado por si alguien me negaba,golpeaba o alejaba de su vida solo por ser como era. Pero en este momento,justo ahora,  comprendo que no valió la pena vivir así,  porque ahora me arrepiento de no haber sido fuerte y estar a punto de morir a manos de una maldita vampiro,  un ser que no debería existir y mucho menos estar aquí intentando sacarme la sangre.
-Espero que esto te duela-.Me dijo mientras tocaba mi cuello con uno de sus pálidos dedos.
No dije nada,  ¿que podía decir? Solo quería acabar ya o por lo menos dejar de pensar en que todos necesitan mi sangre para hacerse poderosos.
La mujer saco sus colmillos con rapidez, sus ojos se tiraron de un rojo muy oscuro y se dispuso a morderme;mi cuerpo comenzó a ponerse tenso y un sudor frío bajo por mi espalda con rapidez, por un segundo el corazón me latió súper rápido y cerré los ojos con fuerza,  tanta fuerza que me comenzó a doler la cabeza. Sentí la respiración de la mujer en mi cuello,rápida y fría, cerré los puños y cuando creía que estaba a punto de morder mi carne,  cuando creí que ya era mi hora, algo sonó en el lugar,  como si miles de huesos se estuviesen rompiendo. Sin abrir los ojos sentí gotas cayendo sobre mi cara, gotas frías y penetrantes.
Abrí los ojos y al hacerlo sonreí, tal vez era cruel sonreír ante aquella imagen tan atroz,  pero me supuso una alegría ver aquello,  ver como Damián estaba delante de mi,  en forma de lobo, con la vampiro entre sus dientes y rompiéndole todos los huesos.
Dejo caer el cuerpo de la mujer al suelo y con su pata delantera derecha aplasto la cabeza del cuerpo sin vida,  como si quisiera asegurarse de que estaba completamente muerta. Me levante poco a poco del suelo,  sintiendo que las costillas se me habían roto en miles de pedazos y las piernas me gritaban a todo pulmón que me fuese a dormir. Damián siguió en la forma de lobo mientras me ponía en pie, sus ojos me miraban directamente a los míos y su respiración era rápida.
-Tranquilo-. Dije mientras estiraba la mano para acariciar su pelaje-Ya ha pasado todo.
En unos segundos comenzo a moverse de manera extraña, yo ya conocía aquellos movimientos, estaba pasando de lobo a hombre. Di un paso hacia atrás y en un segundo,  Damián apareció delante de mis ojos. Completamente desnudo, con su piel morena delante de mi y una gran sonrisa,  como si estuviese feliz de haberme visto.
-Que mala pinta tienes-me dijo con una sonrisa-Pero sigues estando muy guapo-giro la cabeza y vio a Daniel en el suelo,  pareció preocupado y Damián no se preocuparía por que Daniel estuviese tirado en el suelo.
-¿que pasa?
-Daniel-. Dijo en voz baja Damián, como si temiera alguna estúpida respuests-¿Te ha mordido?
No entendí aquella pregunta,  no entendía con que finalidad preguntaba aquello. Daniel levanto la cabeza con mucho esfuerzo, en aquel momento supe que algo iba mal,  los vampiros de curan rápido, apenas sangran y tienen un extraño color en la piel. 
Por alguna razón, Daniel comenzaba a parecer algo diferente,  su piel había cambiado de tono,  sus ojos ya no eran de aquel color que tienen cuando esta enfadado o tiene hambre,  sus cabellos dorados habían tomado un color más oscuro;era la primera vez que veía a Daniel tan humano, la primera vez que temí por su muerte y cada dolor que podría estar sintiendo.
Damián le ayudo,  sujeto sus brazos y en cuestión de segundos estaban de pie, Daniel no podía mantenerse en pie y parece que todo el contenido estomacal-el cual seria solo sangre-saldria disparado del estomago de Daniel.
-Que esta pasando? -pregunte y ninguno de los dos pudo o quiso responderme.
Comenzaron a tener un diálogo entre ellos, como si el estúpido novio sobrenatural,  por el cual todos habían muerto, no pintase nada en aquel momento de la situación.
-Daniel, será mejor que te llevemos a un lugar seguro-Damian parecía un jodido hermano mayor.
Estuve por gritarle: !El novio soy yo¡ pero comprendí que aquello era muy infantil e importaba una mierda ser su novio,  si no podía ayudar en nada o curarle. Me sentí inútil,  en realidad me venia sintiendo inútil desde el principio de mis tiempos, era algo que ya conocía muy bien.
-No!-grito Daniel a todo pulmón-puedo ir yo solo, puedo...
Se desplomó en el suelo, las rodillas se le clavaron en la arena mojada y luego sus codos cayeron hasta aterrizar en el suelo lleno de piedras y  hojas muertas, de mi interior salio un sonido extraño, como el de alguien que por algún motivo teme la muerte de un ser querido.
-¿Que le pasa? -pregunte con la voz temblorosa-Damian ni se te ocurra mentirme!-. Dije con enfado y mirándole directamente a sus ojos grandes y encantadores, ojos que ya habían perdido su encanto en aquel momento.
El trago saliva, como si lo que estaba a punto de contarme fuese malo, y lo era, por alguna razón me senti mala persona por sentir que aquello mejoraba las cosas y era mejor para mi,  pero al mismo tiempo me di cuenta que la vida de Daniel estaba a punto de cambiar, totalmente, como si volviese a nacer y nunca hubiese existido el Daniel Dilaurenttis que un día me recibió en su despacho.
-La mordida de esa vampiresa-Señalo a la mujer que me quería matar y estaba a unos metros muerta-. Tiene la capacidad de quitar todos los poderes sobrenaturales que hayan.
Pensé que se refería a los superpoderes que Daniel había obtenido gracias a su transformación a vampiro,  pero no era eso,  se refería a todo en general.
-Que quieres decir?
-Pues que tu encantador novio, parece que ha vuelto a ser humano.

El deseo de Daniel  (gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora