~Caras conocidas~

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Capitulo 7:

Tú, en cambio, te quedaste mirando el techo, dándote cuenta de que la noche sería larga y desafiante...

Comenzó la noche. A los pocos minutos, Sally se quedó profundamente dormido, lo notaste porque comenzó a emitir unos pequeños ronquidos que, más bien, parecían silbidos. 

Permaneciste en la cama, observando la habitación en la penumbra, donde todo parecía tranquilo pero al mismo tiempo inquietante. Te empezaste a sentir incómoda debido al silencio y el no tener nada para entretenerte. El tiempo transcurría a un ritmo desesperadamente lento, como si hubieras vivido cinco vidas enteras cuando apenas habían pasado las primeras dos horas.

Te volteaste hacia el lado de Sally y lo miraste fijamente. Escuchabas su suave respiración y observabas cómo su espalda se alzaba y bajaba con cada inhalación. Te llamaba la atención su delicado cabello azul , tenías tantas ganas de tocarlo, pero al intentarlo, no lo podías sentir ¡Qué frustración! 

Tu mente comenzó a divagar, recordaste todo lo que habías experimentado horas antes (por supuesto, ya que eso era lo único que recordabas con claridad). Alguna deliberación intrusiva sobre Sally se coloco en tu mente mientras repasabas su apariencia física, te parecía realmente atractivo...

Tu imaginación repetía una y otra vez aquella sensual escena de Sally desvistiéndose lentamente. Cuando te diste cuenta de lo que comenzaste a pensar, trataste de detenerlo, pero era tan satisfactorio revivirlo que tu cuerpo se llenó de vergüenza, especialmente porque tenías al susodicho al lado tuyo.

En uno de esos intentos, lograste hacer desaparecer la imagen sustituyéndola con la melodía que Sally había interpretado de manera hermosa antes. Repasaste cada nota con intensidad con motivo de olvidarte de lo demás. 

En ese momento, una borrosa neblina deslumbró tu mente, ya no podías ver ni pensar en nada más. Aquella neblina misteriosa se fue convirtiendo lentamente en una visión extraña y maquiavélica. Toda tu mente se sumió en una simple "habitación blanca", completamente desolada, y solo tú estabas presente en ella. Te veías a ti misma desde afuera, como si estuvieras en tercera persona. 

El lugar parecía estar completamente vacío, sin objetos ni personas, sin colores, olores, ni nada que pudieras percibir, excepto un fuerte sonido de grillo que retumbaba en tu cabeza, como si el grillo estuviera dentro de tus tímpanos y estuviera a punto de reventarlos.

El molesto ruido continuó de esta manera durante un tiempo, hasta que cesó. A lo lejos se comenzó a escuchar la canción de Sally, muy tenue. Cuando intentaste dirigirte hacia la fuente del sonido, esta desapareció de repente, sin dejar rastro. Entraste en pánico, ya que te daba miedo estar en un lugar tan desolado.

De repente, cuando más deseabas salir de ese lugar, la imagen mental cambió:

Ante tus ojos, apareció un retrato antiguo, pintado con gran elegancia. Pudiste casi percibir el olor a acrílico fresco que se había utilizado para la obra. En el cuadro, reconociste dos rostros familiares. En general, todo parecía como si ya lo hubieras visto antes.

 En el cuadro, había un hombre de edad avanzada, con varias arrugas, un bigote y barba marrones al igual que sus profundos ojos, que parecían no haber descansado en mucho tiempo. A su lado, una hermosa mujer mayor que llevaba largos y excéntricos pendientes que caían desde sus orejas hasta sus hombros. Tenía unos hermosos rizos color miel adornando su cabeza, mientras que sus labios rojos brillantes destacaban en la pintura. 

En el centro de estas dos personas, se encontraba una joven que se parecía mucho a ti... ¡Claro, porque eras tú! Te sorprendiste enormemente al reconocerte en el cuadro, tu imagen parecía ser la más borrosa de las tres.

Continuaste examinando el cuadro con cuidado, hasta que te encontraste con una pequeña firma en la esquina derecha de la pintura. La firma estaba hecha con un llamativo acrílico negro pero, a pesar de eso, no podías entender lo que decía. Era un nombre, pero tu mente no podía percibir cuál. Después de mucho tiempo observando, tu cerebro finalmente salió de su trance y volviste a la realidad.

Cuando abriste los ojos, te encontrabas aún en la habitación de Sally. 

Te sentías realmente  aliviada de seguir ahí después de esa visión tan extraña. Parecía que ya estaba amaneciendo, el sol se asomaba por la ventana. Te quedaste pensativa, la visión había sido demasiado para asimilar, y no entendías nada. 

En ese momento, Sally se despertó; parecía bastante relajado, claramente había tenido una noche agradable, a diferencia de ti.

-Sally: Mmm... Buenos días. *Dijo estirándose plácidamente* ¿Qué tal te encuentras? debió ser un gran reto quedarte despierta toda noche.

-T/n: Sally... creo que tuve una visón...






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⛤Save me⛤ T/N x Sally FaceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora